El arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, pidió políticas públicas que respondan a la lucha contra la pobreza, la corrupción, el narcotráfico y la inseguridad,
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, hizo este domingo durante el tradicional Tedeum por la celebración del 9 de Julio un enfático pedido a la dirigencia política para que la democracia “sea auténtica y representativa de los intereses del pueblo”, y llamó a la ciudadanía a evitar caer en el clientelismo y la dádiva.
Durante el acto religioso celebrado en la catedral de la capital tucumana, Sánchez pidió “que el Señor de la Historia nos conceda su gracia y fortaleza para madurar una fraternidad auténtica, con gestos solidarios tanto del sector público como del privado. La Argentina sólo va a crecer con el esfuerzo, la unidad y la solidaridad de todos los argentinos”.
Tras destacar que los argentinos “nos sentimos heridos y agobiados” ante el presente, expresó su deseo de construir “una Argentina fraterna y solidaria, pacificada y reconciliada”.
Frente al gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo, que asistieron a la ceremonia religiosa, el arzobispo tucumano pidió a la ciudadanía abandonar “la comodidad del anonimato”, desarrollando una “dimensión social” de la vida que le escape a convertirse en una “multitud arrastrada por las fuerzas dominantes”.
El representante de la Iglesia Católica en Tucumán sostuvo, además, que es necesario pasar de una democracia representativa a una participativa “con pluralidad, no dejando a nadie afuera, afrontando las deudas pendientes de la democracia”. El mensaje se da a semanas de las PASO que definirán los candidatos a disputar la presidencia de la Nación en las elecciones de octubre.
“Es importante recrear la política y el ejercicio del poder en clave de servicio para que nuestra democracia, basada siempre en la soberanía popular y en la división de poderes, sea auténtica y representativa de los intereses del pueblo”, afirmó, en uno de los tramos más críticos de su mensaje.
Sánchez reclamó también una necesaria educación “en el auténtico civismo (…) para que el sistema democrático pueda defenderse de los males que hoy lo desprestigian”.
Por último, el arzobispo pidió que las políticas públicas respondan a la lucha «contra la pobreza y la exclusión, la corrupción y la impunidad, el narcotráfico y la inseguridad», y que garanticen «el acceso de todos a la salud y al agua potable, a la educación integral y al trabajo digno, al cuidado del medio ambiente, la ética y la transparencia en la cosa pública, la austeridad en la gestión del Estado y el cambio en el sistema electoral».
Además de Jaldo y Manzur, asistieron al Tedeum el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y funcionarios del gabinete provincial, quienes participaron junto a vecinos del tradicional chocolate patrio en la explanada de la Casa de Gobierno y luego del izamiento de la Bandera Nacional a cargo de cadetes del Liceo Militar General Gregorio Araoz de Lamadrid.