Por
Cledis Candelaresi
Diana Mondino, economista, es candidata a diputada por la Libertad Avanza que, con la actual performance electoral, es casi un número puesto en el Congreso, al margen de la suerte del propio Javier Milei. El Económico habló con ella para precisar técnicamente algunas de las explosivas consignas del candidato a presidente. Comenzando con la que es, quizás, la más polémica
— Pienso en el slogan Milei instaló en la agenda mediática: la dolarización.
La dolarización no estaba entre las prioridades, para realizar en la primera etapa. Pero a la gente le interesa la dolarización para terminar con la inflación.
— ¿Cuándo y bajo qué condiciones se avanzaría con la dolarización?
– Se intentará lo antes posible. Pero lo que digo es que no es algo que se termina el día uno. Son muchos los pasos intermedios que hay que dar para una dolarización ordenada, que es una herramienta útil para contener el gasto fiscal. Tengamos en cuenta que ya está ocurriendo una dolarización. Cuando la gente está dispuesta a pagar alrededor de 700 pesos por dólar es porque quiere dólares. Lo que debemos evitar es un desbande desorganizado.
– -¿Y cómo se haría una dolarización organizada?
– Se hará respetando contratos. Es un proceso voluntario y puede o no ser gradual de parte de cada persona y empresa. Por supuesto, la idea es evitar un shock inflacionario con las Leliq, que hoy devengan una tasa superior al 200%. Eso no debe continuar. No será fácil sustituir y pagar pasivos en pesos del Banco Central. Pero será indispensable hacerlo. La dolarización, en rigor, la libertad de monedas, permite contratos que no sean interferidos por un gobierno. No requiere de reservas pero sí de una gran disciplina fiscal.
Mondino es uno de los principales refrentes de La Libertad Avanza (LLA) en temas económicos y aunque es candidata a diputada nacional por CABA, por su proximidad a Milei algunos analistas la sindican como Canciller o directamente ministra de Economía.
–Supongamos que se queda en Diputados, ¿cómo imagina que podría ser su labor en un Congreso fragmentado, que obligará a negociación permanente?
–Como debe ser la actividad en un Parlamento en el que debe haber discusión y no depender del Ejecutivo, como fue en los últimos años.
—Pero es necesario el consenso para promover cambios estructurales.
– Si una ley es muy radical o diferente y no logra acuerdos puede ser que no sea buena, que haya que esperar o que hay que apelar a otros mecanismos.
— ¿Cuál sería una primer iniciativa?
–Estamos trabajando en una ley de Reforma del Estado y en nuevas regulaciones o, mejor, en desregulaciones. Hay leyes que tuvieron sentido hace unos años. Otras nunca y son contrarias al crecimiento, como limitar las exportaciones.
—¿Cuál es el corazón de esa reforma del Estado?
— La simplificación. Reducir costos y mejorar procesos, eliminando capas geológicas e introduciendo más competencia en el sector privado. Una propuesta es reducir a 8 los ministerios.
— A veces eso puede implicar sólo subsumir las funciones de un ministerio anulado en otro, sin transformar demasiado nada.
— …O pueden desaparecer. Tenemos interés en un ministerio de Capital Humano que subsumiría Salud, Educación y Vivienda.
— ¿El Estado nacional dejaría de proveer esos servicios y éstos podrían quedar en manos de las provincias?
— No. Esas funciones se subsumirán en otra dependencia pública. Se trata de coordinar la tarea. Vamos a hacer un esfuerzo grande para usar los recursos de otra forma y ser más eficientes.
— ¿No es que se eliminarían dependencias sólo para achicar el gasto?
– Algunas sí. Necesitamos un Estado más eficiente y que no obstaculice el crecimiento. No podemos tener Estado elefantiásico con funciones deplorables.
— ¿Deplorables…?
– En las provincias los servicios de salud, educación y seguridad no son mejores que hace 20 años y se gasta más del doble que entonces. Eso muestra ineficiencia notable. El sueldo de maestros y policías es muy bajo: hace décadas se podían comprar su casa y hoy no.
— ¿Entonces es posible encarar el problema fiscal sin recortar el salario real de los estatales?
– Nunca dije que hay que bajar los salarios. Poco de los recursos públicos van a salarios y, quizás, en algún momento futuro hasta se podrían subir. El problema son los fondos destinados a funciones no estatales como los subsidios que paga la Nación.
—Sólo el 10% del gasto público nacional es flexible a la baja ¿Cómo se pasa la motosierra que promete Javier Milei sin afectar jubilaciones y planes sociales?
– No es así. Eso es un cuento. Como él dice, hay que reducir donde “muerde la política”: empresas públicas, subsidios económicos, pésima asignación de recursos en infraestructura, Aportes del Tesoro Nacional discrecionales. Y eso no es instantáneo. El próximo gobierno estará restringido por el presupuesto que se apruebe. Se pueden modificar algunas partidas, reasignar gastos, pero no mucho más. No es instantáneo. Si un señor no tiene funciones no hay por qué pagarle. Y a los beneficiarios de planes sociales hay que capacitarlos y asignarle tareas productivas.
Mondino es Directora de Asuntos Institucionales y profesora de la Maestría en Finanzas de la UCEMA. También integra el directorio de empresas como Pampa Energía, Bodegas Bianchi, Loma Negra y Banco Roela entre otras.
— Sergio Massa está aplicando un ajuste. Hay un fuerte recorte del gasto y sólo sube el pago de intereses de deuda. ¿Lo vs como un esquema adecuado?
— Si el ajuste en curso está bien hecho, aplaudiremos. Si no, será una pena. Que siga el ajuste y cuando más profundo, mejor. La reducción del gasto es inexorable. La cosa es hacerlo de modo inteligente para que sienten las bases del crecimiento. No se puede gastar lo que no se tiene. Pero hoy el ajuste se está haciendo sólo porque no hay plata y se demoran pagos que habrá que hacer más adelante.
— ¿Cuál es su proyección para el próximo año considerando los vencimientos de deuda que tiene que enfrentar Argentina?
–Es un problema que el resultado no haya sido bueno para Unión por la Patria. Si concluyen que no tienen chances de ganar harán «plan platita» 1 o 2 y el problema lo enfrenta el siguiente. La tasa de interés compuesta llega al 200% y eso genera una obligación para el gobierno que viene.
— ¿El que sigue podrá honrar la deuda y en bajo qué condiciones?
— No se sabe en qué condiciones. Pero Argentina tiene que honrar su deuda. Hoy se está renovando deuda a tasas cada vez más altas. Los bonos duales ajustan por inflación o tipo de cambio, a elección del acreedor. La semana pasada el país debía menos que ésta, ya que el lunes la deuda se encareció 21% por la devaluación.
— ¿Le parece correcta esa devaluación del tipo de cambio oficial?
— No porque no hay un plan que la sustente. Ya vimos que tuvo un efecto negativo en el blue.
Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba, completó su formación con una maestría en la Universidad de Navarra y cursos en en las de Columbia, Yale y Darden, de los Estados Unidos. En 1991 fundó Risk Analysis, una calificadora de riesgo local que luego fue comprada por Standard & Poor’s.
—¿Cuál es el núcleo de la receta salvadora para frenar los precios?
— Es necesario eliminar el déficit fiscal y el cuasi fiscal, que te hace emitir más para pagar deuda. Ningún banco central genera fondos propios. La única manera de pagar su deuda es emitiendo más. Cuando tenga superávit el Tesoro asume esa obligación.
— Ese es un proceso que requiere tiempo y hoy la inflación está casi desbocada. ¿No se puede hacer un stop?
– No. Técnicamente no se puede porque congelarías la situación con estos sueldos, tarifas y alquileres. Se tienen que acomodar los precios relativos antes. Esta no es una situación deseable. Con este nivel de producción, sin crédito y con ingresos que no alcanzan. La gente quiere que la inflación se acabe el 10 de diciembre pero sería una tragedia y no una solución.
—¿Por qué consideran una “aberración” la justicia social, como gritó Milei en su discurso del domingo?
– Es un concepto de hace 50 años y es un oxímoron. Si es justicia, a cada uno lo suyo. Si es social, también. ¿Quién tiene que decidir lo que a cada uno le corresponde?…
— Pero la relación de fuerza de los actores económicos no es igual. ¿Cómo pueden mejorarse las cosas sin un Estado que arbitre?
-¿Por qué el Estado tiene que decir qué le corresponde a cada uno?… Puede ser que haya un tercero. El problema es que le saque a uno para darle al otro. ¿Yo gano lo mismo que Messi y toco el piano igual que Marta Argerich? En un esquema de justicia social el que es mejor recibiría lo mismo que el otro.
— Hoy hace falta un árbitro aunque sea para igualar oportunidades.
– Igualdad de oportunidades y ante la ley, sí. Nada más. La justicia social es todos igual y el que es mejor recibiría lo mismo que otros. Nadie dice en el futbol que todos tienen que ser iguales.
— ¿Y qué se hace con el 60% de los chicos pobres?
–Por eso trabajamos con la idea de que las escuelas sean mejores, también en el servicio de alimentación que ofrecen, porque hoy los chicos en las escuelas comen poco y mal. Dijimos que los recursos para Educación van a aumentar: no sólo no se recortan sino que se reasignarán
—¿Creen necesario reformular el acuerdo con el Fondo Monetario?
— Este acuerdo vigente no se puede cumplir y hay que renegociarlo. Y el nuevo acuerdo tiene que ser razonablemente negociado con los candidatos porque será responsabilidad del próximo gobierno.
–– Usted también objeta lo que llama la “tiranía tributaria” de AFIP porque retiene impuestos…
— Claro!… Por ejemplo, hay que pagar anticipos cuando se emite una factura a un cliente que, quizás, luego no paga.
— ¿Pero no son recursos de AFIP para controlar la evasión?
— ¿No será al revés?… Esas cosas son un estímulo para que se hagan operaciones en negro.
— ¿Cuál debería ser el eje comercial de una política comercial exterior?… ¿Reanimar el Mercosur, por ejemplo?
— No!… Que cada empresa exporte adonde quiera y pueda. El Estado no debe operar en este sentido. Puede firmar acuerdos de libre comercio pero nada más. El Mercosur tuvo sentido en otro momento. Cuando Brasil podía ser destino de nuestra producción agropecuaria. Pero no ahora, que compite con Argentina como proveedor del mundo en esos bienes.
— En tarifas de servicios públicos parece que no habría mucha diferencia entre lo que postula la Libertad Avanza y sus principales rivales de la contienda electoral: aumentos para eliminar subsidios. Pero eso supone fuertes ajustes en dólares para sectores de bajos ingresos…
— Posiblemente no sean necesarias esas grandes subas en dólares. Para evitar esos aumentos hay que introducir más competencia en todos los segmentos de producción, generación, transporte y distribución de luz y de gas. No es cierto que sean monopolios naturales.
— El asesor del espacio en tema energético, Eduardo Rodriguez Chirilo habla de liberar las exportaciones de petróleo y gas pero a condición de que esto no signifique ni “riesgo en el abastecimiento” ni “encarecimiento” de esos bienes. Acá tampoco hay mucha diferencia respecto a lo que plantean Serio Massa o Patricia Bullrich…
— Seguramente tendremos capacidad de exportar petróleo ahora mismo y gas en un futuro. Cuando más libre sea ese proceso, mejor. Pero es un proceso.
— ¿Se puede concluir que Javier Milei es un león herbívoro?
– … No sé. Lo que sé es que nosotros queremos terminar con el lema de “vivir con lo nuestro”. Lo mejor es la competencia. Hay que cambiar de forma equilibrada. Primero se abren las exportaciones y luego, más despacio, las importaciones.