El presidente de la Convención Reformadora de Santa Fe, Felipe Michlig, emitió un comunicado luego de que en la sesión del lunes un micrófono abierto dejara expuesta una amenaza contra el diputado nacional santafesino Nicolás Mayoraz, de La Libertad Avanza. “Lo voy a cagar a trompadas”, le dijo en ese entonces a un colaborador suyo.
En ese contexto, tras el escándalo, Michlig publicó un texto en el que pidió disculpas públicas pero aprovechó para apuntar contra Mayoraz por sus comentarios. “Pido las disculpas del caso por un comentario vertido al término de la sesión plenaria. Una vez finalizada la misma, realicé un comentario a un colaborador en forma privada, a manera de desahogo (que fuera tomado por un micrófono abierto)”, introdujo el presidente de la Convención Reformadora.
Tras ello, indicó que lo que hizo fue “claramente un exabrupto producto de la atmósfera hostil que se generó a partir de las intervenciones del convencional Mayoraz”. Según su visión, el libertario “siempre actuó de manera obstruccionista y provocativa” hacia él y “el resto de la convención”.
“Sin embargo, en todas las sesiones plenarias y en la comisión de la labor parlamentaria, el convencional Mayoraz siempre contó -de mi parte- con todas las consideraciones reglamentarias y personales debidas, en términos de cordialidad y máximo respeto (como lo seguirá siendo al igual que con todos los demás convencionales)”, agregó.
Dijo así que a Mayoraz “siempre se le ha otorgado la palabra, incluso en un tiempo mayor al reglamentario cuando era necesario”. Y planteó: “Quedó en claro para que vino Mayoraz a esta convención, trabajar para su fracaso, apartándose del mandato popular”.
Nuevamente, a modo de cierre, Michlig pidió disculpas: “Por todo lo vertido, pido las disculpas del caso a quién se haya sentido ofendido por dicho comentario, más allá que sea en términos personales y en una conversación privada”.
La tensión entre ambos aumentó durante la sesión del lunes a raíz de las varias interrupciones de Mayoraz a Michlig y cuestionamientos respecto de cómo debía conducirla. Sobre el final del plenario, el presidente de la asamblea se despachó contra el libertario.
“A usted lo escuché tantas veces, convencional. Es un provocador nato. Le pido por favor que se llame al silencio. Lo escuché decir cada barbaridad hoy, levantarse y faltarle el respeto a todo el recinto. Le pido que haga silencio. Silencio, por favor. Usted lo único hace es hablar y provocar”, disparó mientras Mayoraz negaba las acusaciones.
“No, yo lo que hago es fundamentar”, llegó a decir el convencional, antes de ser interrumpido. “Usted no fundamenta absolutamente nada. Lo único que hace es hablar y provocar”, le endilgó Michlig.
Luego de que Mayoraz insistiera en que el presidente no podía intervenir en esos términos, la sesión continuó hasta que completase la votación respecto de ocho cláusulas.
Una vez concluido el trámite parlamentario, el titular de la Convención Reformadora se levantó de su asiento y, con el micrófono aún encendido, soltó: “Lo voy a cagar a trompadas a este tipo”. Segundos después de aquella frase, la transmisión oficial se cortó.