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Guerra Israel-Hamas, en primera persona: el testimonio de un futbolista argentino que ya no piensa en entrenar, sino en salvar a su familia

«Vivo acá hace 20 años y nunca vi algo tan cruel como lo que estamos viviendo«… del otro lado está la voz de Kevin Rainstein, un futbolsita argentino del Hapoel Nof HaGalil F.C. de la Segunda División de Israel, que desde el sábado pasado atraviesa uno de los «partidos» más importantes de su vida: proteger y salvarse junto a su familia de los ataques que realiza el grupo terrorista Hamas en la nación de Medio Oriente.

Rainstein reside junto a su esposa y sus dos pequeños hijos en la ciudad de Naharía, de 58 mil habitantes, ubicada al noroeste de la nación israelita sobre el Mar Mediterráneo, donde aún la situación no sufrió grandes inconvenientes. Además, en un barrio situado a seis minutos aproximados de distancia en auto, viven sus suegros y su familia biológica, lo cual les permite «estar en contacto entre todos».

«Por suerte estamos bien junto a la familia de mi esposa y la mía. No está todo complicado como en el sur, sino que en el norte está más tranquilo. Cerca de las seis de la tarde se escucharon algunos bombazos desde lejos pero por suerte no hubo ningún daño de personas», le contó a Clarín.

Sin embargo, las calles y el movimiento social de Naharía no se despegan de la realidad del resto de las localidades: «Solo salgo para ir al supermercado o pasear al perro y visitar a mis papás. No hay nada abierto como para realizar alguna actividad. No hay nada para hacer en la calle. La gente de mi barrio no sale por si empieza a sonar la sirena y tienen que refugiarse en el minuto que nos otorgan como tiempo».

La vida de Rainstein dio un giro de 180 grados desde el momento en que el grupo terrorista palestino comenzó los ataques y bombardeos hacia su país, al punto de «nunca haber visto tanta crueldad en los 20 años que llevo acá«.

Es que el mediocampista de 32 años llegó a Medio Oriente en plena crisis del 2001 cuando a su padre le surgió la posibilidad de cambiar de continente y así mudarse de Capital Federal, época en la que jugaba al fútbol en Argentinos Juniors, deporte que seguiría practicando apenas arribó a suelo oriental. El mismo camino tomó su esposa al emigrar desde la provincia de Chaco.

Kevin Rainstein se desmpeña como mediocampista en la segunda división de Israel.Kevin Rainstein se desmpeña como mediocampista en la segunda división de Israel.Y a pesar de haber tenido que soportar situaciones como la Guerra del Líbano en 2006, a nada lo compara con lo que atraviesa actualmente: «Lo que hicieron no tiene nombre, no hay palabras para describirlo. No son personas. Se metieron con miles de civiles en un acto de matar por matar. Desde ancianos o gente en silla de ruedas hasta con bebés».

Incluso, las formas en las que se enteró del inicio del conflicto también se encargaron de sorprenderlo: «Me doy cuenta por un mensaje que me llega de mi hermana a las 8:00 diciéndome ‘¿Viste lo que pasó?’. Es un mensaje que ya de entrada asusta a cualquiera».

«Yo al principio pensé que algo le había pasado a mis papás, pero al final me comentó que terroristas estaban atacando el país. Pusimos las noticias y nunca pensamos que se iba a llegar a un punto que no había límites, como ahora», explicó Rainstein.

En aquel preciso momento, el futbolista recibió medidas de seguridad que acatar por el equipo de trabajo de su club: «El sábado teníamos día libre porque habíamos jugado el jueves pasado. Pero para el domingo nos avisaron que se suspendía el entrenamiento por lo que estaba sucediendo en el sur. A medida que la situación se fue agravando, se suspendió todo definitivamente».

Hasta el momento, entre los jugadores «todos se mantienen en contacto» y recibieron la indicación de «salir a correr o no estar siempre dentro de la casa, aunque lógicamente con cuidado». Previo al estallido del conflicto, el equipo marchaba en la cuarta posición de la liga.

Rainstein junto a su hijo en una actividad imposible de ahora poder realizar.Rainstein junto a su hijo en una actividad imposible de ahora poder realizar.No obstante, en la vida de este futbolista existe una preocupación más que el deporte: su esposa y sus hijos. «Si uno estuviera solo tal vez puede tomar algún riesgo extra como salir a entrenar, pero ahora tengo un hijo de cuatro años y otro de dos», afirmó.

Sobre ellos, contó: «Son muy chicos y no se dan cuenta de las cosas, pero les afecta el hecho de estar encerrados porque ahora no tienen jardín. Este martes recién me acompañaron hacia lo de mi mamá porque sino solamente juegan en la terraza. Tenemos un parque enfrente de nuestra casa pero no están dadas las condiciones para ir a pasar el rato allí».

En la familia también tuvieron que tomar recaudos para proteger al abuelo de su esposa, quien «ya está grande y le cuesta tener que trasladarse solo a algún refugio», motivo por el cual se encuentra durmiendo en la casa de la familia Rainstein, al igual que sus suegros. «Vivimos en un edificio de cinco pisos, donde el búnker es un ambiente más que está ubicado abajo de todo, aunque no todas las residencias tienen uno», confirmó Kevin.

Sin embargo, cuenta que más allá del estado de precaución, mientras la alarma no resuene en toda la ciudad, ellos deciden pasar las horas «en el living de casa o en la terraza escuchando las noticias». También contó que «avisan desde el celular la ubicación donde cayó cada misil».

Igualmente, para Rainstein esto recién se trata del inicio de un extenso conflicto: «Yo creo que recién está por comenzar todo realmente. Es el principio de algo que puede llegar a extenderse aproximadamente por un mes porque Israel va a responder al límite excedido y con lo que pasó no puede ser visto como el malo y Palestina como pobrecito».

Kevin junto a sus dos pequeños.Kevin junto a sus dos pequeños.La duración del conflicto no parece alterar los planes de la familia Rainstein, quien «se siente más que segura en Israel». «En la parte norte todavía no nos tuvimos que plantear la idea de la evacuación, como ha pasado en otros lados. Dios quiera que nos podamos quedar en mi casa y su refugio«, suplicó, quien solamente anhela volver a realizar de las cosas que más disfruta: jugar con su familia fuera de su casa y patear una pelota como futbolista, rodeado de paz.

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