Desde este domingo 1 de septiembre la Nación hará la transferencia a la Ciudad de Buenos Aires de las 31 líneas de colectivos que circulan en su territorio y no cruzan los límites del Riachuelo o la avenida General Paz. También dejará de financiar parte del «boleto integrado» o red SUBE, que otorga descuentos de 50% en el segundo viaje y de 75% en el tercer viaje dentro de un ciclo de dos horas.
Estas son las 5 claves de la decisión:
1) Servicio público: cómo va a funcionar
Los pasajeros no deberían notar grandes cambios. El traspaso todavía no es oficial; desde lo estrictamente normativo, la Nación todavía sigue siendo responsable.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), José Troilo, informó que ya este fin de semana podrían verse afectadas las frecuencias, sobre todo por la crisis que arrastra el sector; los precios hace años que dejaron de reflejar los costos.
El jueves 5, cuarto día hábil del mes, será una fecha clave: es cuando debe estar acreditado en las empresas el dinero de los subsidios para pagar los salarios de los choferes. Si hay cortocircuitos, es posible que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) pueda decidir una medida de fuerza -paro o retención de tareas-.
2) La macro: el ahorro fiscal en subsidios
El Estado nacional persigue un objetivo de reducción en el gasto público, con un ahorro fiscal en subsidios que ronda los $ 15.000 millones por mes -el 16% de lo que gasta actualmente-.
Entre tarifas y subsidios, la Nación reconoció al sistema de colectivos en julio un total de $ 205.569,35 millones, de los cuales $ 160.777 millones están a cargo del Estado (Nación pone $ 89.531 millones, la Ciudad $ 7.466 millones y la provincia de Buenos Aires, $ 63.780 millones), mientras que el resto lo pagan los usuarios.
Según los datos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, el gasto en subsidios para los colectivos alcanzó hasta julio los $ 553.390 millones -medidos a moneda constante-, y tuvo un ajuste del 31% en los primeros siete meses del 2024.
3) Red SUBE: cómo integrar el boleto
El Gobierno nacional dejará de financiar la red SUBE o boleto integrado desde este domingo en las líneas que no crucen jurisdicciones; o sea, que solamente recorran la Capital o la provincia. Tampoco financiará ese sistema en el subte, que es de la Ciudad.
De acuerdo a los datos que encontró la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la quita de estos descuentos afectará al 13% de todas las transacciones que se realizan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
4) La pelea política Milei vs Macri
La gran pelea está por la coparticipación: la Nación no terminó de cumplir el fallo de la Corte que la obliga a otorgar $ 80.000 millones por goteo diario, sino que va transfiriendo semanalmente y de a cuotas, en una Ciudad que está en rojo y golpeada por la crisis.
Desde el otro lado del tablero, hay un argumento que esgrime Caputo: todas las provincias se hicieron cargo de sus colectivos tras el pacto fiscal de 2018, menos la Ciudad.
El boleto promedio en el país es de $ 823, y en el AMBA el mínimo es de $ 371. Una de las promesas políticas de Milei en acuerdo con el ex candidato y ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti fue terminar con estas distorsiones en favor del AMBA y en contra del Interior.
5) Impacto en las empresas
Desde hace por lo menos dos años, con el salto inflacionario, las empresas alertan que pierden cada vez más plata. Son más de $ 70.000 millones al mes, que se ve reflejado en una pérdida de frecuencias (caída del 4% en los kilómetros recorridos) y unidades que envejecen (5.101 coches tienen más de 10 años, el 28% del parque).