Un enjambre de drones ucranianos cruzó más de 1500 kilómetros para atacar cinco bases aéreas rusas en Siberia, revelando un nuevo paradigma en la guerra moderna.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la analista internacional, Fernanda Cornejo quien comentó que, “se le denomina operación Telaraña a esta operación que se planeó por más de un año y medio”, al referirse al ataque masivo de Ucrania a territorio ruso. Según fuentes de inteligencia ucranianas, esta ofensiva implicó el contrabando de drones desde Rusia y el ocultamiento de tecnología clave para su traslado a Ucrania.
El objetivo: lanzar un ataque inesperado, similar en magnitud y sorpresa al ocurrido en Pearl Harbor. “Este ataque no estaba siendo esperado”, afirmó Cornejo. La operación apuntó a cinco bases aéreas rusas, ubicadas a más de 1500 kilómetros de la frontera, en zonas consideradas hasta ahora impenetrables.
Drones, IA y guerra asimétrica
Una de las claves del éxito fue el uso masivo de tecnología avanzada. “Drones de largo alcance y de bajo costo están rompiendo las reglas tradicionales de combate”, sostuvo la experta. Estas aeronaves no tripuladas cruzaron el extenso territorio ruso sin ser interceptadas, desafiando los sistemas de defensa aérea.
El ataque fue posible, en parte, gracias al uso de inteligencia artificial: “Lograron también tener acceso a dispositivos de inteligencia de Rusia para saber a qué hora operarlos”, explicó. La IA permitió determinar las rutas, evitar 40 aviones rusos desplegados y elegir horarios donde la vigilancia era mínima.
Una retaguardia vulnerable
El ataque reveló que la retaguardia rusa no es tan inexpugnable como se creía. “Lograron vulnerar lo que se pensaba como una retaguardia estratégica, no vulnerable, que es la rusa”, enfatizó Cornejo. Solo una de las cinco bases identificadas logró evitar el ataque, lo que marca un cambio profundo en el equilibrio bélico.
La operación también fue notificada con antelación al expresidente Donald Trump, según fuentes ucranianas. Esta comunicación se enmarca en los llamados “códigos de guerra”, reglas informales entre estados incluso en medio de conflictos.
Cúpula de hierro vs. domo de oro
El ataque también deja interrogantes sobre los sistemas de defensa actuales. Mientras Israel desarrolla su “cúpula de hierro”, Donald Trump ha propuesto un “domo de oro” con capacidad para detectar drones de largo alcance.
“En el caso del domo de oro que propone Donald Trump… sí se consideran este tipo de drones y misiles balísticos de largo alcance”, explicó Cornejo. Aunque todavía es un proyecto, este tipo de tecnología ya parece necesaria tras lo sucedido en Siberia.
Silencio en Moscú, dudas globales
Hasta el momento, Rusia no ha emitido una respuesta oficial. Cornejo subrayó que, salvo imágenes verificadas de los drones en territorio ruso, no hay declaraciones ni acciones públicas por parte del Kremlin: “Solamente tenemos la versión de Ucrania, por parte del gobierno ruso no ha habido ninguna manifestación oficial”.
También se ha planteado la duda sobre la autenticidad de las imágenes difundidas, considerando el uso de inteligencia artificial. No obstante, Cornejo desestimó que se trate de una manipulación: “Me parecería que si eso fuera así, Santi, hubiera salido ya el gobierno ruso a pegar fuerte contra eso”.
Finalmente, Cornejo remarcó que el objetivo principal de los drones fue atacar bases militares específicas, reduciendo al mínimo el riesgo para la población civil: “Buscan atacar lugares de bases específicos estratégicos y así evitar que mueran civiles”.