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Los «Cybercirujas» llevaron el derecho a reparar al CCK: computadoras retro y arte tech

Cybercirujas, un grupo que defiende el derecho a reparar computadoras, teléfonos y laptops, participó de un encuentro en el Centro Cultural Kirchner. Entre PCs de los 90, impresoras de matriz de punto, arcades nacionales y videojuegos retro, miles de personas pasaron este sábado por la cúpula del ex Correo Central. Este domingo estarán de 14 a 20.

Planteado con un eje lúdico, entre pinballs, videojuegos retro como Prince of Persia y una serie de performances de artistas, el objetivo de Cybercirujas es poner en discusión la así llamada “obsolescencia programada” de la tecnología actual: la idea del descarte permanente de dispositivos electrónicos por ser considerados “viejos”.

“Cybercirujas combate la idea de la obsolescencia programada, que se puede entender bien con lo que pasa actualmente con los celulares: todos los años sale uno nuevo porque el que tenés ya funciona lento y es obsoleto. La realidad marca que todo eso está programado: muchos equipos se pueden seguir usando, quizás con otro tipo de software distinto a Windows -como Linux-, las cosas pueden seguir funcionando”, explicó a Clarín en el CCK Emanuel Berdichevsky, arquitecto informático y parte del grupo.

Un ejemplo de esto en el CCK se pudo ver con la zona del “cyber”, una serie de 9 máquinas de Conectar Igualdad -entre otras laptops-, las entregadas por diversos programas del Gobierno nacional, con Quake 3 instalado (un videojuego histórico de 1996 que fue furor entre lo que se llamaba “lan parties”, es decir, jugar en red). La gente pudo jugar como si fuera un cybercafé de principios de los 2000.

Quake 3 Arena en unas Conectar Igualdad, entre otras laptops. Guillermo Rodriguez Adami

Quake 3 Arena en unas Conectar Igualdad, entre otras laptops. Guillermo Rodriguez Adami
El grupo, que tiene presencia en distintos puntos del país, se autodefine como una organización autoconvocada, voluntaria y aclaran que no es una ONG. Entre las tareas que realizan, conectan a usuarios que tienen equipos o componentes para donar con otros que necesitan computadoras, teléfonos o laptops y no tienen la posibilidad de comprarlas.

“Tenemos un mail central, [email protected], al cual llegan solicitudes de equipos o donaciones. Luego cada grupo de Cybercirujas va organizando las juntadas de reparación y las entregas. Todo es trabajo comunitario y autogestionado que realizamos en nuestro tiempo libre”, cuenta Sergio Andrés Rondán, uno de los fundadores del movimiento en la Ciudad de Buenos Aires, que ahora vive en Posadas, Misiones, donde abrió una división del colectivo.

Los encuentros se realizan periódicamente desde 2019 y comenzaron a popularizarse en el ambiente durante la pandemia, a través de posteos en redes sociales, charlas virtuales e intercambios. Es la primera vez que se hace en el CCK, lo que permitió atraer a un público más masivo.

Mientras que las reuniones en plazas y centros culturales congregaron siempre a participantes más del nicho, el contexto de las vacaciones de invierno, sumado a que se hizo un fin de semana y con entrada gratuita, vio desfilar a una gran cantidad de participantes.

“La realidad es que el CCK llegó a nosotros. Luego del último evento que realizamos en Tacheles, que fue una puesta mucho más grande, completa, con más máquinas, juegos, un show de chiptune y visual tremendo, se nos acercaron dos productores que les gustó lo que hicimos y nos hablaron de la posibilidad de llevar a Cybercirujas a la cúpula del CCK”, explica Rondán, quien trabaja de docente y es jefe de redacción de la revista Replay.

Una 486 con Bannermania, un programa que fue furor en los 90. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

Una 486 con Bannermania, un programa que fue furor en los 90. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

Cybercirujas: la pata educativa y artística

La exposición cuenta con distintas mesas: un taller con distintos componentes de computadoras para armar y desarmar equipos, una zona de arcades, otra de juegos desarrollados en Argentina y una de las que más llamó la atención, de computadoras de los 90.

“En la parte de retrocomputación tenemos una 286, una PC del año 90, con un monitor monocromo. Hay juegos cargados, clásicos como el Prince of Persia o The Blue Brothers. También hay una 486, una un poco más ‘nueva’, conectada a una impresora de matriz de punto con un programa que se llama Bannermanía, que se usaba para imprimir mayormente carteles de cumpleaños”, contó Berdichevsky, también experto en computadoras retro.

“La idea es mostrar con tecnología de hace 40 años que la obsolescencia es programada: la gente se sorprende porque se lleva algo a la casa con un equipo viejo”, remató.

Intercambio de componentes: micros, mothers, RAM y discos. Guillermo Rodriguez Adami

Intercambio de componentes: micros, mothers, RAM y discos. Guillermo Rodriguez Adami
También hubo distintas exposiciones artísticas. “Incorporamos el arte en los eventos porque es un poco una manera de atraer a la gente a lo que hacemos y que se enganchen, eso muchas veces lleva a que después nos donen materiales para poder trabajar”, cuenta Uctumi, artista especializado en música llamada chiptune, “arte digital fuera de los elementos tradicionales con computadoras obsoletas consideradas obsoletas, computadoras antiguas”.

“La música Chiptune se hace con dispositivos electrónicos antiguos y reciclados. Está muy relacionada con el sonido que tenían los videojuegos de la década del 80 y 90, los videojuegos en 8 bits, como el Super Mario. El desafío interesante es, con esa paleta limitada de recursos creativos que te da con tecnología limitada, ver hasta dónde vos podés llegar: es un desafío muy estimulante”, agrega Uctumi, que tiene versiones de clásicos nacionales como “Costumbres Argentinas” de Los Abuelos de la Nada, en una Commodore 64.

Costumbres Argentinas (C64)

“En el evento voy a participar haciendo dibujos animados en vivo. Armamos los controladores según la necesidad de cada quien y reutilizando materiales, como valijas de juguete, por eso los llamamos las Julianas Cybercirujas”, anticipó Marcela Rapallo, artista y desarrolladora de proyectos educativos.

“Esto conecta nuestro trabajo a las propuestas e ideologías del Club del Cybercirujeo, como también el hecho de que las tecnologías que desarrollamos son de Software Libre, y los proyectos artísticos y educativos en las que las utilizo están basados en el dibujo colectivo y en poder explorar lenguajes artísticos a través de tecnologías”, agregó.

Entre equipos retro, exposiciones artísticas y videojuegos clásicos, Cybercirujas logra ahora llevar su propuesta a un público mucho más amplio: combatir la obsolescencia programada, intercambiar equipos, compartir conocimientos y disfrutar de la diversión que los clásicos de siempre como Mortal Kombat y los arcades siguen entregando.

La exposición estará también este domingo, de 14 a 20, en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151, CABA).

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