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«Qué pregunta…»: Nancy Dupláa enamora a un joven con autismo en una película de Netflix y responde (casi) todo, hasta de Milei

Pensábamos titular “A solas con Nancy Dupláa», pero será imposible: estamos en la exclusiva mansión Alzaga Unzué, un impresionante palacete estilo francés que perteneció al Hyatt Hotel cuando allí se hospedó Madonna. Aquí armaron una especie de estudio de televisión que debe haber demandado casi el mismo esfuerzo de producción que Goyo, la película que la actriz protagoniza junto a Nicolás Furtado, el Diosito de la serie El Marginal.

Luces que dan calor y ahora nos ponen un micrófono como si estuviéramos por salir al aire. Anuncian que van a grabar la charla. Nos sientan enfrentados. Contamos un, dos, cuatro técnicos detrás de una consola, un par de encargadas de prensa y, de fondo, un reloj que nos indica cuánto debe durar la entrevista. Todo esto lo produce Netflix. Se ve que el tiempo del streaming es aún más tirano que el de la televisión.

Nancy está vestida como para un cumpleaños de 15. Se le ven las piernas y uno observa de arriba abajo. Rodillas, tibia, pantorrillas. Los muslos no, habrá que adivinarlos. La miramos más o menos igual que el personaje de Furtado (Goyo), un muchacho con autismo, con síndrome de Asperger de engominado castrense en la película de Marcos Carnevale, que tendrá su estreno global el próximo viernes 5 de julio, donde además trabajan Soledad Villamil y Pablo Rago, entre otros.

Goyo es guía de museo en el Bellas Artes, adora a Vincent van Gogh. Todos lo ven inteligentísimo, culto, pero un poco raro. Su rutina se hace pedazos cuando Eva, la milf que compone Dupláa, se convierte en la nueva guardia de seguridad del museo.

Nancy Dupláa, lista para un estreno en cine y en Netflix. Fotos: Loli Laboureau / Netflix.Nancy Dupláa, lista para un estreno en cine y en Netflix. Fotos: Loli Laboureau / Netflix.«Milf», así dice el guion. Hace referencia a una mujer atractiva y considerada deseable sexualmente que, por su edad, podría ser la madre de la persona que emplea el término. Debe ser raro para la inspiración de una actriz que nunca fue más allá de una belleza serena y espontánea, de esas que uno puede descubrir en la góndola de frutas y verduras del COTO.

El personaje de Nicolás Furtado es bastante brillante y tiene, dadas las características de su trastorno de espectro autista, una cualidad que encandila: no sabe mentir, es literal y no usa eufemismos. Llegamos al encuentro con la actriz un poco mimetizados por el filme que acabamos de ver.

-Estás muy buena Nancy.

-¡Gracias!

-En serio.

-Gracias, de verdad… bueno, a una le cuesta verse –dice sonriendo prácticamente con la misma cara que le conocimos en Montaña rusa.

-Bien elegido tu papel de «milf». No debe haber muchas mujeres de tu edad…

-54 tengo…

-Digo: mujeres de 54, mujeres «reales» que lleguen a un set de filmación sin ninguna cirugía…

-No sé si soy tan real, pero no porque yo me crea mil, sino porque tengo un montón de posibilidades: poder comer bien, poder cuidarme, la mejor medicina, la mejor información. Soy una mujer, Nancy Dupláa, con todas sus posibilidades y privilegios. Eso no me hace muy común. Sí me considero bastante formal. Entiendo que el que vea la película me va a ver un poco a mí, pero hay ciertas cosas que se me hacen complejas de llevar…

Nancy Dupláa enamora al personaje de Nicolás Furtado. Fotos Cleo Bouza /NetflixNancy Dupláa enamora al personaje de Nicolás Furtado. Fotos Cleo Bouza /Netflix-¿Qué cosas?

-La exposición, esto que hacemos ahora, las galas, los vestidos. Pero uno tiene que ser parte en determinados momentos y para mí eso siempre fue una pesadilla.

-Sos noticia por cosas que no tienen mucho que ver con temas de espectáculos. Hace poco dijiste que debías lidiar con la agresividad de la gente. Tanto vos como Pablo (Echarri).

-Bueno, es que una se metió en este campo y poner de manifiesto lo que pensás ideológicamente, sentar una posición, te ubica en un lugar determinado. Lo que nos sostiene a nosotros es ser coherentes, tener el mismo pensamiento. Entonces, bué, sabemos dónde nos metemos.

-¿Dónde?

-En un campo minado, en un campo de guerra y aprendés a bancarte la que viene. Intentás ser cada vez más fuerte.

-¿Qué trabajo te demanda el compromiso?

-Y bueno, primero hay que tener el privilegio, el tiempo, la plata, poder vivir bien, irte de vacaciones, poder hacer lo que te gusta. Eso siempre me demandó esfuerzo y aprendí a llevarlo adelante sin que me diera culpa el éxito. Al tener todas las posibilidades, aprendí a vivir mejor y a saber que uno puede expresar sus ideas políticas y dormir tranquila a la noche, bancándose la que venga con inteligencia emocional.

-Inteligencia emocional. Parece un oxímoron…

-Pero dejalo, está bueno. Existe. Los chicos, además de educación y escuela, lo que más necesitan es amor, amor, amor, dedicación. O sea, hacer crecer la inteligencia emocional. Y esto lo linkeo con Goyo. El personaje de la película es una invitación a vivir la vida desde alguien con Asperger, que tiene muchos problemas con lo sensorial, con el alrededor. Digo esto, porque a veces hay que saber bajar la energía para poder conectar con el otro, para que el otro pueda confiar y convivir en paz.

«Soy una mujer, Nancy Dupláa, con todas sus posibilidades y privilegios. Eso no me hace muy común».Goyo es una historia de amor, más allá de las diferencias, y que propone reflexionar sobre los vínculos y la inclusión. «Elegí la temática del autismo porque es la mirada más objetiva y desprejuiciada que conozco», dijo Carnevale, también director de Granizo, Elsa y Fred o Corazón de León.

-Nancy, uno ve «Goyo» y piensa en la neurosis que nos ahorraríamos si fuéramos más auténticos. Tampoco vamos a pedir más Asperger, ¿pero que deberíamos hacer?

-Tener más sinceridad y capacidad para ver más allá. Ver de verdad. Eso.

-¿Es cierto que hay un Van Gogh auténtico en el Bellas Artes?

-¡Sí! Te volvés loco, una belleza haber filmado ahí.

Abrazada con el director de Abrazada con el director de «Goyo», Marcos Carnevale. Nico Furtado observa. -El otro día escuché a Pablo Echarri decir que su mejor actuación no fue en «Resistiré» o en «Montecristo» sino en SAGAI (la ONG que gestiona y administra los derechos de propiedad intelectual de actores y actrices). Pregunta: ¿Pablo se retiró de la actuación?

-A Pablo le gusta mucho la política. Resolver problemas de la gente desde la política, lo cultural, y en este caso SAGAI es un encuentro y es la posibilidad de pertenecer a un colectivo con mucha necesidad en este momento.

-¿Pero se retiró?

-A él le encanta actuar. Le gusta actuar más que a mí. Es más vocacional que yo.

Nancy hace de una empleada de seguridad del Museo de Bellas Artes.Nancy hace de una empleada de seguridad del Museo de Bellas Artes.Más de 30 años de trabajo tiene Nancy. Empezó a los 23. En la película se nota tanto su experiencia como la de Pablo Rago, que vuelve a lucirse en un papel de reparto haciendo honor a una fluidez gestual atípica para el cine argentino

Nancy Dupláa, sin tanto cine

-Sin embargo, vos no tenés mucho recorrido en cine.

-Hice poco cine porque no lo elegí hacer. No era un espacio que me hiciera sentir cómoda. La verdad, me costaba encontrarle la vuelta. A mí me gusta el vértigo de la televisión, grabar muchas horas. Estar en esa dinámica me encendía.

-Una duda: teniendo en cuenta el boom del streaming, ¿hay más o menos ficción que antes?

-No hay ficción. Hay mucho teatro, tenemos una calle Corrientes y un teatro independiente abultadísimo, pero no tenemos ficciones en la tele. Hacer una ficción en la Argentina, por cuestiones económicas, es muy caro. Hubo muchos recortes en la cultura en general, de eso no hay dudas. Lo que hay, entonces, es muy bueno, pero es poco para la cantidad de actores que existen. Y también para la avidez del público: a la gente le encantan sus ficciones con actores nacionales. Cuando yo estuve en El reino me paraban y me decían, «¡Ay, está Mercedes Morán, está Peretti, está Joaquín Furriel…!».

-Vos decís que tenés que plantarte con tus ideas, pero los actores, en general, piensan todos como vos…

-Yo estoy equivocada, no ellos. Para mí es muy fuerte no decir lo que pienso. Eso no quiere decir que lo mío esté bien. Yo lo digo desde el privilegio de que no me importe perder lo que tengo en cuanto a mi trabajo. Decir lo que pensás puede ser muy incómodo.

-¿Te afectó laboralmente?

-No, mi rueda de trabajo nunca se detuvo, siempre fue buena. Los actores, además, nos respetamos entre todos. Yo hice una película con Brandoni…

-¿Te gustaría que fracase Milei?

-Qué pregunta chota. Poner la palabra “fracaso” y “Milei” juntas… No, yo no me voy a hacer cargo de esa respuesta. Lo que no quiero es que siga fracasando el pueblo argentino. La que siempre paga el pato es la gente.

POS

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