“No importa si entiende que está mal, no se lo puede castigar”. Con la frase, Claudia Cesario explicó que, según la actual legislación, ningún menor de 16 años puede ser penalmente responsable en Argentina aunque haya comprendido la criminalidad de sus actos. La abogada polemizó con las periodistas de la mesa de “Soy casta” —emitido en Bravo TV de lunes a viernes a las 19— en medio del soplo de vientos legislativos que plantean bajar la edad de imputabilidad de los menores a los 14 años.
En la discusión, Cesario explicó que la edad de punibilidad es la que permite someter a una persona al proceso penal y aplicarle una sanción. Remarcó que no se debe confundir con la inimputabilidad, ya que en términos legales un niño puede ser imputado, pero si tiene menos de 16 años no es punible. “Se le puede imputar el robo de un celular, pero si tiene 10 años no se lo puede castigar”, ejemplificó.
El proyecto para crear un nuevo Régimen Penal Juvenil, iniciativa que genera controversia, propone bajar esa edad a 14 años. Lourdes Arrieta, diputada nacional que integra la mesa del programa, aseguró que el texto cuenta con firmas suficientes para su dictamen. Sostuvo que implica aplicar condenas que se complementen con revisiones periódicas y tratamientos integrales. Mencionó además que la propuesta persigue el objetivo de resocializar a los jóvenes que delinquen y que incluiría educación, deporte, arte y oficios en establecimientos separados de los adultos. “No pueden estar con mayores. Hay que construir lugares adecuados”, insistió.
Sin embargo, desde el otro lado de la mesa, la periodista Felicitas Bonavitta observó que el Gobierno aplica en la actualidad una política de recortes presupuestarios que va en contra de lo declamado en el nuevo proyecto. “La motosierra cortó todos los programas para los pibes. ¿Cómo van a reeducarlos si les sacaron todo antes?”, cuestionó, subrayando la incapacidad del sistema para contener a los jóvenes.
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Cesario también recordó que el piso de 16 años se fijó en 1983, al final de la dictadura, y advirtió sobre el riesgo de “retroceder”. “El proyecto que discuten hoy es más regresivo que la ley de Videla”, aseguró. Hacia el final, sostuvo que el verdadero fin de la pena para adolescentes debería ser la reintegración social por medio de condenas breves y revisión continua, y no un castigo prolongado.
LB / FPT