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Miguel Ponce, sobre el Bono 2030: Lo llamaría bono 2027, con opción de estirarlo”

El bono 2030 fue lanzado como una solución financiera, pero Miguel Ponce, en diálogo con Canal E reveló señales preocupantes de corto plazo que podrían hipotecar el futuro económico argentino.

“Hoy es el día del bicicletero”

El entrevistado abrió con ironía su diagnóstico sobre la situación económica: “Hoy es el día del bicicletero”, en alusión al retorno de estrategias de corto plazo que favorecen el hot money sobre la inversión real.

Le hemos dado confianza a los inversores de corto plazo, pero no a los verdaderos inversores, los que tienen que venir a enterrar fierros”, sentenció, en referencia al escaso atractivo del bono 2030 para inversiones productivas de largo plazo.

Un bono con fecha de vencimiento anticipada

Aunque se llama Bono 2030, para Ponce hay que renombrarlo: “Lo llamaría 2027, con opción de estirarlo”, explicó, aludiendo al put de salida que permite a los tenedores liquidar anticipadamente sus posiciones.

Esto, advierte, es una señal de desconfianza del propio gobierno en mantenerse en el poder más allá de 2027: “Estás pensando dos cosas: que podés perder las elecciones o que va a haber una devaluación antes”.

“Les diste una bicicleta sin asiento”

La crítica se volvió más punzante al hablar del mecanismo para tentar a los fondos internacionales. “Le estás dando una bicicleta, y no quiero hacer ninguna analogía desagradable, pero sin asiento”, dijo con crudeza, destacando la falta de sostenibilidad del plan.

Ponce cuestionó el valor del tipo de cambio acordado: “Me subiste casi 2% el dólar, yo vendí 2% abajo… la utilidad va a empezar a bajar”, replicó, representando la mirada de los inversores ante la volatilidad del dólar.

Endeudarse para pagar deuda

Para Ponce, la maniobra tiene un objetivo urgente: cumplir con el pago de casi 5.000 millones al FMI. “Esta es la urgencia: las próximas dos semanas hay que ponerle al Fondo esos 5.000 millones”, explicó.

Sin embargo, advirtió sobre el riesgo de repetir este tipo de operaciones: “Me preocupa que entremos en esta situación de financiarse con más deuda y se consolide un modelo endeudador”.

Economía real: la gran olvidada

Mientras se debate sobre mercados y bonos, Ponce remarcó el deterioro del aparato productivo: “Verónica con 700 empleados al borde del cierre, Cerro Negro igual, Basali sin herramientas, leche importada, carne importada…

En un tono crítico, resumió: “Mientras el Conicet sangra, mientras sangra el Garrahan, discutimos el valor de la empanada. Lo que hay que discutir es qué modelo de país queremos”.

Una jugada de ajedrez para ganar tiempo

Sobre el trasfondo de la operación, Ponce apuntó: “Total es lo mismo cambiar el put por un AL30 o un G30, ganaron tiempo y dinero en dólares”. Y concluyó con una advertencia contundente: “Mientras el mesadinenismo reine sobre una mirada productiva, vamos a dedicarle más horas a estos temas que a los que verdaderamente importan”.

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