Después de subir el impuesto PAIS al 17,5% ni bien asumió y mantenerlo durante casi 9 meses, el Gobierno aplicará finalmente una rebaja de 10 puntos para las importaciones de bienes y servicios a partir del próximo lunes, aunque no se descarta que también alcance a los gastos en turismo. El equipo económico oficializará la medida entre hoy y los próximos días, tal como se lo anunció en las últimas horas a diferentes cámaras privadas.
El impuesto se reducirá del 17,5% al 7,5% desde el 1 de septiembre, retrotrayendo la suba dispuesta por la gestión de Javier Milei el 13 de diciembre pasado. El Gobierno venía esquivando la decisión por el impacto que tendrá en la recaudación y la mayor exigencia que supondrá para sostener el superávit fiscal. «El 1 de septiembre se baja el impuesto PAIS, no se va a hacer nada para compensar la pérdida de recaudación», confirmó una fuente del Gobierno.
Según cálculos oficiales, la rebaja implicará una caída del 40% en la recaudación del impuesto, que en julio pasado aportó unos $ 650.000 millones. La expectativa es que la reducción del costo de las importaciones aliente un incremento en el volumen de compras externas y, de esa manera, compense en forma parcial la pérdida de ingresos. Lo que no está claro es cómo hará el Gobierno para evitar que la medida demande más dólares al Banco Central, en momentos que sus reservas son negativas.
Sucede que la rebaja significará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, que pasará de los $1.116 actuales a unos $1.004. Los importadores, sin embargo, no esperan una avalancha de operaciones, dado el stock acumulado de bienes importados y la caída de la demanda por la recesión, mientras el Gobierno apuesta al ingreso de capitales y las inversiones para estimular las exportaciones y sostener el superávit comercial. «Los superávits gemelos no se negocian», señalan en un despacho oficial.
La medida generó gran expectativa en el sector empresario y es una señal hacia el Fondo Monetario, en medio de las tensiones por la continuidad del cepo cambiario. En junio, el organismo volvió a insistir en un tipo de cambio «más flexible» (en lugar de las subas del 2% mensual), ratificó el compromiso de eliminar el dólar exportador o «blend» a fines de junio y la supresión del impuesto PAIS antes de fin de año. Todas exigencias que generan tensión con el equipo de Luis Caputo.
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