La polémica invadió de entrada la serie de semifinales de la Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y River, que fue el beneficiado directo por una omisión del VAR en el arranque del partido en Brasil. Fue a los cuatro minutos, en un córner desde la izquierda, que terminó en gol de los ‘Galos’, pero que fue correctamente anulado por un claro offside de Deyverson, que fue chequeado por el VAR.
El punto es que, al revisar la jugada completa, se vio claramente una mano de Leandro González Pírez, después del cabezazo de Rodrigo Battaglia a la altura del punto penal. Después de ese rebote, el balón derivó a la posición del delantero brasileño, que convirtió y quedó con el festejo atragantado.
Pero el venezolano Juan Lara en ningún momento convocó al árbitro principal Jesús Valenzuela a repasar la acción en el monitor, lo que debería corresponder en el protocolo, producto de que se trata de una acción de interpretación.
La mano derecha de González Pírez, por caso, estaba en una posición antinatural y separada del cuerpo, dos de las condiciones que suelen pesar al momento de sancionar penal.