El Ballet Contemporáneo del San Martín, esa gran compañía que codirigen Andrea Chinetti y Diego Poblete, acaba de llevar a escena La tempestad del coreógrafo Mauricio Wainrot. Esta obra fue estrenada originalmente en 2017 y como bien puede deducirse, está inspirada en la tragedia homónima de William Shakespeare.
Pero antes de internarnos en la creación de Mauricio Wainrot hay que saludar el regreso, después de un año, del Ballet Contemporáneo a la sala Martín Coronado. Es una gran alegría ver a estos bailarines en el espacio que han ocupado regularmente -es decir, las sucesivas generaciones de intérpretes- a lo largo de más de cinco décadas; pero a la vez nos lleva a la pregunta de por qué su ausencia de casi un año en ese fantástico escenario.
Volviendo a La tempestad, el término “inspirada en la tragedia homónima” da cuenta del procedimiento que tiene a su disposición un coreógrafo para llevar las palabras de un texto teatral y poético al lenguaje de la danza, tanto más abstracto. ¿Con qué herramientas tomadas de los propios movimientos puede hacerse esa traducción?
Mauricio Wainrot adapta con maestría una obra literaria a un vocabulario de movimiento, en «La tempestad». Foto: Carlos FurmanAl respecto y en un breve texto del programa de mano, Wainrot escribió: “Adaptar una obra literaria a un vocabulario de movimiento es siempre una gran aventura. Frente a la complejidad de la empresa, Shakespeare, con su enorme genio para crear personajes y situaciones, ofrece numerosas opciones, múltiples caminos. En mi versión de La tempestad, todos los personajes surgen de la mirada del protagonista, Próspero, duque de Milán”.
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La coreografía de Mauricio Wainrot, a cargo del Ballet del San Martín
Y efectivamente, Wainrot trabajó fundamentalmente sobre los personajes; pero no para detenerse puntillosamente en la historia shakesperiana, sino para crear con ellos y a través de ellos un gran fresco que expone sus pasiones, sus odios, sus luchas por el poder y también el amor y el perdón.
En este sentido, el coreógrafo alterna grandes escenas de conjunto (los miembros de la corte de Próspero, las brujas, las escenas de la tormenta en el mar) con otras de un corte más íntimo y más lírico como el dúo de Próspero con su hija Miranda o el de la propia Miranda con su enamorado.
Las ventajas de tener un gran elenco
El elenco que llevó adelante la función de estreno es absolutamente superlativo (como lo será sin dudas el segundo; el Ballet del San Martín se encuentra en un punto muy alto tanto técnico como interpretativo, si vale a esta altura establecer esa división).
Hay que empezar por el protagonista central, Próspero, encarnado con gran autoridad por Rubén Rodríguez. Su presencia recorre toda la obra así como las alternativas que atraviesa en relación a su hermano, que lo traiciona, a su hija Miranda que lo acompaña amorosamente, y a sus espíritus bienhechores: los Arieles.
Una imagen de «La tempestad», la impactante obra de Mauricio Wainrot. Foto: Carlos FurmanEn el original de Shakespeare, Ariel es un único ser sin sexo definido, pero Wainrot lo multiplicó por cuatro: una mujer y tres varones. La Ariel femenina, que asume un papel más expandido que el de los Arieles masculinos (Alejo Herrera, Lautaro Dolz y Matías Coria) tuvo en Flavia Dilorenzo una sensible y refinada interpretación.
En el rol de Miranda, una bailarina maravillosa: Ivana Santaella. Su delicadeza y su profundidad dan a este personaje tan cercano a Próspero y que es al mismo tiempo inocente y compasiva, una cualidad muy bella. Por su parte Calibán, un ser salvaje que Próspero domestica y pone a su servicio, fue extraordinariamente interpretado por Adrián Ballatore. Para él, Wainrot creó un vocabulario de movimientos en una línea muy eficaz y muy contrastante con el del resto de los personajes, más apolíneos.
Aunque también hay un eficaz contraste en el excelente dúo del bufón Trínculo (Damián Saban) y el borracho Esteban (Vicente Manzoni) si bien, cuando se desconoce el original de William Shakespeare, es más difícil ubicarlos en el relato coreográfico.
El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín muestra todas sus virtudes en «La tempestad», la obra de Mauricio Wainrot. Foto: Carlos FurmanEn otros papeles destacados la siempre sólida y muy expresiva Carolina Capriotti como la bruja Sycorax, madre de Calibán, y Boris Pereyra como Antonio, hermano de Próspero.
El vestuario de Carlos Gallardo es hermoso en su atemporalidad y el sereno final coral, con Próspero en el centro de la gran masa de personajes, cierra de un modo ideal las turbulencias de esta tempestad contada con la danza.
Ficha
Mauricio Wainrot hizo la coreografía, el libreto y la dirección de «La tempestad», que puede verse en el Teatro San Martín. Foto: Martín BonettoLa tempestad
Calificación: Excelente
Coreografía, libreto y dirección: Mauricio Wainrot Música: Philip Glass Vestuario y escenografía: Carlos Gallardo Compañía: Ballet Contemporáneo del San Martín, directores: Andrea Chinetti y Diego Poblete Funciones: martes y miércoles a las 20 hasta el 7 de agosto Teatro: San Martín, Corrientes 1530, CABA