La muerte de un policía de 27 años conmocionó a la localidad de Gaiman. El agente fue hallado muerto el lunes por la tarde en el patio de la casa de su ex pareja, también miembro de la fuerza de seguridad. Presentaba dos heridas de arma de fuego y tenía junto a una de sus manos su pistola reglamentaria.
Según informaron fuentes del caso a LU20, los datos preliminares de la autopsia indican que el policía tenía dos impactos de bala en el pecho, ambos con orificio de entrada y de salida. Además, presentaba quemaduras que pueden haber sido ocasionadas por un disparo a corta distancia.
Los investigadores ordenaron el secuestro de las armas del agente fallecido y de su ex pareja. Además, se realizaron pruebas de dermotest en las manos de ambos, con el objetivo de detectar rastros de pólvora.
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Mientras se esperan los resultados de esas pericias clave, el fiscal Fabián Moyano señaló que la principal hipótesis hasta el momento es que la muerte fue provocada por un disparo autoinfligido, aunque aclaró que la investigación sigue abierta y no se descarta ninguna posibilidad.
Fuentes del caso afirmaron que el hecho ocurrió cuando el policía estaba en la casa de su ex pareja, en el marco de un régimen de visitas con su hijo. Aunque no vivía en ese lugar, en el último tiempo habría intentado recomponer la pareja, según declaró la mujer.
La agente también relató que el policía se encerró en el patio trasero de la vivienda e impidió el ingreso desde el interior, por lo que un vecino tuvo que ayudarla al forzar la puerta que comunica con el lugar donde fue hallado el cuerpo. Ese dato también refuerza la hipótesis del suicidio.