El 21 de octubre de 2009, una semana antes de asumir como intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde fundó Sasaxa Líbero SA, una empresa en la que ubicó a familiares directos y que le sirvió para ocultar propiedades, autos de lujo y fondos negros. Para la Justicia la usó como fachada para lavar plata y enriquecerse de manera ilícita. En esa compañía fueron socios sus dos hijos, Martín y Rodrigo, y su sobrino Gastón Barrachina.
La historia de Sasaxa SA arranca el 21 de octubre de 2009 cuando Martín Insaurralde y Gastón Barrachina, su sobrino conformaron la sociedad. Insaurralde inicialmente tenía el 90% del paquete accionario, mientras que Barrachina poseía el 10%. En los papeles Barrachina era el presidente de la sociedad.
La fecha de la creación de la empresa no es un dato menor. Siete días después, el 28 de octubre de 2009, Insaurralde asumía como intendente de Lomas de Zamora tras la renuncia de Jorge Rossi, quien ocupaba el cargo desde 2003. Hasta ese momento, Insaurralde era el secretario de Gobierno del municipio y mano derecha del alcalde peronista.
La casa de Martín Insaurralde en San Vicente cuando fue allanda por la Justicia.La empresa fue creada con el objetivo declarado de realizar actividades publicitarias. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la compañía se fue utilizando para otros fines más oscuros. Los fiscales Mola y Velasco detallaron en al resolución donde piden la indagatoria del ex intendente que Sasaxa era una cascara para ocultar la titularidad de bienes y el origen de fondos.
La empresa tuvo un rol clave en la compra y administración de los lotes 242 y 243 en el barrio cerrado Fincas de San Vicente Club de Chacras S.A., en la provincia de Buenos Aires. Estos terrenos fueron adquiridos inicialmente en 2006 por Carolina Álvarez, exesposa de Insaurralde, y transferidos en 2011 a Sasaxa SA, a través de una serie de maniobras societarias que incluyeron la participación de otra empresa vinculada, DOIO SRL.
DOIO también está bajo sospecha. La empresa fue contratista del gobierno de la Provincia de Buenos Aires y sobre todo del municipio de Lomas de Zamora y en los trámites de adjudicaciones de obras en la mayoría de los casos aparece la firma del propio Insaurralde como intendente avalando los negocios. Víctor Mariano Donadío, socio de DOIO, está sospechado de ser un presunto testaferro del ex intendente.
La casa de Martín Insaurralde en San Vicente cuando fue allanda por la JusticiaLos hijos de Insaurralde, Martín y Rodrigo se incorporaron a la empresa con el paso del tiempo. En enero de 2012, el entonces intendente de Lomas decidió transferir 3.600 acciones de su participación a su hijo Martín, quien tenía 18 años en ese momento. Este cambio fue significativo, ya que el joven no tenía ingresos formales al momento de recibir estas acciones, lo que plantea sospechas sobre la justificación de esta transacción.
En noviembre de 2015, Barrachina, sobrino de Insaurralde, vendió su participación accionaria a Rodrigo, el segundo hijo del ex funcionario. Así se terminó de consolidar la presencia del núcleo más cercano y familiar dentro de la sociedad.
Las fotos que desataron el «yategate»: Sofía Clerici y Martín Insaurralde en MarbellaEl 8 de enero de 2018, ya con los hijos de Insaurralde dentro de la compañía, Sasaxa S.A. firmó un contrato de comodato para ceder el uso de un inmueble en el barrio cerrado Fincas de San Vicente a Insaurralde y su entonces esposa, Jésica Cirio. El contrato fue renovado el 8 de julio de 2021. Este acuerdo les permitía usar la propiedad sin que ellos figuraran como propietarios directos.
Aunque el inmueble estaba a nombre de la sociedad, Insaurralde y Cirio financiaron las mejoras y expensas durante el período en que ocuparon la propiedad. Esto incluyó pagos a la empresa Fincas de San Vicente Club de Chacras SA y a la Municipalidad de San Vicente por las tasas municipales, lo que demuestra su rol en la administración de la propiedad. La propia Cirio hacía las transferencias de los pagos según detallaron los fiscales.
Para los fiscales, el contrato del comodato era una estrategia para que Insaurralde y Cirio pudieran disfrutar del inmueble sin figurar como propietarios en los registros formales, lo cual es relevante en el marco de la investigación por presunto enriquecimiento ilícito. A través de esta estructura, se evitaba que los bienes fueran rastreados directamente a su nombre, lo que les permitía seguir manteniendo el control y uso del inmueble mientras ocultaban la titularidad real.
Fondos negros y autos de lujo
La sociedad de Insaurralde también participó en la compra de vehículos de alta gama, donde se aplicó un modus operandi similar al de los inmuebles. Uno de los ejemplos mas evidentes es por la compra una camioneta Volkswagen Tiguan en 2012 por 312.300 pesos de ese entonces. Aunque el vehículo no figuraba a nombre de ex jefe de Gabinete de Kicillof, él lo utilizaba a través de una autorización de manejo, lo que dificultaba rastrear la propiedad directa.
Otro maniobra bajo sospecha es por la compra de una camioneta Chevrolet Tracker adquirido en 2017. Este vehículo fue comprado bajo un crédito prendario y, al igual que en el caso del Tiguan, Insaurralde no figuraba como titular del mismo. También tenía autorizaciones para manejara una camioneta Audi Q3, una Jeep Compass, una Hyundai H1 y una moto Vespa.
Para operar, Sasaxa tenía abierta una cuenta corriente en el Banco Supervielle que recibió fondos, depósitos y transferencias que para la Justicia no son posibles de justificar por las pocas operaciones comerciales que tenía la compañía. Entre 2011 y 2021, la sociedad recibió fondos por $8.620.967. Para los fiscales Mola y Velasco esos fondos eran «provenientes de actos de corrupción vinculados al ejercicio de las distintas funciones públicas ejercidas por Insaurralde». Los apoderados de esa cuenta corriente eran su sobrino Barrachina y su hijo Rodrigo.