“De Chacabuco al mundo, genética sin fronteras”. Así se expresó en su red social el presidente de GDM, Ignacio Bartolomé. Es que la empresa argentina sigue haciendo historia en el cultivo de soja: está presente en más de 15 países y su genética representa el 45% de la oleaginosa sembrada a nivel mundial. Y ahora acaba de marca otro hito: productores sembraron en China por primera vez.
“La soja es un cultivo originario de China, por lo cual ir con nuestra genética a ese mercado y agregar rendimiento al agricultor es un gran orgullo”, explicó Fernán Díaz Saubidet, gerente Ejecutivo de Desarrollo de Negocios Globales de la compañía oriunda de Chacabuco sobre por qué es histórico para la empresa argentina llegar al gigante asiático.
Además, remarcó que es el cuarto productor mundial en superficie. “Tener presencia allí es para parte de la visión de ser reconocidos en todos los mercados relevantes donde se siembre soja”, apuntó.
Fernán Díaz Saubidet, gerente Ejecutivo de Desarrollo de Negocios Globales de GDM, en un lote de soja en China.La comercialización de semillas en China es a través de semilleros multiplicadores, que luego comercializan las variedades a través de distribuidores para llegar a los agricultores.
«Está muy atomizado. Un productor medio maneja una superficie menor a 10 hectáreas. Las bolsas de semilla varían en su tamaño, siendo común, por ejemplo, ver envases de 10kg o 20kg. En ese sentido, hay un gran desafío respecto del armado de la red comercial”, comentó sobre las particularidades del mercado, y agregó que la venta se realiza utilizando la marca DONMARIO.
Por otro lado, informó que están colaborando con empresas de biotecnología del país asiático para proveer las variedades con sus traits para ese mercado.
En China se siembran alrededor de 10 millones de hectáreas, es el cuarto productor mundial -detrás de Brasil, Estados Unidos y Argentina-, pero el directivo informó que hay un plan del Gobierno para llevar el área a unas 16/17 millones de hectáreas en los próximos años, lo que representa una gran oportunidad para la empresa.
“Es un mercado muy atomizado y fragmentado, donde no hay grandes jugadores en genética. Nuestro objetivo en el largo plazo es ser uno de los tres principales proveedores de genética de soja en el país”, adelantó. Y apunta a tener una participación de mercado de entre el 5% y el 10% en los próximos 5 años.
Ignacio Bartolomé recorrió los lotes de soja en China recientemente.Según explicó, en China se utilizan variedades de grupos triple 0 a 7, siendo las de grupos triple 0 a 2 las más utilizadas (representan aproximadamente el 65% del área total), concentradas en las provincias del norte de China, como Heilonghjiang, Jilin e Inner Mongolia.
“Hay bastante consenso en que la legalidad está en el orden del 60 a 70%, con una mayor legalidad hacia el sur y menor hacia el norte, donde las condiciones climáticas y el tamaño de los agricultores favorece el uso propio o la venta de bolsa blanca”, remarcó sobre la propiedad intelectual, fundamental para los semilleros.
El rinde medio en el gigante asiático está en el orden de las 2.000 kilos por hectárea, pero en las regiones más productivas se pueden alcanzan los 3.500 kg/ha. “Las variedades con las que avanzamos comercialmente superan en un 15% a las variedades más sembradas”, apuntó Díaz Saubidet.
GDM está presente en más de 15 países y su genética representa el 45% de la soja sembrada a nivel mundial. Cada año testean más de 1,8 millones de parcelas de soja.
“Hoy estamos en prácticamente todos los países donde la soja es un cultivo relevante», sostuvo.
Pero más allá de estar en los principales mercados, aseguró que quieren seguir creciendo. «Donde todavía no operamos comercialmente es en India, que actualmente es el quinto país a nivel mundial en hectáreas de soja y consolidaría nuestra expansión en el continente asiático, aunque presenta desafíos desde el punto de vista de la propiedad intelectual y el armado del canal comercial”, cerró.