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La intimidad de ACFA, el primer equipo cristiano que jugará un torneo de la AFA: entrenan leyendo la biblia, rezan en el vestuario y van por el millón de socios

Probablemente no exista vestuario de fútbol sin una virgen de yeso y al menos uno en el plantel que se persigne ante de entrar a la cancha. Pero hay una instancia superadora a ese imaginario: un equipo en el que la palabra de Dios es tan importante como la del entrenador. La historia de los equipos de fútbol de la Asociación Cristiana de Fútbol Argentino (ACFA) tienen un origen diferente al de la liturgia católica y un presente que puede poner a competir a dos planteles simultáneamente bajo la órbita de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

El año que viene, un equipo de ACFA jugará el torneo Promocional Amateur de la AFA que otorga dos plazas en la Primera C, el primero de los tres peldaños tras los que se encumbra la Liga Profesional de Fútbol. Pero además, afiliado a la liga de Zárate, ganó el Apertura y ya tiene su plaza para el Regional Amateur que clasifica al Federal A, el otro camino posible a la máxima categoría del fútbol argentino, ya que ese certamen otorga un ascenso a la Primera Nacional, el paso previo a la elite.

El paradigma de ACFA poco tiene que ver con las virgencitas y la señal de la cruz. Está más cerca de los Atletas de Cristo que en los 90 y 2000 tuvieron al brasileño Paulo Silas como referencia. En ese movimiento está el origen de esta asociación civil que se formó en 2014 y que en 2023 ya tenía la invitación para la primera edición del Promocional Amateur, pero no llegó a conformarse. En 2025 sí presentará un equipo que dirigirá Daniel Cardozo, el mismo que ya está al frente del equipo en la liga zarateña de fútbol.

Antes de conformarse como asociación civil, había una estructura de fútbol sui generis. Estaba la Selección cristiana de fútbol argentino, que se estrenó alzando la Copa América en 2014 y también participó del siguiente Mundial. De ahí su hermandad con Atletas de Cristo, organizadora de esos certámenes y algo así como la FIFA de este nicho, pero con sede en Colombia.

Cardozo predica en el vestuario, antes de un entrenamiento. Fotos: Emmanuel Fernández Cardozo predica en el vestuario, antes de un entrenamiento. Fotos: Emmanuel Fernández Ahora, con personería jurídica puede participar de los campeonatos que AFA organiza directamente –el Promocional Amateur- o indirectamente a través del Consejo Federal de Fútbol. Entonces ACFA le apunta a sus socios potenciales de todo el país, la población evangélica, y lanzó una campaña de afiliación concreta: apenas dos mil pesos mensuales congelados hasta marzo.

Parece poca plata, pero la cuenta es ambiciosa si se tiene en cuenta que la en la argentina hay casi 8 millones de personas evangélicas y en ACFA le apuntan a entre el 5 y 10 por ciento de esa masa, es decir entre 400 y 800 mil personas que en diciembre hayan desembolsado entre 3,2 y 6,4 millones de pesos.

En una época en la que el Gobierno Nacional fijó por decreto de necesidad y urgencia la inclusión de las sociedades anónimas deportivas en la órbita de la AFA, el propósito de este club es otro.

“La Asociación Cristiana de Futbol Argentino (ACFA) es una asociación civil sin fines de lucro con el propósito de utilizar el fútbol como estrategia para cumplir con la gran comisión dada por nuestro Señor Jesucristo en Marcos 16:15. Desde 2014 nos encontramos adheridos a la Asociación Cristiana Internacional De Fútbol (A.C.I.F.), Organización Internacional con sede en Bogotá, Colombia”, indican sin vueltas en sus canales oficiales.

En ACFA se juega al fútbol, hay pierna fuerte y se traba como la última vez, pero sin mal intención. Fotos Emmanuel Fernández En ACFA se juega al fútbol, hay pierna fuerte y se traba como la última vez, pero sin mal intención. Fotos Emmanuel Fernández El dinero que pretenden recaudar tiene como la finalidad de “tener predio propio” y el propósito de “llegar al fútbol profesional» y cumplir con su propósito. ¿Qué significa la coordenada Marcos 16:15? Lo que dice Marcos, un discípulo, en el capítulo 16, versículo 15, de la biblia. «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”, dice textualmente.

El fútbol

Y de eso se trata, no solo de jugar a la pelota y llegar a practicar fútbol profesional, como Franco Aguirre Ríos, quien jugó el torneo pasado con ACFA y firmó contrato en San Telmo, en la Primera Nacional o Amiel Buenamelis quien pasó a Yupanqui, en la Primera C. “Elias Cardozo, Ángel Oñate, Pablo Cuevas y Facundo Martín están jugando en el ascenso italiano. Juan De La Rosa está jugando en segunda en República Checa y Franco Martinelli en Belgrano de Zárate del Promocional Amateur, además de que el año pasado Agustine Yufeh pasó a la UAI Urquiza de la B Metro, entre otros”, se jacta Cardozo, el DT.

¿De dónde salen los jugadores? La cantera puede ser inagotable si toma en cuenta el universo cristiano: ACFA tiene presencia en 22 provincias en las que se realizan torneos en liga local, libres, juveniles, femenino y seniors. Son unos 300 equipos y 4000 personas, entre futbolistas, delegadas y delegados, entrenadores, colaboradores y, por supuesto, predicadores.

Postales de un entrenamiento de ACFA en la cancha de Deportivo Español. Fotos Emmanuel Fernández Postales de un entrenamiento de ACFA en la cancha de Deportivo Español. Fotos Emmanuel Fernández Cardozo hizo inferiores en Chacarita, debutó en la Primera de Deportivo Merlo y a los 21 se fue Europa y jugó en el ascenso de España e Italia. Su último fichaje fue en Nueva Zelanda y de regreso a la Argentina comenzó el curso de técnico. En 2018, estrenó el diploma con el seleccionado cristiano, armó planteles para el Mundial y, como a todo, la pandemia le detuvo la marcha. El proyecto de participar en la liga de Luján quedó trunco. Post Covid, el sueño se cristalizó en la de Zarate, con el presente que lo tiene en lo que resta del año y el comienzo del próximo con las dos competencias en ciernes.

¿Cómo es un equipo cristiano? La primera diferencia es que uno convencional deja las estampitas en el vestuario y la virgen, a lo sumo, llega hasta el banco de suplentes. En ACFA, los rivales escuchan “la palabra de dios” en la voz de algún jugador o integrante del cuerpo técnico. Se puede ver en su cuenta de Instagram como titulares y suplentes de Midland o Flandria los escuchan en el gimnasio antes de un amistoso.

Lo mismo sucede puertas adentro, en las prácticas. Los miércoles, por ejemplo, buena parte de la charla no tiene que ver con el rival, ni con recursos técnicos para preparar el siguiente partido. Se repasan versículos de la biblia. De ahí se desprenden acciones conceptos que se llevan a la cancha que, dicho de otro modo, podría considerarse una herramienta de fair play.

Ahora sí, en la cancha, se habla (también) de fútbol. Fotos Emmanuel Fernández Ahora sí, en la cancha, se habla (también) de fútbol. Fotos Emmanuel Fernández Hay «valores bíblicos» para situaciones de juego o identidad del equipo. Si Cardozo quiere hacer hincapié en la solidaridad, ahí está el pasaje Hebreos 13:16 «Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios». ¿Respeto? El DT se apoya en Efesios 6: «Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra».

La idea de pensar al equipo como un estereotipo equivalente al de la familia Flanders –con Homero Simpson encarnando al colectivo futbolero-, es una tentación. Pero para eso está Cardozo, que puede explicar con mucho gusto las características de la identidad de un equipo.

-¿Dónde quedan máximas como: “Al rival hay que pisarlo”, “el fútbol es para vivos” y la noción de engañar para sacar ventaja con la viveza como estandarte?

– Los martes de entrenamiento nos juntamos 40 minutos antes y compartimos la palabra de Dios. Por ejemplo, no devolvemos mal por mal. Es decir, si el rival te pega una piña, una patada o te insulta, nos tenemos que quedar callados, pedir disculpas.

– Pero debe ser un proceso, frente a una piña, el reflejo natural no es quedarse callado…

– Claro, tenemos chicos que cuando vinieron llegaron con cosas del fútbol convencional que acá se las sacamos. Tenemos una norma de conducta y jugador que es amonestado por alguna mala actitud (como contestarle el árbitro, discutir con insultos con un jugador, no por una falta táctica), nosotros en la semana lo agarramos, le hablamos y le cobramos una multa. No es por multarlo, si no para que aprenda a no cometer el mismo error. Tocando el bolsillo, los chicos entienden más. Nosotros les enseñamos que lo que dice la Biblia hace mejor al ser humano y así también mejora a los jugadores. Un jugador que vive nervioso tiende lesionarse porque el cuerpo mismo al tener emociones negativas, libera cortisol una hormona que es un veneno que te recorre todo el cuerpo. El primer síntoma es el estrés. Y después las lesiones Te atrofia los músculos. Sí, la Palabra de Dios ayuda mucho mejor y mejora rendimiento.

El famoso túnel, también en ACFA. Fotos Emmanuel Fernández El famoso túnel, también en ACFA. Fotos Emmanuel Fernández – ¿Cuál es el principal vicio de los jugadores?

– El orgullo. De todos: acá o en un club convencional. Cuando hacemos videoanálisis tratamos de corregir los errores de los jugadores. A veces les cuesta reconocer que se equivoca, le echa la culpa al rival o le echan la culpa al compañero, o se justifica de una u otra forma. Cuando lo corregís, se enoja. Hay un versículo de la Biblia que dice: «Corrige al necio y te odiará y será más necio, corrige al sabio, será más sabio y te amará». Entonces yo le digo ‘vos que te enojas, ¿querés ser necio o querés ser sabio, como dice la biblia?’ Si aceptás la corrección vas a mejorar, vas a aprender, sino aceptás vas a enojarte y te va a salir mal las cosas y no vas a jugar más porque yo no acepto jugadores así. Y entienden, ellos quieren cambiarlo porque quieren jugar. Después terminan cambiando totalmente su forma, su perspectiva de la vida.

– ¿El filtro es la religión? ¿Todos los jugadores tienen que ser creyentes?

– No, nosotros no ponemos filtro con respecto a las creencias. Es más, hay jugadores que no creen en Dios, no conocían un montón de principios bíblicos y hoy, por ejemplo, leen la Biblia, van a la iglesia. Nosotros no les imponemos, les transmitimos. No discriminamos por otra religión o si no creen en Dios. Nosotros transmitimos los principios bíblicos y el que viene lo acepta y sino, no pasa nada. No pasa por la religión, sino por creer. Hoy en día, si vos ves los planteles, los futbolistas tienen mucho miedo.

-¿Cómo te das cuenta?

– Porque tienen cábalas, visitan brujos, le piden al Gauchito Gil… Perdón, sin despreciar a nadie, estoy describiendo, a la Virgen María o San La Muerte. Hay mucho de eso en el fútbol. El jugador tiene miedo y se aferra a eso, que son cuestiones paganas. A ver… una cábala no te va a hacer ganar un partido. La cábala no trabaja junto a vos para ganar el partido. El Gauchito Gil tampoco. El jugador, el equipo, es el que gana el partido. El jugador tiene que dejar ese miedo y confiar en sus condiciones.

Cardozo, el entrenador de ACFA que por primera vez competirá en un torneo de AFA. Fotos Emmanuel Fernández Cardozo, el entrenador de ACFA que por primera vez competirá en un torneo de AFA. Fotos Emmanuel Fernández -Pero ustedes también confían en Dios.

-Nosotros confiamos en Dios porque sabemos que hay un Dios verdadero, Dios creador de todo, porque vos ves el cielo, la tierra, ves todo, y te das cuenta que hay detrás un creador. Es lo que creemos nosotros y yo lo pude comprobar. Todos tenemos fecha de caducidad: nacemos y morimos. Algunos decimos estar del lado de Dios y otros ir por otro camino.

-Transitar de ese modo el fútbol, con eso que planteas de “no devolver el mal por el mal”, ¿No hace que los rivales los miren como ingenuos, o los pone en desventaja?

– Una cosa es la violencia y otra la actitud. Yo digo eso para la violencia. Vos tenés que disputar la pelota con todas las ganas del mundo, hay que entrar fuerte, sí. Otra cosa es la mala leche del rival que te da un codazo o te insulta y ahí entra los conceptos cristianos. Hay un chico que tiene a la madre presa. Y en un amistoso el rival estuvo todo el partido diciéndole cosas para sacarlo del partido. Mi jugador se cansó y me dijo: ‘profe no para de decir cosas de mi mamá’ y preferí sacarlo porque él tranquilamente lo podía haber levantado por los aires y el otro seguía insultando y preferí que saliera mi jugador.

– ¿Tu equipo no le madruga ni un lateral al rival?

-Mirá, el fútbol también es viveza. Cuando es muy finito, que el árbitro ni siquiera sabe para quién es, el lateral lo tenés que hacer vos.

El año próximo, ACFA tiene la posibilidad de competir por dos caminos para llegar a Primera División.  Fotos Emmanuel Fernández El año próximo, ACFA tiene la posibilidad de competir por dos caminos para llegar a Primera División. Fotos Emmanuel Fernández

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