Los llamados movimientos sociales volvieron a mostrarse en público y marcharon hacia la Iglesia de San Cayetano, en el barrio de Liniers. La cuestión piquetera, bastante apagada en las calles en los últimos meses –aunque la pobreza saltó al 55%-, sí estuvo presente y cobró relevancia estos días en el debate público, pero no por anuncios de cortes o el ya clásico “caos de tránsito” que provocaban los cortes cuando la pobreza estaba en el 30%. La cuestión piquetera pasa hoy por denuncias judiciales concretas. Causas en las que se investiga la posible malversación de fondos públicos.
Podrían resumirse los casos que se investigan como diseñados con una misma metodología: el uso de los pobres como escudo humano para hacer negocios turbios en nombre de ellos.
En los últimos años los dirigentes o referentes piqueteros tenían como regla poner sobre la mesa la cantidad de piqueteros que manejaban para discutir plata. Cuánto más grande el padrón propio, mayor era el acceso a esos fondos. Los pesos pagaban planes sociales, pero la Justicia tendría ya evidencia de la magnitud de los “peajes” que pagaban quienes querían acceder a esos fondos para afrontar su supervivencia diaria.
El Movimiento Evita se destacó como el más numeroso, llegando a tener en su padrón más de un millón de personas. Tanto poder acumuló que llegó a poner dos funcionarios en el gobierno de Alberto Fernández: Emilio Pérsicco y Fernando Navarro.
El Polo Obrero también daba pelea a la hora de reclamar fondos. En la mesa de discusión se sentaba su autoproclamado líder, Eduardo Beliboni. Beliboni también daba la cara en la calle, al frente de sus militantes.
También reclamaba fondos Juan Grabois, desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quien se inclinó por el lado del urbanismo.
En estos días también se supo de organizaciones pensadas para obtener fondos públicos a través de manejos turbios -hay una denuncia penal en marcha- con las pensiones por invalidez, gestionadas para conseguir dicho beneficio para personas consideradas económicamente vulnerables.
En cada uno de estos ejemplos podría afirmarse que se cumple con lo dicho más arriba: el uso de los pobres como escudo humano. Por qué.
Caso 1. El mes pasado el fiscal federal Gerardo Pollicita imputó a Emilio Pérsico – ex secretario de Economía Social- al dar por corroborada “la existencia de una matriz de corrupción” que funcionó con la participación de las autoridades del extinto Ministerio de Desarrollo Social desde marzo de 2020 hasta el 9 de diciembre de 2023
Caso 2. A Eduardo Beliboni lo procesaron por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado: el juez federal Sebastián Casanello consideró que hay pruebas suficientes para sostener que desvió fondos recibidos por la Asociación Polo Obrero en el marco del Plan Potenciar Trabajo y que los destinó, al menos en parte, a financiar política partidaria.
Caso 3. A Juan Grabois, respaldado por Cristina Kirchner, le permitieron armar el Fondo de Integración Socio Urbana. Se nutría con el 30% de lo que recaudaba el Impuesto País y tiene como objetivo financiar proyectos de integración socio urbana para los Barrios Populares. El FISU llegó a captar el 30% de lo que se recaudaba por el impuesto PAIS. En 2023 llegó a captar más de $ 350.000 millones. Este Gobierno hizo una auditoría sobre el FISU y sus conclusiones fueron lapidarias. Habló de «falta de un sistema integral de seguimiento y monitoreo»; «debilidades en los procesos de contratación»; «demoras generalizadas en los plazos de ejecución de obras» y «retrasos en las rendiciones de cuentas».
Caso 4. Lo último que saltó fueron los turbios manejos alrededor del otorgamiento de pensiones por invalidez. Para el fiscal Guillermo Marijuan, se estableció un mecanismo que «habrían defraudado al Estado Nacional, mediante la conformación y materialización de un plan sistemático consistente en el dictado de normas tendientes a flexibilizar el proceso de otorgamiento de las Pensiones No Contributivas por Invalidez para permitir la entrega masiva e irregular de tales beneficios destinándolos especialmente “a cuestiones políticas de favores con gobernadores e intendentes. Es posible suponer que el puntero que llegaba con más pobres se llevaba más pensiones.
El fiscal habla de un plan sistemático, caracterización muy usada para otros fines por el kirchnerismo. En los ejemplos mostrados, el plan sistemático quedó a la vista.