El Gobierno extendió la reducción de retenciones para el trigo y la cebada, cuyo calendario de siembra está en curso, que vence el 30 de junio próximo. La medida implica que la rebaja de derechos de exportación para esos cultivos irá hasta el 31 de marzo de 2026. El trigo y la cebada pagaban un 12% hasta enero pasado, pero el Gobierno en ese momento decidió la reducción de la alícuota al 9,5%. Ahora las patronales agrarias, los gobernadores de la Región Centro (Maximiliano Pullaro, Santa Fe; Martín Llaryola, Córdoba; y Rogelio Frigerio, Entre Ríos) presionarán por extender el beneficio a la soja que no fue incluida en el anuncio oficial y que volverá a pagar 33% a fin de junio próximo. Milei y Caputo están desesperados por los dólares.
El anuncio lo realizó el ministro de Economía, Luis Caputo, este martes a través de sus redes sociales. La medida no alcanza a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos que a partir del 1 de julio pagarán los valores de principios de año.
El titular del Palacio de Hacienda indicó que “con esta prórroga, el beneficio se va a extender por 9 meses más abarcando la próxima cosecha fina que se está comenzando a sembrar en estas semanas”.
El presidente, Javier Milei, aseguró en abril que en junio las retenciones volverán a subir ya que vence la baja temporal y afirmó “avísenle al campo que si tienen que liquidar liquiden ahora”. El Gobierno archivó sus palabras una vez más para promover que el sector del campo siembre estos cultivos, que empiezan ahora, e implora para que liquiden después los dólares.
Los agroexportadores exigen más al Gobierno. La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) afirmó sobre la medida oficial que “es el camino correcto”, pero consideraron que “sería deseable que hagan lo mismo con los granos de la cosecha gruesa -soja y maíz- que tienen alto impacto en la producción y exportación en la Argentina”.
Sangría de billetes verdes
El Gobierno necesita dólares para sostener el tipo de cambio y evitar una fuerte devaluación antes de las elecciones de octubre. Así, Luis Caputo y Milei cerraron un nuevo acuerdo con el FMI y recibieron U$S 12.000 millones, un 60% del total del programa. El acuerdo incluye una meta de acumulación de reservas de U$S 5.000 millones para junio, pero el Banco Central no está comprando dólares, no interviene dentro de las bandas cambiarias.
La medida oficial se enmarca en este contexto de necesidad dólares. Según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la liquidación de dólares de los agroexportadores en los primeros cuatro meses del año fue de U$S 8.659 millones, un 35% más que en el mismo período de 2024, pero está por debajo de los niveles de 2022 y 2021 en esos meses.
Además, el Gobierno está cocinando una especie de blanqueo blue para capturar parte de los U$S 200.000 millones que grandes empresarios y millonarios tienen fuera del sistema (caja de seguridad, cuentas del exterior o bajo el colchón). El anuncio se iba a realizar la semana pasada, pero fue postergado. Hay especialistas que advierten que el Gobierno está flojo de papeles para realizarlo porque es dinero evadido y deberían modificar leyes.
La sangría de dólares no se detiene por el pago de las importaciones, y los intereses de deuda. Este martes el Indec mostró que cayó el saldo comercial en abril en relación a marzo a y la cuenta corriente sigue en negativo. Es decir, salen más dólares de los que ingresan al país.
El comercio exterior está concentrado entre pocos privados y extranjeros. Una medida elemental para no quedar en manos de los intereses imperialistas y las turbulencias económicas sería quitar el control del comercio exterior a este grupo reducido de empresas.
Un monopolio estatal del comercio exterior, como propone la izquierda, gestionado por los trabajadores permitiría administrar los dólares generadas por las exportaciones en función de las necesidades de una producción al servicio de las mayorías populares y no de las ganancias de unos pocos, que especulan con un tipo de cambio más alto para liquidar. Es importante administrar las importaciones y que se priorice la compra de lo necesario para el funcionamiento productivo y la atención de las necesidades de la población.
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