Pasaron 40 años entre la última victoria de su papá Bjorn y la que conquistó el martes en el circuito profesional. Este miércoles, el argentino pudo derrotarlo en segunda ronda.
Bjorn Borg sumó su última victoria en el tour más importante del tenis masculino el 28 de marzo de 1983, cuando derrotó en dos sets a José Luis Clerc en la primera ronda del Masters 1.000 de Montecarlo. Cuarenta años más tarde, un Borg volvió a celebrar a nivel ATP. Porque Leo, el hijo menor de la leyenda sueca, consiguió su primer triunfo en ese circuito al vencer a su compatriota Elias Ymer en su debut en el torneo 250 de Bastad, en el que igual, no pudo avanzar mucho.
Es que el joven Borg, de 20 años y 437° del ranking mundial, le había ganado el martes a Ymer, 166°, por 7-6 (7-5) y 6-3. Pero este miércoles se despidió al caer por 6-4 y 6-2 ante Federico Coria, 113°, en un duelo que estuvo suspendido un rato por lluvia en el cierre del segundo parcial, cuando el sueco sacaba 1-5 y 40-40.
El rosarino no fue el único argentino que ganó en la tercera jornada del certamen. Francisco Cerúndolo, cuarto favorito y defensor del título, venció 6-2 y 6-3 al francés Luca Van Assche.
Leo Borg había ingresado al torneo gracias a una wild card. Aunque no recibió la invitación por el peso de su apellido, sino como premio a la enorme evolución que viene mostrando desde hace un par de temporadas y que se acrecentó el año pasado.
En 2022 fue el jugador que más lugares escaló en el ranking mundial: 1.707. Pasó del 2.214 al 507° escalón, gracias, sobre todo a sus buenas actuaciones en el ITF World Tour. En esa categoría de torneos (ex Futures, la tercera del tenis profesional) jugó su primera final en septiembre en Cairo y conquistó su primer título, en octubre, en Sharm El Sheikh, Egipto. El segundo, en tanto, lo ganó hace unos meses, en abril, en Jakarta.
Leo tenía 10 años cuando decidió que quería seguir los pasos de su padre. Hasta ese día, Patricia Östfeldt, la tercera esposa de Björn, tenía esperanzas de que su único hijo con el ex tenista tomara otro rumbo.
Ella incluso esperaba que la actuación se convirtiera en su pasión cuando él se animó a probar con esa veta en la película “Borg vs McEnroe”. Allí, interpretó al joven Björn y el papel se lo ganó sin saber que se trataba de un film sobre su padre.
«En el anuncio de Facebook no dijimos sobre qué película era. Y entonces recibimos una carta del hijo de Björn Borg, que su madre le había ayudado a hacer, diciendo que le gustaría mucho hacer una audición y que su nombre era Leo Borg», le contó Janus Metz, director de la película, a USA Today.
Pero Leo tenía sus metas claras y, a pesar de ese coqueteo con la actuación, siguió entrenándose dos veces por día en el prestigioso club sueco Royal Lawn Tennis Club, en Estocolmo.
Tras pasar por el circuito de junior -llegó a ser 12° del mundo y jugó Roland Garros, Wimbledon y el USOpen en 2022-, en 2021 comenzó a jugar a nivel profesional. Y hoy, poco a poco, va haciendo su propio camino.
Ya avisó que el apellido no le pesa ni le molesta. «Siempre supe quién es mi padre», afirmó hace unos años, dejando en claro que no siente presión por repetir la exitosa carrera de Björn, ganador de 11 Grand Slams y ex número uno del mundo. Aunque su largo pelo rubio y su revés a dos manos hacen que muchos lo comparen con su padre y que en Suecia se ilusionen cada vez más con un nuevo Borg campeón.