El atletismo español siempre ha podido presumir de una cantera fértil en las pruebas de mediofondo con el relumbrón de la histórica medalla de bronce de José Manuel Abascal en los 1.500 metros aquella madrugada (hora española) de agosto en Juegos de Los Ángeles-84. Fue un hito para un atletismo español que solo se había colgado una medalla olímpica, la plata de Jordi Llopart en los 50 km. marcha de Moscú-80.
Abascal y José Luis González protagonizaron recordados duelos aquellos años con estrellas como los británicos Sebastian Coe, Steve Ovett y Steve Cram o el marroquí Said Aouita. Fermín Cacho, sobre todo, con su recordado oro olímpico en Barcelona, y Reyes Estévez, entre otros, heredaron esa tradición que hacía del ‘milqui’ una prueba muy ‘española’. Otro tanto cabía decir de los 800 metros, aunque un escalón por debajo.
Ese pasado esplendoroso revive hoy una época dorada de las dos grandes pruebas del mediofondo, las que mayor atención despiertan en el Campeonato de España que se disputa este fin de semana, de viernes a domingo, en la localidad valenciana de Torrent, donde irá cogiendo forma casi definitiva el equipo que vaya al Mundial de Budapest (del 19 al 27 de agosto). Ahí se concentra el mayor talento actual de un atletismo español que vive de las carreras y malvive en la mayoría de concursos.
El trío destacado de 1.500
Empecemos por la prueba de 1.500 con tres nombres muy destacados en cabeza. Mohamed Katir, Mario García Romo y Adel Mechaal son habituales protagonistas en las reuniones de la Diamond League. Katir (25 años), marroquí de nacimiento y residente en Mula (Murcia) desde los 5 años, tuvo una irrupción tan arrolladora como sorprendente cuando entre junio y julio de 2021 batió tres récords de España, el de 1.500 que tenía Cacho, el de 3.000 y el de 5.000.
Desde entonces no ha dejado de progresar con ese correr fluido, sin aparente esfuerzo, que le llevó hace una semana a batir el récord de Europa de 5.000 de Jakob Ingebrigtsen. Tiene en 1.500 una mejor marca de 3.28.76 minutos y fue medalla de bronce en el pasado Mundial de Eugene.
Mariano García, con su característica ‘moto’. EFE
El salmantino Mario García Romo (23 años) se ha formado en Estados Unidos, donde sigue viviendo y entrenando, desde su época universitaria. Al margen de forjarse como un extraordinario corredor de 1.500, con una manera de correr que recuerda a la Coe, también manifiesta la ambición propia de un entorno tan competitivo como el estadounidense. Es el vigente campeón de la prueba, tras batir a sus rivales en Nerja el pasado año. Cuarto en Eugene, detrás de Katir, y bronce en el pasado Europeo, también ha bajado de 3.30 con 3.29.18.
No lo ha hecho aún Adel Mechaal, otro marroquí de nacimiento que emigró con su familia cuando era un niño a Palamós. Más veterano (32 años), es un gran competidor y otro corredor muy seguro. Fue quinto en la final de Tokio, con 3.30.77, la que es su mejor marca. Es triple campeón de España (2015, 2017 y 2019), y va afinando su puesta a punto. La final se disputará el domingo a las 12.25 horas (Tdp).
Un pelotón de siete corredores
Si hay tres figuras claras en el 1.500, en los 800 metros encontramos un pelotón de siete corredores con marcas personales por debajo de 1.45 minutos, la barrera que supone el gran salto de calidad. El experto Saúl Ordóñez (29 años, con el récord español de 1.43.65) comparte el mejor tiempo del año (1.44.67) con el portentoso Mohamed Attaoui (21 años), otro caso de atleta marroquí que llegó a España, en su caso a Torrelavega (Cantabria), con 6 años.
Al margen de Ordóñez y Attaoui, otros dos nombres destacan en una prueba de pronóstico muy incierto. Mariano García, campeón de Europa al aire libre y del mundo en pista cubierta el pasado año, llega a Torrent para resarcirse de unos meses lesionado, y Adrian Ben lo hace avalado por su título europeo en pista cubierta y por su reciente 3.33.50 en 1.500 metros, mínima para el Mundial y para los Juegos. La final se correrá el domingo a las 19.25 horas (Tdp).
Al margen del mediofondo será también el campeonato de la supersónica Jael Bestué, que correrá el 200, después de una temporada descomunal tanto en 100 como en el doble hectómetro. O del duelo entre David Cañal y Óscar Husillos en 400 con la mínima mundialista en el horizonte. O el que mantendrán Ana Peleteiro y María Vicente en triple salto. Y solo es una mínima selección.