Desde el Gobierno dicen que «es una norma superadora y que no hay restricciones individuales».
«En términos reales, si se hacen bien las cuentas, hoy cuesta menos dinero para los extranjeros tener la residencia temporaria, o ser rentista. El objetivo fue actualizar la norma que no se tocaba desde 2016. No hay animosidad contra la población rusa ni ninguna otra nacionalidad», dice a Clarín un funcionario de la Dirección Nacional de Migraciones.
Desde hace 72 horas, radicarse en la Argentina como «rentista» no es tan sencillo ni económico como era antes. La Dirección Nacional de Migraciones oficializó la actualización de los montos mínimos para acreditarse como residente temporario o rentista para residir legalmente en el país.
«El rentista es una categoría migratoria menor, muy poco solicitada -puntualiza el funcionario- En la Argentina el 95 por ciento de la población migrante es de América del Sur, que cuenta con la categoría ‘Nacionales Mercosur’. El 5 por ciento restante se lo reparten inversionistas, pensionados, asilados y refugiados, artistas y deportistas, religiosos de cultos reconocidos, estudiantes y rentistas».
Remarca la fuente que «sólo se trata de una medida que actualiza una disposición del año 2016, que imponía para entrar al país una renta mensual de $30.000 pesos de entonces, es decir 2.140 dólares».
El funcionario de Inmigración remite al artículo 23, inciso b, de la política migratoria argentina, que manifiesta que «el rentista debe solventar su estadía en el país con recursos propios traídos desde el exterior, de las rentas que éstos produzcan o de cualquier otro ingreso lícito proveniente de fuentes externas».
«Acá no hubo un cambio de reglas, no se trata de perjudicar a nadie -enfatizan desde Migraciones-, sino que se trata de una medida que ordena los valores y el procedimiento normativo. Era ridículo continuar con la norma de 2016, que pedía una renta de 30 mil pesos, entonces nos basamos en 5 salarios mínimos, vital y móviles ($87.987) como valor de referencia».
Respecto a este punto, el funcionario apunta «a una problemática que era habitual en el rentista, que decía contar con el dinero requerido, pero se excusaban de depositarlas en la Argentina. Entonces ahora se ordena con un instrumento monitoreado por el Banco Central, que con un pasaporte legal para persona migrante no Mercosur permitirá abrir un caja de ahorro y, con todo esto aprobado, se concede la residencia».
Una vez que toda la documentación esté aprobada y la Dirección Nacional de Migraciones otorgue la residencia, «el tiempo de permanencia en la Argentina es por un año pero se puede prorrogar por otros doce meses siempre que se verifique el cumplimiento de los requisitos. Esta acción se puede repetir hasta tres veces».
«No hay consecuencias negativas contra quien quiera venir con dólares a residir en la Argentina. Sea norteamericano, francés, egipcio o ruso, cualquier ciudadano del mundo aplica a las categorías migratorias que prevé la ley. Esto es indistinto a una nacionalidad. No entendemos la susceptibilidad de los ciudadanos rusos, me parece más un agite que otra cosa. La verdad es que nos sorprende».
«Acá no hay más restricciones hacia la persona, sino que se actualizó algo que estaba muy lejos de los valores de la actualidad. Pero no se cambió nada de un día para el otro. Cuando se tenga que renovar o prorrogar la residencia, se tendrá que cumplir con la nueva disposición. Pueden haber cuestiones técnicas que se escapen, pero la norma es moderna y superadora».
PS