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Crisis económica, soledad y redes sociales: por qué aumentaron los suicidios en Córdoba

El incremento del 36% en los casos de suicidio registrados en Córdoba durante los últimos seis años responde a múltiples factores que van desde la pandemia hasta las crisis económicas, pero fundamentalmente refleja una sociedad que perdió la capacidad de sostener vínculos humanos genuinos, según explicó la psicóloga Alejandra Rossi, especialista en la materia y ex vicedecana de la Facultad de Psicología de la UNC.

Los datos, revelados por primera vez por el Observatorio de la Secretaría de Salud municipal, muestran que las muertes autoprovocadas en la ciudad pasaron de 92 en 2019 a 125 en 2024, una cifra que hasta ahora permanecía oculta en las estadísticas oficiales.

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“Anteriormente se cuantificaban en base a aquellas defunciones que efectivamente habían pasado por medicina científica, que es donde se constan las muertes por etiología dudosa”, explicó Rossi durante una entrevista en el programa Última Pregunta de Radio Continental Córdoba.

La multicausalidad del fenómeno

La especialista enfatizó que atribuir el aumento a una sola causa sería “hacer un reduccionismo” y perder de vista historias de vida que se perdieron porque el contexto social no está preparado para detectar las señales de alerta.

La pandemia fue una catástrofe social con todas las letras. Nos ha cambiado la forma de vivir, la forma de relacionarnos. Nos hemos acostumbrado al aislamiento, al no compartir, al no poder expresar nuestras preocupaciones”, señaló Rossi.

Entre los factores que identifica la psicóloga se encuentran el aumento de la ansiedad y la depresión, “mucha falta de contacto social humano”, el incremento en el consumo de drogas y alcohol, y las crisis económicas. “No nos debemos olvidar que la crisis del 2001 también registró un aumento de casos de suicidio muy alto”, recordó.

El aislamiento digital como factor de riesgo

Rossi fue particularmente crítica respecto al impacto de la tecnología en las relaciones sociales. “Vos ves en un restaurant cuatro personas comiendo y las cuatro están con su celular y hay poco intercambio de lo verbal”, describió.

La especialista distingue entre las redes sociales digitales y “las redes sociales humanas, las que nos pueden sostener, las que pueden mirar, las que pueden hacer esta verdadera prevención, no solamente de la conducta suicida, sino también la prevención de que alguien que le está pasando mal pueda ser ayudado, escuchado”.

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Uno de los aspectos más relevantes de la entrevista fue cuando Rossi desmitificó la creencia de que preguntar sobre ideas suicidas puede inducir a la conducta. “La segunda pregunta que nosotros indicamos siempre hacer, porque también es parte del mito que preguntar induce, es preguntarle directamente si ante esta situación tremenda que está atravesando ha considerado quitarse la vida“, afirmó.

“Yo sé que es difícil y yo que soy docente y enseño sobre suicidio en la universidad, veo que hasta los propios estudiantes de psicología se resisten a esa pregunta”, reconoció la especialista.

Un proceso, no una herencia

Respecto a si existe un componente hereditario, Rossi fue categórica: “No hay una tendencia a la conducta suicida. La conducta suicida es un proceso que inicia con la idea y después va tomando dimensiones si esto escala o no. La idea es universal, dicen los especialistas. A todos en algún momento se nos puede ocurrir, pero cuando se empieza a pensar en un cómo, cuándo, dónde, ahí es donde se pone peligroso”.

La psicóloga diferenció entre personas con diagnósticos de salud mental, que “tienen como más comorbilidad, como más posibilidades de que la conducta suicida sea parte de su problemática”, y aquellas que “lo empiezan a considerar en un momento de crisis”, que considera “lo peligroso” porque generalmente “no tiene esta contención o no es mirada o el entorno no se da cuenta”.

Comunicación responsable

Sobre el tratamiento mediático del tema, Rossi aclaró que los protocolos existentes “en ningún momento prohíben la comunicación, sino que dan directivas sobre cómo hacerlo” para evitar la identificación de personas vulnerables con los casos reportados.

Las recomendaciones son no atribuirlo a una causa, que es lo primero que tendemos a hacer. ‘Se mató por…’, ‘se mató porque lo dejó el marido’. No es así, es multicausal y es parte de una historia de vida”, explicó.

La especialista también advirtió sobre el peligro de presentar el suicidio como una “solución”: “Que nadie piense que la muerte por suicidio es una solución, nada más lejos. Ni incluso el que considera quitarse la vida lo piensa como una solución, sino como una salida. Salida a este momento, a este dolor insoportable”.

Para asistencia inmediata: Línea de escucha en salud mental: 0800-888-5555 (opción 1), gratuita y disponible las 24 horas.

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