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El fin de las aplicaciones: cómo es la próxima generación de celulares, moldeada por la inteligencia artificial

Para los analistas, es ya un secreto a voces que las apps tienen los días contados dentro del celular. En los últimos meses, apuntalando esta profecía, surgió una oleada de startups que apuestan por los eléfonos y gadgets «limpios».

Estos dispositivos aprovechan el auge de inteligencia artificial (IA) generativa para desarrollar sistemas operativos aptos para gestionar cualquier tarea a través de un núcleo centralizado y dar inicio a una era que sea posterior a las aplicaciones específicas.

El objetivo es otorgar súper poderes a un asistente para que se convierta en la espina dorsal de los nuevos equipos. Todas coinciden en que las apps son parte del pasado ya que dejaron de ser la opción más simple y directa.

La idea es que el aparado se encargue de gestionar la seguridad y las actualizaciones con sólo escanear el rostro del propietario. Para acceder a todas las funciones se utilizan comandos de voz.

El asombroso concepto del AI Pin.El asombroso concepto del AI Pin.La IA podrá ofrecer un pronóstico del clima y recomendar abrigo o paraguas. Asimilar el estilo de escritura y responder todos los mensajes. Advertir sobre embotellamientos en la autopista o demoras en trenes y colectivos en los que uno viaja.

Cuando se cumplen 16 años del estreno de la App Store y la Google Play Store, para los analistas, esto representa el final de una curva tecnológica y la IA, el principio del ciclo posterior.

Y si bien esta es la primera etapa, cuando uno se acostumbre a que el dispositivo asuma el control activo, no hará falta investigar qué aplicación conviene usar en cada ocasión, descargarla, aprender a usarla y recordar su nombre.

AI Phone

El AI Phone de Deutsche Telekom.El AI Phone de Deutsche Telekom.Deutsche Telekom presentó un concepto innovador de teléfono inteligente que se basa en la capacidad de la IA y que no recurre a ninguna aplicación para resolver pedidos o consultas.

Se rige por un asistente omnipresente llamado Brain.ai -como los que proliferan en estos días- solo que en lugar de ser una opción más en el terminal, es el único camino posible.

La finalidad de este teléfono es minimizar, e incluso eliminar, la dependencia absoluta de los softwares de terceras partes para realizar acciones habituales y maximizar la seguridad.

La empresa alemana afirma que el concepto que estrenará en su dispositivo tendrá una interfaz de usuario desarrollada en colaboración con sus socios Qualcomm y Brain.

Lejos de ser un buque insignia, el AI Phone cuesta apenas 200 dólares. Incluye un Snapdragon 625 y una doble cámara trasera de 13 y 15 megapíxeles.

En este tipo de equipos, la cámara también desempeñará un papel clave, principalmente para las búsquedas. Además, la conectividad 5G será vital para lograr respuestas veloces y precisas.

Brain.ai

El prometedor asistente de brain.ai.El prometedor asistente de brain.ai.Se apoya en un desarrollo propio para la interfaz principal y está diseñado para ser agnóstica al hardware, adaptándose al factor de forma en el que se tenga que ejecutar.

Para responder a una petición que escapa a su entendimiento, tiene la potestad de recurrir a sistemas externos como los de OpenAI o Google, si determina que están mejor preparados para resolver la inquietud.

Al parecer, Brain Technologies recibió solicitudes de varios fabricantes para incorporarlo en sus terminales. Jerry Yue, su fundador, se jacta de ser la única startup en la que invirtió Emerson Collective, la empresa de capital riesgo de Laurene Powell Jobs.

«Intentamos construir un futuro centrado en el ser humano. Pretendemos darle más poder a las personas en esta relación digital. Al fin y al cabo, cualquiera que sea la mejor interfaz, gana», sostiene Yue.

Esta misma orientación conduce a Sierra, que desarrolla agentes impulsados por IA que «elevan la experiencia del cliente» para grandes compañías. Uno de sus slogans dice que la versión de IA de una empresa será más importante que su página web.

A Phone, A Friend

A Phone, A Friend, un concepto que despierta gran interés.A Phone, A Friend, un concepto que despierta gran interés.Esta firma lituana liderada por el empresario Tomas Dirvonskas y Tomas Ramanauskas, pretende erguirse como una revolución el sector de los smartphones a través de un enfoque disruptivo.

El rasgo fundacional es su método de notificación, ya que brinda un resumen (detallado o escueto) de los compromisos semanales, los temas que se tratan en las redes sociales y las noticias más atractivas, como si fuera un informe presentado por un locutor radial.

Este sintonizador de noticias sociales permitirá personalizar las fuentes y el tipo de voz que las transmite. Hata incluso, sugerir determinadas playlist en función del estado de ánimo.

Al ir asimilando las preferencias del usuario, con la intención de anticiparse a sus necesidades, el teléfono garantiza una experiencia fluida y eficiente.

A Friend no sólo representa un salto hacia la comunicación personalizada, sino que también corta con la dependencia de la pantalla, a través de una solución sostenible y centrada en el ser humano.

Además del software, trabaja en paralelo en un diseño conceptual de un teléfono con pantalla de tinta electrónica, bajo consumo, combinado con un sistema de navegación simplificado.

Fracasos inesperados

Rabbit R1 recibió críticas lapidarias.Rabbit R1 recibió críticas lapidarias.Rabbit R1, el gadget retro de color rojo anaranjado tuvo un estreno fallido ya que, según los testimonios recabados en redes sociales “tarda demasiado en dar con una réplica que sea convincente”. Hubo también quejas sobre los mecanismos de manejo y la privacidad.

Con una pantalla de menos de 2,88 pulgadas prometía ser una especie de asistente digital potenciado con IA para encargarse de las tareas cotidianas como pedir un auto, reproducir un tema o localizar un comercio próximo.

El hardware completa con una cámara que puede rotar 360 grados para analizar su entorno, un botón y una perilla giratoria, este dispositivo puede acceder a aplicaciones y realizar acciones mediante comandos simples de voz.

Y si bien su creador, Jesse Lyu, en el CES 2024 lo anunció como el reemplazante natural del teléfono, todavía está muy lejos de ser cierto y deberá sortear muchas pruebas para estar en igualdad de condiciones.

Otra de las firmas que prometía la revolución digital fue el Humane Ai Pin, un wearable con forma de broche, capaz de identificar objetos, hacer fotos y proyectar información en la palma de la mano.

El mismo funciona con un asistente digital que utiliza varios modelos lingüísticos de gran tamaño, como ChatGPT y está diseñado para reducir la dependencia del smartphone.

Mientras algunos entienden que se adelantó a su época, la mayoría coincide en que su elevado precio, 699 dólares, con una suscripción mensual adicional de 24 dólares, que incluye un número de teléfono, fueron determinantes para su mala recepción.

En la previa, Humane recaudó en pocos meses cerca de 230 millones de dólares, gracias a un concepto rupturista que cautivó la mirada y también la billetera de gigantes como Microsoft, Qualcomm Ventures, Marc Benioff y Sam Altman, de OpenAI.

A mediados de 2023, la compañía reveló su producto que también estaba destinado a “reemplazar el smartphone”. Sin embargo, cuando llegó a las vidrieras, tres meses atrás, las expectativas se convirtieron en desilusión. Lo que les habían prometido no era lo que el público esperaba.

SL

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