En la conferencia del Consejo de las Américas y la Cámara de Comercio Argentina del año pasado, cuando Javier Milei criticaba a los “empresarios prebendarios” y prometía “sacarles al Estado de encima”, su seguridad ya hacía malabares para evitar los tumultos que provocaba. Era el candidato sensación en la arena electoral argentina.
Si algo llamó la atención de esta edición 2024 del popularmente llamado Council of Americas, es que Milei Presidente se movió con un descomunal despliegue de seguridad, de agentes internos e imperceptibles «extranjeros». Un verdadero Ejército que durante horas copó las instalaciones del Hotel Alvear.
En principio los pedidos de la Casa Rosada fueron los de garantizar la seguridad física del Presidente, aliado estrecho a los Estados Unidos e Israel, entonces blanco sensible -afirman a su alrededor- en un momento de alertas de todo tipo por la nueva guerra en Oriente Medio. Por el otro lado, se ordenó mantener a los periodistas lo más lejos posible del mandatario para que no hubiera ni siquiera un cruce de miradas con él.
En una conferencia más austera que otros años por la cantidad de expositores, políticos y empresarios, Milei fue quién cerró la conferencia pasado el mediodía de este miércoles. E hizo un discurso de algo menos de una hora con foco en lo meramente económico. Fue un rato antes de que se conociera otra baja de la inflación, con un julio que llegó al 4% frente a un junio que había reportado un 4,6%.
“Todo el mundo ve el milagro menos los argentinos,” se quejó el Presidente que, nuevamente se presentó solo en una actividad y no acompañado por su hermana Karina Milei. También había llamado la atención la reciente ausencia de la secretaria general de la Presidencia en el viaje a Vaca Muerta (Neuquén) y a Chile. Y aunque estuvo presente este martes en el CCK, el rol de Karina fue notablemente discreto en el contexto de que el jefe de Estado blanqueó, con un beso en la boca público, su noviazgo con la ex vedette y actual conductora Amalia “Yuyito” González.
La Casa Rosada permitió la toma de imágenes del Presidente sólo de sus cámaras y ninguna otra. Para el VIP pidieron que hubiera pasta frola y jugo Cepita disponible para el mandatario que, al parecer no llegó a comer.
Se sentaron en primera fila, los ministros Guillermo Francos (Jefe de Gabinete), Patricia Bullrich (Seguridad), Diana Mondino (Exteriores), Federico Sturzenegger (Desregularización), Luis Caputo (Economía), y por el sector privado Daniel Funes de Rojas, de la UIA; Eduardo Eurnekian, de Corporación América, y una de sus principales colaboradoras, Carolina Barros. Alli también se ubicaron los anfitriones: Natalio Mario Grinman, presidente de la CAC, y Susan Segal, la presidente y CEO del Americas Society y el Council of Americas, que van en la Argentina por su edición 21. Estaban, además, los empresarios Martín Cabrales, Adelmo Gabbi, Gustavo Weiss y José Urtubey.
La sorpresiva visita del ministro Caputo fue muy comentada porque su equipo se encargó de decirle a los periodistas y a los organizadores de la Conferencia que el funcionario no iba a estar en esta edición del Council of Americas.
Sólo hablaba Sturzenegger que tiene su estilo siempre “muy canchero”. Cuando Caputo apareció se justificó “viene a escuchar al presidente pero no va a hablar”. Efectivamente, daba un discurso este miércoles a la tarde en la Bolsa de Cereales.
Mientras el Presidente buscó hacer equilibrio con elogios ante “Toto” Caputo y “el Coloso Sturzenegger”, ambos se dieron un abrazo bien delante de todo el mundo. Y Francos dijo delante de todos que Mondino era “la mejor canciller”.
Con escaso bajo perfil entró Nicolás Posse, el ex jefe de Gabinete, despedido por Milei y en términos duros después de años de amistad. «Ahora soy solo un ciudadano«, le dijo a este diario el intento de abordarlo.
El momento de los “palitos” fue durante la ronda de exposiciones de los gobernadores. Fue el caso del gobernador de Neuquén, Rolando “Rolo” Figueroa, cuando tomó el micrófono en el panel de mandatarios provinciales junto a Alfredo Cornejo, de Mendoza, Ignacio Torres, de Chubut; Carlos Sadir, de Jujuy, y recordó que le habían pedido “ser breve porque el intendente de la Capital Federal se llevó demasiado tiempo, así que, como siempre, las provincias argentinas vamos a tratar de resumir lo máximo posible: hablar menos y hacer más. Ese es nuestro lema siempre. Ese es nuestro lema siempre. Y dentro de hablar menos y hacer más, creo que Neuquén tiene una gran potencialidad. Si me dicen ¿qué es lo más importante que tenemos? Yo digo, sin lugar a dudas que es nuestra gente”. El público lo aplaudió, pero sus pares se notaban incómodos. Jorge Macri, el aludido, no dijo ni pío. Por cierto se había ido hacía rato tras dar su discurso con los anfitriones.
Abajo del escenario, entre cafés y jugos, un importante dirigente político escuchó de Bullrich contar que había reanudado su diálogo con Mauricio Macri y que estaba segura de que el PRO iba a terminar haciendo alianza con los libertarios, en lugar de ir a las elecciones de 2025 solo. Se la escuchó luego emitir críticas hacia el ex jefe de Gabinete de Macri, Marcos Peña, y responsabilizarlo por la tibieza del gobierno de Juntos por el Cambio para tomar medidas como su propia política actual en materia de seguridad y frente a los piquetes. Y después, aunque consideró como “legal” la visita de los diputados libertarios a los represores que están presos, aseguró que ella no lo habría hecho.