Apenas unas horas después de que se conociera la noticia de que Alejandro Gómez había dado positivo en un control antidoping, Monza, el club con el que el Papu había firmado contrato hace menos de un mes, publicó un frío comunicado en el que dejó abierta la chance de interrumpir el vínculo laboral.
A través de su sitio web oficial, el club lombardo anunció que había recibido este viernes una notificación de la FIFA que daba cuenta de la sentencia de primer grado que la Comisión Antidopaje española le había aplicado al exjugador de Arsenal y San Lorenzo tras haber detectado restos de terbutalina, un fármaco tomado para calmar una crisis de broncoespasmo, en un control efectuado en octubre de 2022, cuando el futbolista se desempeñaba en Sevilla.
Como consecuencia de esa ingesta, que Monza evalúa como “involuntaria”, el futbolista campeón del mundo en Qatar con el seleccionado argentino fue suspendido por dos años. Ante ello, la institución que pertenece a la familia Berlusconi advirtió que se reservaba “el derecho de valorar los siguientes pasos procesales”, que podrían incluir la cancelación del contrato del futbolista, que expira el 30 de junio de 2024.
El comunicado del Monza por el caso Papu Gómez.Tras desvincularse de Sevilla el 1 de septiembre, el Papu acordó su llegada a Monza, su tercer club en Italia: antes había jugado tres años en Catania, entre 2010 y 2013 (disputó 111 partidos y marcó 18 goles), y otros seis años y medio en Atalanta, entre 2014 y 2021 ( 250 encuentros y 59 tantos), tras un breve paso por el Metalist ucraniano.
El 29 de septiembre, el delantero de 35 años firmó un contrato hasta el final de la actual temporada con Monza, que lo presentó con bombos y platillos. Incluso publicó en sus cuentas en las redes sociales un video en el que se veía al futbolista bailando con Adriano Galliani, vicepresidente adjunto y director general de la institución.
Enseguida, Gómez se puso a las órdenes del entrenador Raffaele Palladino y debutó solo 96 horas después, en el partido que su nuevo equipo le ganó 1 a 0 como visitante a Sassuolo por la séptima fecha de la Serie A: ingresó a los 30 minutos del segundo tiempo en reemplazo del griego Georgios Kyriakopoulos.
Seis días después, también participó en el triunfo 3 a 0 sobre Salernitana en el Stadio Brianteo de Monza (jugó 26 minutos). Esos fueron los únicos dos encuentros que el exjugador del seleccionado argentino alcanzó a disputar con los Biancorossi antes de que su carrera quedara en suspenso como consecuencia de esta suspensión.