Las películas de terror difícilmente sean originales, en el sentido de que no suelen últimamente surgir de una idea singular, inédita. Si un filme la pega, se viene la secuela, el spin-off o la precuela. Con Five Nights at Freddy’s pasa lo mismo: basada en el popular videogame del mismo nombre, si le va bien cuando estrene internacionalmente el próximo fin de semana, habrá más.
Hubo varias versiones del juego creado por Scott Cawthon, y allí, claro, lo que atrae también es lo interactivo, lo que puede hacer uno sentado o parado frente a la pantalla.
En el cine, no.
En el cine hay que ver lo que a uno le entregan, y quedarse con eso.
Freddy Fazbear, un animatronic que cobra vida y esconde un espeluznante secreto. Foto UIPLa base: lo central transcurre, como en el videogame, en un lugar abandonado, en el que había juegos, animatronics y se comía pizza. Y en la película -como en los videojuegos- los animatronics de Freddy Fazbear’s Mega Pizzaplex empezarán a perseguir a quien ingrese allí, sea un nuevo agente de seguridad, o intrusos.
El tipo de la seguridad (Max, interpretado por Josh Hutcherson, de la saga de Los juegos del hambre) llega hasta Freddy Fazbear’s porque no consigue empleo, luego de haber sido despedido por atacar a un padre en un shopping, pensando que ese hombre estaba secuestrando a un niño.
Se entiende: Mike, de niño, no pudo impedir que un extraño se llevara de un picnic a su hermano menor. «Encontrar a quien se lo llevo es lo único importante», se repite el protagonista.
Josh Hutcherson y Piper Rubio, hermanos en peligro en la pizzería de los animatronics.Atormentado desde entonces, sobreprotege a su otra hermanita, mientras la tía de ambos (Mary Stuart Masterson, a años luz de Benny & Joon, con Johnny Depp, y Tomates verdes fritos) quiere quedarse con la custodia de Abby (Piper Rubio, un nombre a tener en cuenta).
Así que cuando le ofrecen ser guardia nocturno en lo de Freddy, acepta. No sabe la que le espera.
Hay toda una subtrama, que implica el sueño recurrente de Mike, que recrea cómo se llevan a su hermanito Garrett, y aparecen otros niños. Bueno; uno de los motivos del cierre de la pizzería fue que desaparecieron chicos mientras jugaban de lo más tranquilos con los animalitos animatronics.
Bonnie, Freddy Fazbear y Chica. ¿Quiénes están detrás o adentro de los personajes siniestros?¿Habrá relación?
Obvio.
Con más trama, pero insulsa
Los primeros tres juegos involucraban al guardia de seguridad nocturno, que tenía que valerse de lo que pudiera (sobre todo las cámaras de seguridad) para sobrevivir. Aquí se le agrega más trama, está, sí Vanessa (Elizabeth Lail), la policía que extrañamente entra como si el lugar fuera su casa. Y Abby tiene un rol fundamental.
Pero todo es tan real que a Mike lo hieren en los sueños… y aparece herido en la vida real.
La película no asusta nunca.Con un presupuesto acotado (25 millones de dólares; la última Scream, por ejemplo, tuvo uno de 35 millones, y con más locaciones; La monja 2 costó en producción 38 millones) Five Nights at Freddy’s parece rodada no a las apuradas, pero sí con la mente puesta en cómo aprovechar situaciones, locaciones y no gastar un dólar de más. Como si hubiera sido rodada durante la pandemia, que necesitaban pocos intérpretes.
Pocos personajes, pocas locaciones, bajo presupuesto y fuerte rendimiento en la taquilla es la fórmula.
Para los fanáticos a los que les gusta quedarse a ver si sucede algo, si hay una escena postcrédito, bueno, quédense en sus butacas. No es que pase algo que vaya a cambiar ni aportar mucho a la película. Pero algo hay.
“Five Nights at Freddy’s”
Regular
Terror. Estados Unidos, 2023. 110’, SAM 13. De: Emma Tammi. Con: Josh Hutcherson, Piper Rubio, Mary Stuart Masterson, Matthew Lillard, Elizabeth Lail. Salas: Cinemark Palermo, Hoyts Dot, Cinépolis Recoleta y Avellaneda, Showcase Belgrano y Norcenter.