Desde su aparición en Mendoza a fines de los años ’70, hasta su consagración nacional y su tarea pionera en Latinaomérica en la década del ’80, Enanitos Verdes es una de las bandas más queridas, respetadas y populares del continente.
La indudable calidad de sus canciones, que incluyen muchísimos hits, se sumó a su continuidad y capacidad de trabajo hasta convertirlos en los más exitosos del rock latino, tal como demuestran sus grandes giras y cifras como los 570 millones de reproducciones de Lamento boliviano, los 322 millones de La muralla verde, y las 191 millones de Luz de día.
Tras el parate obligado de la pandemia, el grupo retomó los shows y comenzó a preparar una larga gira aniversario, pero el 8 de septiembre de 2022 sufrió el durísimo impacto de la muerte de su cantante y bajista, Marciano Cantero.
La formación actual de Enanitos Verdes: Jota Morelli, Felipe Staiti y Guillermo Vadalá. Foto de prensa gentileza Lisa RiveraLa decisión fue seguir adelante, en honor a su compañero y para celebrar las canciones que son clásicas. El 3 de diciembre iniciaron una nueva etapa en un festival en Los Angeles, y desde entonces no han parado.
La nueva formación
Ahora, ante el desafío de tocar por primera vez en su carrera en el Luna Park el 22 de marzo del año que viene, el guitarrista y cantante Felipe Staiti cuenta los pormenores de esa decisión tan dura y describe con orgullo la entusiasta respuesta del público.
La formación actual se completa con el baterista Jota Morelli, que lleva más de diez años en el grupo, y el flamante bajista Guillermo Vadalá, el mismo que tocó mucho tiempo con Fito Páez y Luis Alberto Spinetta (bajo). Se suman como invitados especiales el tecladista mexicano Bosco Aguilar y los coros de Arita Rodríguez y Damián Castroviejo.
Felipe Staiti, de Enanitos Verdes, reflexiona sobre las duras decisiones que tuvo que tomar y cómo fue la gran respuesta del público a esta nueva etapa. Foto Ariel Grinberg«La verdad -comienza diciendo Felipe- es que cuando pasó lo de Marciano fue un golpe muy bajo, pero yo siempre digo en este tipo de cosas uno tiene dos opciones: te quedas en el duelo o salís a celebrar el tiempo vivido. Frente a pérdidas con un afecto tan profundo prefiero siempre no llorar sobre leche derramada y por eso dije que hay que seguir adelante, porque es el proyecto de mi vida y de otras personas de los Enanitos».
-¿Cómo fue la decisión de asumir la primera voz?
-Si yo antes cantaba dos o tres canciones en vivo, lo más honesto era que ahora cante la mayoría de las canciones. Buscar a alguien que cante como Marciano o sea como él sería un poco fake porque sería alguien que no tenga historia con nosotros. No sería muy creíble y prefiero esto.
Lo hablamos con Jota, que estuvo totalmente de acuerdo, y el primero que pensé como bajusta fue Guillermo Vadalá. ¡Vamos a apuntar alto y busar al mejor! (risas) Se mostró súper entusiasmado, empezamos a tocar y fue mágico porque había programado hacer unos 4-5 ensayos en Miami y la verdad que alcanzó con dos.
Fue muy auspicioso y también incorporamos un tecladista invitado y dos coros que realzan un poco el asunto de las voces. Si bien conservamos siempre la base del trío, cuando hicimos el disco Néctar salimos siete de gira, y en la época del disco acústico éramos cuatro. Ahora somos seis en el escenario y los shows que estamos haciendo están saliendo buenísimos.
Felipe Staiti y Marciano Cantero en 2012. Foto: AP-¿Cómo te sentís ante este nuevo desafío de frontman absoluto?
-Tocar la guitarra es algo que tengo bastante automatizado, e incorporar cantar más canciones requiere un poco más de atención, asi que tengo que estar un poco más atento y cuidarme más de la garganta. Yo soy un intérprete. No pretendo ser Marciano ni cantar como Marciano, que sería imposible. Hago más la interpretación de las canciones.
Es el momento del cambio, porque lamentablemente es una cuestión que no tiene vuelta atrás. No me cuesta, pero es algo que hago con mucho respeto y con mucho cariño y honestidad. Obvio que me metí en una camisa de once varas, pero realmente me pareció lo más honesto, lo más real y lo menos invasivo. Es lo más sincero.
-Cómo fue en los primeros shows la ausencia de mirar a un costado y no ver a Marciano y tener una mirada cómplice?
-Al principio me me shockeó, la verdad. Pero yo le conocía Marciano en la profundidad y siento que se estuvo yendo de a poco. Veo que se estaba preparado para eso. Y su salida de este plano es algo que sentía, en un punto. El impacto de no tenerlo al lado está, pero como encima tengo que estar tocando la guitarra, tampoco tengo mucho espacio para pensar en eso durante el show. Tengo el impacto, pero estoy ocupado con los pedales y tengo el consuelo de tenerlo a Guillermo ahí cerca.
Spotify y el Luna Park
-Año a año, la banda viene multiplicando la cosecha de tantas décadas de trabajo, ¿pero te imaginabas los números de Spotify y la concurrencia en aumento a los recitales en cualquier país de Latinoamérica?
-Lo de Spotify visibilizó lo que ya estaba sucediendo. Ahora tenés números y pruebas fehacientes y visibles. Particularmente en este momento y en estos últimos conciertos que hicimos todo este año siento un afecto mucho más grande de la gente. No bajamos los brazos y seguimos en este camino de llevar las canciones a lo más alto y compartirlas con la gente.
El último show fue en Costa Rica y fue impresionante, tanto la producción como el lugar donde tocamos y la gente. Estuvimos en Puerto Rico, que también explotó. Ahora vamos a Perú, México y otra vez Estados Unidos otra vez. Creo que hay una cosa de agradecimiento de parte del público de que no hayamos bajado los brazos. Y está la visibilización de ser la banda más escuchada del rock argentino y que Lamento boliviano es el tema más escuchado del rock latino. Es como un lugar de privilegio en algún punto, pero no es nuevo.
Enanitos Verdes en vivo en la actualidad, siempre con éxito total. Foto: IG-Y ahora van a hacer por primera vez un Luna Park.
-Sí. Tenemos muchos proyectos también. Estamos pensando en hacer un disco nuevo el año que viene y estamos terminando un documental que tenemos programado hace tiempo. Esto ha sido permanente en nosotros: nunca quedarnos parados en un lugar de éxito sino seguir siempre para adelante.
-Hay una fascinación con los años ’80. ¿En definitiva es por las canciones?
-Estoy totalmente convencido que sí los Enanitos tenemos vigencia es justamente por las nuevas generaciones, porque en un concierto ves la media de la gente y es muy joven. Creo que el secreto son las canciones, que no han estado a una moda y han perdurado en el tiempo por ser buenas canciones. Eso es imbatible.
Guitarras blancas, por ejemplo, parece una canción moderna, de hoy, y la grabamos en el ’88. Son canciones que trascienden el tiempo. Y las buenas canciones no van a desaparecer.
-Lo importante es que siga el grupo y que estén celebrando a Marciano con cada show.
-Totalmente. Aparte, te digo la verdad, la única muerte es el olvido. Y si los Enanos tenemos que dejar de tocar por la desaparición física de Marciano tampoco sería justo, porque todos hemos estado empujando el mismo carro. Es un grupo que empezamos juntos y sigue vivo.