El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) sigue completando lugares vacíos. Este domingo, en el circuito de Silverstone, ganó por primera vez en su carrera el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, décima carrera del año, que le entregó a los locales un motivo para celebrar, no solo por la presencia de la máxima categoría del automovilismo mundial, sino también porque el podio lo completaron los británicos Lando Norris (McLaren) y Lewis Hamilton (Mercedes).
Teniendo cada vez más claro que sólo una tragedia separa del éxito al siempre tan voraz como talentoso ‘Mad Max’, la afición local festejó este domingo las dos plazas de honor que ocuparon, al lado del astro neerlandés, Norris -que igualó su mejor resultado en la F1- y Hamilton, que subió por decimocuarta vez al podio en un circuito en el que nadie iguala sus ocho triunfos.
El australiano Oscar Piastri, de lejos el mejor debutante de la temporada, completó una sensacional jornada para McLaren al acabar cuarto y firmar de esa manera su mejor resultado en su aún corta carrera en la categoría reina.
Pero el vencedor, una vez más, a bordo del invencible RB19 diseñado por el estelar ingeniero inglés Adrian Newey -auténtico genio de la aerodinámica- fue Verstappen. Que, de momento, este año ganó el 80 por ciento de las carreras en las que participó. Un porcentaje que aún podrá mejorar, con creces incluso, en las doce carreras que quedan antes de que el Mundial se cierre, a finales de noviembre, en Abu Dhabi.
El súper-depredador neerlandés lidera ahora con 255 puntos, 99 más que ‘Checo’ y con 118 de ventaja sobre el doble campeón mundial asturiano; que avanzó dos puestos y bastante hizo con acabar séptimo en un circuito con curvas rápidas que se le atragantaron, de nuevo, al Aston Martin.
Absolutamente nadie hubiese apostado por otra cosa que no fuera una victoria de Verstappen; que ‘calentó’ el viernes liderando las dos tablas de tiempos de los ensayos libres y que había firmado el sábado su vigésima séptima ‘pole’ en la categoría reina: la séptima del curso y la quinta seguida.
Con condiciones cambiantes, la clasificación había sido emocionante y movida; y decidió una parrilla poco habitual, en la que McLaren -que confirmó en carrera su gran actuación del sábado- había colocado a Norris segundo y a Piastri -que sin el ‘safety car’ que salió a pista este domingo seguramente hubiese subido al podio-, tercero.
Norris se atrevió a discutir la autoridad de ‘Mad Max’ y lo rebasó en una gran salida, en la que casi también lo adelanta el otro McLaren, el de Piastri. Russell pasó a Sainz, sexto, por delante de Alonso, que había ganado una plaza al irse largo Hamilton en la cuarta de las 18 curvas de la pista que albergó, en 1950, la primera carrera de la historia de la F1.
Verstappen colocó las cosas de nuevo en su sitio en la quinta de las 52 vueltas, en la que superó a Lando y tomó el liderato de la carrera.
En la 19 paró Leclerc, para instalar el duro y evitar un ‘undercut’ de Russell, que no degradaba en exceso el blando con el que había arrancado. Cuando Gasly seguía atacando duramente a Alonso; y Verstappen comenzaba a marcar vueltas rápidas.
En la 33 se incendió el motor del Haas de Kevin Magnussen, por lo que se decretó ‘safety car’ virtual, antes de que entrase en pista el coche de seguridad «real». Algo que benefició algo a Alonso, que no había parado y aprovechó para hacerlo y poner el blando con el tiró hasta meta; y, sobre todo, a Hamilton, que hizo lo propio y regresó a pista tercero, por detrás de Max y de Lando, amenazado por el neumático suave que llevaba el Mercedes de Sir Lewis.
El ‘safety’ se fue a falta de catorce vueltas. Sin el DRS, Norris se defendía como podía, pero taponaba a Hamilton, por lo que Verstappen se despidió a las primeras de cambio, rumbo a su 80 por ciento triunfal en lo que va de año.
Carlos Sainz, con el neumático duro, perdió posición con ‘Checo’, con Albon y, finalmente, con Leclerc; que acabaría noveno, un puesto por delante de él. Hamilton atacaba con tesón a un Norris que se defendió como gato panza arriba y que, a los 23 años, acabó subiendo por séptima vez a un podio en F1; categoría en la que igualó su mejor resultado hasta la fecha.
Alonso sufrió a ‘Checo’ y a falta de cinco vueltas cedió ante el mexicano, en un final loco en el que hubo varios excesos de los límites de pista y en el que se formó un tren del DRS por detrás del doble campeón mundial asturiano; que volvió a demostrar que lleva un ordenador en la cabeza y que sus manos son de oro.
Ninguno pudo con él; y, en una pista adversa a las prestaciones del coche verde -en la que festejó dos de sus 32 triunfos en la F1-, volvió a optimizar recursos para acabar séptimo.
«Es el podio más bonito de mi carrera, sobre todo al lograrlo en casa. Es un momento realmente muy especial. Mi corazón batía con más fuerza que nunca cuando iba en cabeza. El coche fue muy rápido y el equipo hizo un gran trabajo», celebró Norris.
La Fórmula 1 regresará en dos semanas, con la disputa el domingo 23 del Gran Premio de Hungría.