El jingle es una melodía corta y pegadiza que se utiliza mucho en las campañas comerciales y propaganda política. Un grupo de jóvenes kirchneristas que se entretiene en la redes sociales logró cierta penetración haciendo divertidos jingles. Juegan a cambiar las letras de canciones populares, siempre en tono político. En general, apuntan contra Javier Milei y sus funcionarios, Victoria Villarruel o Mauricio Macri.
Quizás como catarsis, esos mismos streamers del canal Gelatina, sorprendieron esta semana al chicanear a la jefa política del espacio en el que militan. Modificaron una canción de Wos, también alineado a los preceptos K. Tararearon en voz bien alta:
«Y yo no tengo pensado, ver a Alberto enfiestado. Y no me había esperado,que todo quedé filmado. No, no no… No me pidas que los vuleva a votar, A los que nos trajeron hasta acá».
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Ocurrió en Gelatina.
Cristina Kirchner, teléfono. Curioso: la única entrevista que la ex presidenta dio en lo que va del año, justamente se la dio a estos chicos.
Cuentan que Napoleón, dos centímetros más petiso que Lionel Messi, amenazaba con asesinar a todo aquel que se burle de su altura. Lo mismo hacía el gangster Benjamín Siegel para quién lo llamase Bugsy, bicho en español.
En el Instituto Patria, refugio melancólico de la supuesta década ganada, todos saben que no hacer ni decir para que Cristina entre en cólera: nunca pedirle una explicación de por qué ordenó al peronismo alinearse detrás de Alberto Fernández.
La ex dos veces Presidenta detesta que la hagan responsable de Alberto Fernández. También, en menor medida, de Daniel Scioli. ¿Y de Sergio Massa?
Precisamente, el líder del Frente Renovador se sorprendió por haber ligado el último escarmiento de Cristina. Lo recibió con la guardia baja. La arremetida de la ex presidenta contra su última apuesta para el sillón de Rivadavia, no salió de su boca. Tampoco de sus dedos con posteo en las redes. Esta vez, le ordenó a Wado de Pedro a cruzarlo por X.
Pasados por agua. Wado de Pedro acusa a Sergio Massa de metirle a periodistas diciendo que quiere ser miembro de la Corte Suprema. Cristina le ordenó al ex ministro del Interior a cruzar al líder del Frente Renovador.“Tampoco hay funcionarios kirchneristas en el gobierno de Milei. Si alguno continúa en el cargo, tal vez deberían consultar al Frente Renovador», gatilló De Pedro, apuntando al pacto político que Sergio Massa hizo con Javier Milei para confeccionar juntos las listas de la Libertad Avanza en el Conurbano y en el resto de la provincia de Buenos Aires, a cambio de financiamiento.
En realidad, el génesis del enfrentamiento no debería sorprender, aunque se hagan los sorprendidos. Cristina y La Cámpora acusan a Massa de salir a «vender» a Ariel Lijo como futuro miembro de la Corte Suprema de Justicia. Es decir, buscarle apoyo de los gobernadores, jefes de los senadores que deberían votarlo.
«Tomasito (por Massa) sería capaz de venderle a Gardel el Obelisco. Un crack, como le gusta decir a él. Salió a buscarle porotos a Ariel en nombre de todos nosotros, negociando también con los libertarios. Trascartón, operó con algunos periodistas para ensuciar a Wado, afirmando que quiere ser ministro de una supuesta corte ampliada. Un disparate que molestó, sobre todo, a Cristina», le indica a Clarín un ex funcionario que tuvo que aflojarle al café por recomendación médica y ahora sufre las reuniones en el Patria.
Cristina se arrepiente de haber elegido a Sergio Massa como candidato a Presidente y haberlo bajado a Wado de Pedro después de haberle prometido que sería el elegido. Massa le contestó a Cristina (y a Wado), con un comunicado del Frente Renovador. «El desafío desde el campo popular es construir un nuevo camino de esperanza para nuestros jubilados, trabajadores y trabajadoras, pequeñas y medianas empresas y jóvenes. Necesitamos aunar esfuerzos mostrando que hay otro camino, sin caer en chicanas o ambiciones personales«, posteó.
«Viniendo de Sergio, eso de ‘nuevo camino’, es un tirito camuflado a Cristina. Más claro es la devolución a Wado con eso de ´sin chicanas ni ambiciones personales», subtitula ante este diario un legislador bonaerense renovador.
Un intendente con mucha más llegada a La Cámpora que al massismo, no tiene dudas: «El tuit de Wado contra Sergio no es de Wado. Es de Cristina».
Muy cerca de Massa, desmienten que haya operado para Lijo y en contra de Wado con periodistas. «Los K esta semana se pelearon con Axel, con Mayans y con Sergio. Ellos saben que Massa nunca fue su empleado y tiene autonomía. Wado quedó herido cuando Cristina lo bajó de su candidatura. La interna con Anabel (Fernández Sagasti) y la pelea con Kicillof lo tiene mal», señalan.
En el FR afirman que Massa «no conoce ni nunca habló con Santiago Caputo», como si aseguran que lo hace De Pedro. Remarcan que en su posteo, el ex ministro de Interior desmiente que quiera ir a la Corte «pero no niega haberse reunido con Caputo por Lijo y la ampliación de la Corte»:
Del otro lado, en La Cámpora retrucan que Massa acordó el apoyo a Lijo por lo menos con cuatro gobernadores: Gerardo Zamora de Santiago del Estero, Gustavo Sáenz de Salta, Osvaldo Jaldo de Tucumán y Gildo Insfrán de Formosa.
Justamente el eterno mandatario formoseño estaría «hinchado las guindas» con la agrupación de Máximo Kirchner. También con Cristina. Por eso, según interpretan los que dicen conocer a Insfrán, el senador de esa provincia José Mayans se animó, como nunca antes, a pedirle indirectamente a la jefa una «evaluación psicológica» por haber elegido a Alberto Fernández.
«El gordo (por Mayans) es pícaro y le pegó a Cristina donde más le duele. Obvio que lo acordó con su jefe Insfrán», sostiene un peronista que come en las dos mesas.
Santa Rosa llegó con viento y lluvia. Pero para el Frente de Todos, las inclemencias del tiempo pueden sumar un pequeño sismo.