Después de ocho años protagonizando una de las series más populares, se animó a dirigir su primera película. Su vida atrás de cámaras.
Pudo haberse resignado a ser una actriz latina hot: desde que terminó su trabajo en la serie Amas de casa desesperadas, allá por 2012, Eva Longoria (48 años) dice haber recibido muchas ofertas para protagónicos en TV. Pero parece que quedó agotada con la experiencia de filmar 8 temporadas de casi 11 meses por año (una de las razones por las que entiende que su sindicato haya ido al paro).
Su sueño era pasar detrás de la cámara y convertirse en directora.
Le tomó una década en la que se probó dirigiendo programas de televisión, hasta que por fin en junio estrenó su primera película.
Eva Longoria quiso mostrar que es posible ser ambicioso aún teniendo raíces mexicanas en los Estados Unidos.
Hollywood nunca aprenderá
De entrada cuenta Eva que le costó conseguir trabajo en Los Angeles cuando se mudó de su Texas natal a fines de los ’90 para iniciar su carrera en el espectáculo. A la par ingresó a la universidad donde estudió la historia de los mexicanos en USA (chicanos), como una manera de explorar su identidad.
En los castings, como le pasó a Sofia Vergara, le decían que era demasiado blanca para hacer roles de latina y demasiado latina para hacer roles de anglosajona. Empezó haciendo soap operas (una versión local de nuestras telenovelas) hasta que le llegó en 2004 la oportunidad de interpretar a Gaby Solis, la ama de casa desesperada que escandalizaba y encendía fantasías flirteando con un joven y apuesto jardinero.
Además de dedicarse a dirigir un par de programas siempre con temática latina, y a producir y conducir una entrega de premios a la comunidad artística latina, los Latino Media Arts Awards, este año estrenó en marzo otra faceta en CNN, con una serie en la que recorre y descubre distintos lugares y sabores de México.
Su amistad con Victoria Beckham y los Biden
Eligió como Director de Fotografía para su primera película a un argentino, Federico Cantini, del que se había hecho amigo en otro rodaje hacía un par de meses. En su escala de valores, la amistad cotiza. El estreno de Flamin Hot fue record de streaming en Hulu y Disney+, pero hubo un screening muy especial en los jardines de la Casa Blanca y el presidente se fotografió con ella y su elenco.
Eva Longoria es amiga de los Biden y de los Obama y los apoya políticamente como militante demócrata.
Su mejor amiga es Victoria Beckham, lo son desde que la Spice Girl llegó a Los Angeles en 2007 para que su esposo, David Beckham, jugara al fútbol en el Galaxy. Longoria, que es madrina de Harper, la hija menor de los Beckham, confiesa que no tenía ni idea de qué se trataba el “soccer” cuando su amiga le pedía que la acompañara a ver los partidos.
Victoria le diseñó el vestido que Eva usó en 2016 cuando se casó con el mexicano director del grupo Televisa, Jose “Pepe” Bastón.
Seguramente la hubiera acompañado a recibir a Lionel Messi en el Inter de Miami, pero estaba de glamorosas vacaciones en Marbella junto a su esposo y su hijo Santiago (5 años). La distancia las ha separado un poco.
Cuando el futuro está en juego
Eva sabe que los latinos no tienen representación real en la pantalla, aunque son un cuarto del público que va al cine. Ésa es parte de su lucha. La otra, que haya más justicia laboral.
“La forma en que producimos contenido hoy para las plataformas de streaming es inviable, es como si alimentáramos a un monstruo que nunca está satisfecho”, le dijo a The Hollywood Reporter.
En su cuenta de Instagram apoyó la medida extrema del sindicato de actores (SAG) y adoptó una actitud desafiante hacia la Asociación de Productores de Cine y TV con la que deben negociar: “No queríamos ir al paro pero no tenemos miedo a pelear, el futuro de la industria está en juego”.