«El cepo financiero y cambiario facilita la refinanciación de la deuda en pesos, pero dificulta la de la deuda en dólares». El ex ministro de Economía Domingo Cavallo volvió a referirse, como cada vez que puede, al cepo y puso énfasis en la necesidad de ir hacia la salida del mismo para «consolidar el proceso de reactivación».
Sin embargo, el mismo texto el economista advirtió que la propia sugerencia del Gobierno se concentra en que «el cepo no se levantará durante 2025 e incluso que puede seguir en 2026».
Pero no todo es preocupación para el ministro de Economía de la era menemista que en el mismo texto destacó la estabilización de la inflación, la recuperación de la actividad y de salarios y jubilaciones.
Lo hizo, como es habitual, en su blog. «La actividad económica muestra signos de recuperación, lenta pero alentadora, porque también se recuperan los ingresos reales de trabajadores y jubilados y comienza a aparecer el crédito al consumo», dijo. Y agregó: «Además, el Gobierno ha comenzado a avanzar hacia la apertura de la economía eliminando impuestos distorsivos y restricciones a las importaciones».
Cavallo subrayó: «Tanto entre quienes deciden inversiones financieras dentro del país, como lo tenedores de deuda argentina en el exterior, muestran preocupación por no saber cuál es el destino del cepo y cómo será el futuro sistema cambiario y financiero cuando éste se elimine».
Sobre el tema siguió: «Esta inquietud es justificada a poco que se analice la magnitud y las características de las obligaciones del Tesoro, sobre todo las que deben pagarse o refinanciarse a lo largo de 2025».
Si bien por estos días, tanto el presidente Javier Milei como el ministro de Economía Luis Caputo alertaron sobre el impuesto País que se sacará definitivamente en diciembre, para Cavallo el caso del cepo es distinto. «El Gobierno parece sugerir que el cepo no se levantará durante 2025 e incluso que puede seguir en 2026″.
Sin embargo, en su opinión «no hay que descartar que el Gobierno se convenza, más pronto que tarde, que le conviene adelantar la liberalización y reunificación del mercado cambiario», aun arriesgando un salto devaluatorio.
Por último, Cavallo indicó que «esto ocurriría si retoma la idea original de poner en marcha un plan de estabilización definitivo, capaz de institucionalizar de manera creíble, un sistema de competencia de monedas que enmarque el fenomenal equilibrio fiscal y monetario que ya ha conseguido”.