La imagen digital de Javier Milei volvió a mostrar un saldo adverso durante julio y la primera semana de agosto. De acuerdo con el monitoreo de AD HOC, la negatividad alcanzó el 49% frente al 39% de positividad, una diferencia de diez puntos porcentuales que consolida seis meses seguidos de percepción negativa en redes sociales. El informe destaca que, tras un inicio de 2024 marcado por cuatro meses consecutivos de saldo negativo, en 2025 la tendencia se profundizó: ya van seis meses de críticas constantes en la conversación digital. Este escenario plantea un problema de mediano plazo para la gestión libertaria, que no logra revertir el humor social en internet.
Lo internacional como salvavidas
El único factor que moderó la caída fue la agenda internacional. La visita del Primer Ministro de India y los vínculos con Israel activaron menciones positivas, sobre todo en inglés y en comunidades extranjeras, incluso más que en español. También la discusión sobre la privatización de AySA encontró mayor eco favorable fuera del país que en la conversación local.
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Pese a esos puntos de apoyo, los temas internos dominaron con fuerza: inflación, pobreza, decretos y las tensiones por las facultades delegadas en el Congreso. Estos tópicos consolidaron la narrativa negativa en torno a la figura presidencial.
Milei, su propio vocero
Un dato llamativo del estudio es que el propio Milei fue el usuario que más publicó sobre sí mismo en redes. Superó en volumen a medios como La Nación, Clarín, Infobae y TN. Solo la cuenta de IA Grok, dedicada a verificar información, tuvo más publicaciones vinculadas al presidente.
En contraste, la actividad de los trolls libertarios cayó un 75% respecto de la cantidad de posteos generados directamente por Milei. Esto muestra que el mandatario se apoya en su estilo comunicacional directo para incidir en la agenda digital, aunque los resultados en términos de imagen no le resultan favorables.
Karina Milei, otra fuente de polémica
El informe también analiza la conversación en torno a Karina Milei, cuya presencia digital creció durante julio y agosto. El cierre de listas y menciones sobre supuestos casos de corrupción en el oficialismo la colocaron en el centro de la escena.
La conversación sobre la secretaria general de la Presidencia resultó altamente polarizada y mayormente negativa: más del 60% de las menciones fueron críticas, aunque también se registraron mensajes de apoyo de sectores libertarios que reivindican su liderazgo político.
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El veto a la ley de discapacidad, un punto de inflexión
Otro episodio que impactó en la imagen presidencial fue el veto a la ley de emergencia en discapacidad. El 4 de agosto, día del anuncio, el 60% de las menciones fueron negativas contra Milei, mientras que apenas el 30% resultaron positivas. En la semana siguiente, este tema desplazó a otros debates sensibles como las jubilaciones y el financiamiento universitario. Incluso la cadena nacional en la que el presidente explicó su decisión tuvo baja repercusión. Lo que generó más volumen en la conversación digital fue el anuncio del veto, no los argumentos posteriores.
Menos interés, más polarización
El informe advierte que, aunque el volumen de conversación sobre Milei bajó un 35% en comparación interanual, la polarización aumentó. Cada vez se habla menos del presidente de manera neutral: la positividad se mantiene estable, pero la negatividad creció un 3,7% en lo que va de 2025.
En otras palabras, la caída del interés general no se traduce en alivio para la gestión. Por el contrario, el descenso del volumen va acompañado de una radicalización de posturas, con opiniones más extremas y menos moderadas sobre el mandatario.