Si sos uno de los 312.091 espectadores que hasta ayer jueves vieron Flash en la Argentina, seguramente no podías creer el final de la película, la aparición de cierto personaje. La sorpresa es, claro, premeditada.
Pero lo que quizá no te imaginabas es que ese final no fue el único que se filmó para Flash.
No.
Se filmaron tres finales distintos.
Igual, por Twitter y otras redes sociales ya se difundió. Pero vaya el aviso de que, a partir de aquí, después de tres párrafos más abajo, hay spoilers.
Si vieron el filme, recordarán muy bien la escena final, que tiene a Barry (Ezra Miller) saliendo del Juzgado y hablando por su teléfono celular con Bruce Wayne, quien le avisa que está yendo hasta allí. Llega su automóvil, es obviamente rodeado por los periodistas que estaban en el lugar, vemos los zapatos pisar la vereda y, plano siguiente, Barry lanza el ya famoso “¿Quién caraj…?”.
Y no, no era Ben Affleck.
Alerta de spoiler
Recién se mostró a George Clooney en las escalinatas del Juzgado cuando se exhibió la copia a la prensa, y obviamente, tras su estreno, la semana pasada.
Fue en Batman & Robin, no solo con su batitraje con pezones, sino con diálogos imposibles de recitar y que en la platea el público no se riera. Nada funcionaba bien en el filme del ya fallecido Joel Schumacher, estrenado en 1997, con Chris O’Donnell como Robin –antes de poner una pizzería-, Arnold Schwarzenegger como Mr. Freeze o Sr. Frío, Uma Thurman como Hiedra Venenosa y Alicia Silverstone como Batichica.
El secreto de Clooney regresando como Batman -un papel que siempre detestó por su resultado final, como ha manifestado abiertamente- se guardó durante casi seis meses.
Pero vayamos cronológicamente.
Flash fue primero un proyecto del estudio dirigido por Toby Emmerich y el jefe de DC Films, Walter Hamada. La mayor parte del rodaje y la posproducción se hizo con ellos como jefes supremos. La idea primordial era que Flash marcara un reinicio de todo el universo cinematográfico de DC. Ya habían planeado una secuela de Flash.
Pero, y cuando hay un pero, pasan cosas, cuando en 2022 Warner Bros. fue adquirida por Discovery, Emmerich y Hamada terminaron expulsados, y mientras David Zaslav, el CEO de Discovery, buscaba quién dirigiese DC, a Michael De Luca y Pamela Abdy se les asignó la tarea de supervisar DC.
Y a ellos se les ocurrió otro final.
La estrategia era tener a Cavill, que iba a hacer un cameo en la película Black Adam (que lo hizo) y se preparaba para volver al papel en una nueva película de Superman. Pese a que habían decidido que Supergirl no iba a tener su película independiente, dejaban abierta la puerta a que regresara de alguna forma, y no deseaban que su última imagen fuera la de su muerte a manos de un supervillano, el General Zod de Michael Shannon.
Recordarán que DC preparaba una tercera película de Wonder Woman con la realizadora de las otras dos, Patty Jenkins.
Pero a los dos meses, en noviembre, Zaslav nombró a James Gunn (las tres Guardianes de la galaxia, de Marvel, El Escuadrón Suicida, de DC) y al productor Peter Safran para que dirigiesen DC Studios.
Gunn quería reiniciar todo el universo de DC, y tener a Cavill y Gadot en el nuevo final parecía prometer algo al público que no iba a suceder, porque mataron el proyecto del Superman de Cavill y desecharon la idea de una tercera de Wonder Woman.
Contactaron al agente de Clooney, le mostraron un corte de la película casi terminada. Al agente le gustó y se lo mostró a Clooney. A Clooney le gustó y aceptó volver a ser Batman.
Una mañana de enero en los estudios de Warner, en Burbank, Los Angeles, George Clooney era Bruce Wayne, de nuevo y luego de 26 años. Miller obviamente estuvo, haciendo su primera aparición desde el fatídico día de agosto en el que se reunió con De Luca y Abdy para hablar sobre su controvertido comportamiento (múltiples arrestos incluidos).
El rodaje fue rápido. Dicen que Clooney conversó con Miller y le dio consejos alentadores sobre cómo manejar y comportarse en público.
Y así llegamos al final que hoy se ve en los cines de todo el mundo.