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Juan José Aranguren: «Kicillof le hace un favor a Burford cuando dice que los directores de YPF son funcionarios de Milei»

Juan José Aranguren fue el primer ministro de Energía de Mauricio Macri -entre 2015 y 2018- y luego se dedicó a la consultoría y la docencia en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Desde ese lado, analiza que la decisión de YPF y Petronas de desarrollar su proyecto de gas licuado en Río Negro es más conveniente que en Bahía Blanca por cuestiones estrictamente económicas y técnicas.

-¿Por qué cree que las inversiones para el Gas Natural Licuado (GNL), si se hacen, irán para Río Negro?

-Independientemente de lo que dijo el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, YPF y Petronas eligieron a Punta Colorada, Río Negro, en vez del puerto de Ingeniero White, cercano a Bahía Blanca, tras la auditoría de la consultora internacional Arthur D. Little, contratada para evitar que se piense que hubo una decisión política. En cuanto a lo técnico y económico, la locación está más cercana a Vaca Muerta, unos 70 kilómetros, y eso es relevante en cuanto a los costos de construir tres gasoductos de 600 o 670 kilómetros. Todo cuenta para reducir los costos del proyecto.

En el puerto del Golfo San Matías habrá mayor calado natural (profundidad del agua), por lo que será un menor gasto en el dragado de los canales de acceso; disponibilidad de terrenos y menor tráfico marítimo, ya que no existirá la interferencia de otras actividades como el agro y la petroquímica.

Adicionalmente, en Río Negro se podrá generar una sinergia con las boyas para la exportación de petróleo crudo, tras la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Sur.

Entrevista a Juan José Aranguren, ex ministro de Energía y Minería. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Archivo Clarín).Entrevista a Juan José Aranguren, ex ministro de Energía y Minería. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Archivo Clarín).Y la provincia ofreció mejores condiciones regulatorias y fiscales necesarias para el desarrollo del GNL, como exenciones por 10 años de los impuestos de Ingresos Brutos y Sellos, de acuerdo a lo que pidió por carta el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, a ambos gobernadores.

Igualmente, no hay que confundirse. Elegir la ubicación es el primer paso y no significa necesariamente que el proyecto va a ser una realidad.

-¿Todo eso hace la diferencia, teniendo en cuenta que en Bahía Blanca ya hay un puerto y en Río Negro se está por construir?

-Sí. Si el proyecto se da en la magnitud que se espera, serán 470 barcos por año saliendo con exportaciones de gas licuado.

El puerto de Bahía Blanca ya tiene su actividad y un movimiento importante. Una demora en el ingreso o salida de un buque, un problema de dragado o conflicto gremial, supone un argumento suficiente para evitar hacer una mega inversión ahí.

Juan José Aranguren está convencido de que prevalece lo económico antes que lo político en el GNL. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Archivo Clarín).Juan José Aranguren está convencido de que prevalece lo económico antes que lo político en el GNL. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Archivo Clarín).Además, YPF y Petronas toman decisiones en función de lo que es mejor para sus accionistas. Debemos confiar que es su obligación hacer un análisis exhaustivo.

El director de una empresa se debe a ella. Y justamente para alejar cualquier tipo de suspicacia de condicionamientos políticos es que se contrató a una consultora.

-¿No hay espacio para una decisión política? ¿Es 100% económica y técnica?

-No, desde mi punto de vista. Me resulta raro que alguien pueda pensar que hubo llamados de Casa Rosada diciendo que se evite Buenos Aires porque su gobernador sea opositor a Javier Milei.

Axel Kicillof comete errores muy graves cuando habla, que pueden traer perjuicios no solo a Buenos Aires sino a toda la Argentina.

-¿Como cuáles?

-Son errores no forzados y no sé si lo hace por inocente o a propósito. En el 2012, cuando fue el proceso de nacionalización parcial de las acciones de YPF, él dijo que sería estúpido cumplir con el estatuto de la empresa y prometió que no se le pagaría un dólar a los españoles de Repsol. Y hasta se animó a decir que ellos iban a tener que compensarnos por el daño ambiental que dejaban.

Pero en 2014 terminó firmando un convenio de solución amigable para pagar y que el Estado no pueda reclamar nada.

Ahora, ante el despecho por su llegada tardía, señaló que los directivos de YPF son funcionarios del presidente Milei, y eso es un favor al fondo Burford Capital, que demanda en Nueva York, Estados Unidos, que la jueza Loretta Preska aplique la doctrina del alter ego.

Es decir, que considere embargar los activos de la petrolera ante la insolvencia del Estado para resolver el fallo en contra por US$ 16.100 millones por la expropiación, que resultó y quiebra de las sociedades Petersen Energía y Petersen Energía Inversora.

Oportunamente, nuestro procurador del Tesoro -Bernardo Saravia Frías, en la época de Macri- logró sacar a YPF del litigio para evitar embargos.

Sus dichos y acciones nos están costando US$ 5.000 millones de capital, más US$ 4.500 millones de intereses a Repsol, US$ 16.100 millones a Burford y US$ 860 millones por año de otros intereses hasta que paguemos el fallo. Tiene que medir sus palabras porque es muy perjudicial para los argentinos.

-En ese sentido, al irse a Río Negro, ¿las empresas se estarían ‘protegiendo’ de los antecedentes de expropiaciones que ordenó Kicillof?

-No creo. YPF tiene la mayor refinería del país en La Plata y otras instalaciones en la provincia. Por eso tampoco pienso que el destino de la inversión esté determinada, como lo dijo Milei, por quién es el gobernador y sus ideas políticas.

Lo que sí es falso de lo que dijo Kicillof es que no sea necesario adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Eso se estableció en los artículos 165, 224 y 225 de la Ley Bases, que rigen la relación con las provincias y las invitan a adherir.

Si bien el RIGI tiene carácter nacional y cualquier norma de una provincia o municipio que vaya en contrario a su espíritu sería declarada de nulidad absoluta e insanable, era necesario adherir.

Y ahí el gobernador Alberto Weretilneck hizo un movimiento político muy rápido para la adhesión y garantizó otras condiciones, mientras que Kicillof se opuso, hasta que propuso hacer como última jugada un RIGI bonaerense con beneficios distintos en la provincia.

Entonces la adhesión al RIGI fue importante para las empresas a la hora de tomar la decisión.

-¿El hecho de que haya ballenas en el Golfo San Matías constituye un problema ambiental a resolver?

-Ya se tomó una decisión y se tendrán que hacer los estudios ambientales. Pero con el Oleoducto Vaca Muerta Sur ya se hicieron y se instalarán monoboyas de exportación de petróleo crudo.

Los barcos con gas licuado o con granos van por todo el mundo con o sin ballenas, así que no es un argumento válido que le quite potencial. Será totalmente manejable; no escuché que en ningún lugar no se haga una inversión de esta magnitud por las ballenas.

-¿Cuáles son los siguientes pasos en este proceso: conseguir compradores del gas, financiamiento y qué más?

-Las compañías van a tomar la decisión final de inversión (FDI) en varias etapas, entre las barcazas flotantes de licuefacción -que la primera sería en 2027 y la otra en 2029-, para las que la decisión podría estar el año que viene; y la planta en tierra (onshore), que tiene mayor tamaño y estaría lista en 2031 o 2032, si se toma la decisión de inversión en 2026.

Son 30.000 millones de dólares y un volumen total de 120 millones de m3 diarios, un 85% o 90% más que la producción nacional total de gas natural.

El proyecto Argentina LNG implica la construcción en fases de 3 gasoductos y plantas de tratamiento, por ejemplo, por una capacidad de 40 millones de 3 por día cada uno.

Además, se tiene que mirar el mercado a largo plazo: cuánta oferta y demanda de GNL habrá en el mundo en 2031 o 2032 y los siguientes años, los competidores actuales y futuros, las plantas de licuefacción de gas que se están construyendo hoy, los clientes potenciales.

También se necesitan socios o co-suplidores, ya que YPF y Petronas no tienen 120 millones de m3 diarios propios y van a necesitar que otras petroleras también produzcan más gas.

Probablemente haya algún acuerdo con Pan American Energy (PAE) y Golar para sumarse al proyecto que anunciaron y eventualmente ser socios de algo más grande.

Y se necesita un financiamiento a gran escala de bancos internacionales, ya que se va a estructurar como un project finance. O sea, que las empresas salen a vender su proyecto antes de tenerlo.

Por otra parte, la provincia tendrá que facilitar que se hagan rápido los estudios de impacto ambiental y conseguir los permisos para la construcción.

-¿El riesgo país y el cepo al dólar pueden jugar en contra?

-El RIGI establece disponibilidad plena de los dólares por exportaciones. O sea, no hay cepo. El régimen ofrece a los potenciales inversores garantías ante incumplimiento de leyes y contrarrestar nuestra mala conducta.

En cuanto al financiamiento, esto es como el dilema del huevo o la gallina. Si alguien toma la decisión de invertir estos montos en la Argentina, el riesgo país va a bajar y se generará un ciclo virtuoso. La minería podría ayudar en eso con sus proyectos.

YPF va a poner US$ 200 millones este año y recién cuando se tome la FDI empezarán las inversiones fuertes, se va a tener que apalancar.

-¿Cómo ve el proyecto de PAE con Golar?

-La Argentina ya tuvo una experiencia similar, con la barcaza Tango que utilizaron YPF y la belga Exmar, que exportaron algunos cargamentos. Es más rápido y permite tener ventas durante 7 u 8 meses por año, cuando la producción de gas de la Argentina no sea tan demandada por el mercado interno.

Así, el país va a poder exportar a Chile, a Brasil y al resto del mundo. Los proyectos con una magnitud superior a los US$ 200 millones van a poder aplicar al RIGI y la Argentina, mejorar sus exportaciones. Ya este año empezamos a tener superávit comercial en energía.

-Por otro lado, ¿cómo analiza la marcha del Gobierno respecto a los aumentos de tarifas y combustibles, que primero escalaron rápido y después se movieron por debajo de la inflación mensual?

-Pienso que el Gobierno ve que en la percepción social es muy importante que la inflación siga continuamente a la baja, con un presupuesto balanceado de ingresos y gastos.

El razonamiento parece ser que con el blanqueo, el régimen de inversiones, la vuelta de Ganancias y la baja de Bienes Personales van a haber ingresos que permitan moderar la baja de subsidios y priorizar la inflación.

Veo que hay una decisión táctica de demorar el proceso de bajar los subsidios dentro de una estrategia para reducir la inflación.

El apuntado por Kicillof por los aumentos de la nafta

Antes de su paso por la función pública, Aranguren tuvo una carrera de 37 años en la petrolera Shell. En los últimos años, hasta el 30 de junio de 2015, fue apuntado por el kirchnerismo como «responsable» de los aumentos de la nafta y hasta de la devaluación que hizo el Gobierno en enero 2014, que llevó al dólar de $ 6 a $ 8.

Al borde de cumplir los 70 años, este 31 de agosto, el ex ejecutivo petrolero nació en 1954 en Beccar, San Isidro, a tres cuadras del Colegio Carmen Arriola de Marín, de los Hermanos Lasallanos.

De origen humilde, fue becado en esa escuela y luego estudió ingeniería química y de sistemas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), lo que le abrió las puertas de la petrolera angloholandesa en 1978.

-¿Qué fue lo mejor que le pasó en su carrera profesional?

-Un montón de cosas. Tuve la posibilidad de armar un buen equipo, con gente comprometida, en Shell, especialmente en los últimos 12 años, en los que fui presidente.

No creo que haya muchos, como yo, que hayan sido contemporáneos de las tres administraciones de los Kirchner, porque me designaron presidente de la empresa el 1 de enero del 2003 y Néstor Kirchner asumió el 25 de mayo, mientras que me fui el 30 de junio del 2015 y Cristina Kirchner se fue el 9 de diciembre. Tuve esa gimnasia, con todos los riesgos que significó.

También en el Ministerio de Energía y Minería tuve la libertad que me dio el presidente Mauricio Macri de armar a mi equipo con gente de primer nivel, eso fue una gran satisfacción.

-¿Y lo peor?

-Los dos años que acepté estar en las oficinas centrales de Shell en Londres, Inglaterra, manejando los intereses de la empresa en África y en Latinoamérica. Estaba sentado en un escritorio y era mucho más una tarea de asesoramiento que de ejecución, y eso no me gusta tanto.

-¿Y la etapa donde era apuntado por el Gobierno por los aumentos de nafta?

-El espíritu que intenté inculcar en la empresa era un axioma de hacer lo correcto y no lo conveniente, dentro del marco de la ley y siempre que tuviéramos clientes, que estaban satisfechos porque recibían un producto de calidad a un precio que les parecía razonable.

Uno en la vida no puede complacer a todo el mundo todo el tiempo, así que esa no fue una experiencia mala en mi carrera.

Ping-pong

Un desafío: Escribir un libro; ya tuve dos hijos y planté árboles.

Un sueño: Que toda mi familia crezca y pueda desarrollarse siguiendo sus propios principios y valores.

Un prócer: Domingo Faustino Sarmiento.

Un líder: Mahatma Gandhi.

Una comida: Asado.

Una bebida: Vino Malbec.

Un equipo de fútbol: Boca Juniors.

Un placer: Ver cualquier tipo de deportes y jugar golf.

Un libro: «La singularidad está cerca: cuando los humanos transcendamos la biología», de Ray Kurzweil, que habla sobre cómo se transforma la sociedad a partir de la inteligencia artifical.

Una película: Roma (2008), Quebracho (1974), El secreto de sus ojos (2009), toda la saga de El Padrino.

Una serie: Breaking Bad.

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