Los últimos datos del INDEC revelan que el derrumbe de la actividad durante el primer semestre fue mayor a lo que las estadísticas oficiales habían reflejado previamente. La novedad llegó cuando el INDEC publicó esta semana el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y mostró un recálculo a la baja de los valores previos.
La consultora Outlier marcó en su informe que si bien el dato del EMAE de junio, con una caída interanual del 3,9%, «estuvo en línea con lo esperado, lo que sorprendió fue el fuerte recálculo que sufrió hacia atrás toda la serie. En particular, las últimas dos estimaciones: abril y mayo».
El recalculo de mayo redujo la variación interanual a 1,9% (2,3% previo) y la mensual a 0,7% (1,3% previo). En el caso de abril los nuevos guarismos son de -0,9% frente al 0% previo y -2,1% (-1,6% previo), respectivamente. Así, mientras en la medición anterior la caída de la actividad en los primeros cinco meses del año había sido del 2,9%, ahora pasó a 3%.
«En consecuencia, el nuevo piso para la actividad se ubicaría en el mes de abril de 2024 (antes era marzo) y estaría 8,1% abajo del último máximo (julio 2022) y 6,7% debajo de agosto de 2023 (inicio de la seguidilla de caídas mensuales). En tanto, durante el segundo trimestre de 2024 se habría promediado un nivel de actividad 1,7% inferior al del primero y -1,4% inferior al del mismo período del año pasado», apuntó Outlier.
También desde Aurum Valores hicieron foco en el cambio de las estimaciones. «Muy fuerte revisión bajista para los meses del segundo trimestre según los datos del EMAE que muestran que siguió deteriorándose la actividad en términos mensuales desestacionalizados. También se corrigieron al alza los números del primer trimestre lo que implicaría que, en la próxima publicación del PIB del segundo trimestre de este año que se hará en septiembre, el primer trimestre debería corregirse de -2,6% a -2,2%».
Si bien es habitual que de un mes a otro el INDEC corrija las proyecciones del EMAE, lo ocurrido en esta ocasión llama la atención en momentos en los que se discute si la caída de la actividad ya tocó piso o no.
«La contracción de la demanda interna, que impacta fuertemente en los sectores industriales y comerciales, junto con la falta de impulso fiscal que afecta a la construcción, configuran un panorama en el cual la actividad económica aún no logra revertir la tendencia contractiva», plantearon desde la consultora ACM.
«No obstante, el mayor dinamismo de los sectores transables, como el agropecuario y el petrolero, junto con la leve mejora en algunos servicios, han evitado una mayor profundización del piso observado en abril. Esto sugiere que, a futuro, la economía continuará por debajo del nivel observado el año anterior, aunque podría comenzar a mostrar una lenta recuperación en términos trimestrales ajustados por estacionalidad», remarcaron ACM.
«De cara al tercer trimestre las expectativas son mucho mejores. En julio, los indicadores primarios mostraron un mejor desempeño que en mayo. Los factores explicativos vienen por el lado de la recuperación de los salarios reales y el crédito en un contexto de remonetización de la economía local, todo desde mínimos históricos», agregó Outlier.
Y añadieron que «respecto del último trimestre la baja de 10 puntos porcentuales de la alícuota del Impuesto PAIS comprometida para septiembre de 2024 puede ser un efecto dinamizador original. En este contexto, mantenemos nuestra proyección de contracción anual para 2024 en el rango de -3,5%/-4%«.