La sesión en Diputados en la que la oposición no reunió los votos para voltear el veto de Javier Milei al financiamiento universitario propició algunos contactos entre los sectores del peronismo en disputa por la estructura partidaria. Máximo Kirchner le transmitió a Victoria Tolosa Paz, una de las auspiciantes de Ricardo Quintela, que Cristina está dispuesta a acordar con el gobernador riojano pero abrió un interrogante sobre Axel Kicillof.
“Eso no lo puedo garantizar”, ratificó el ex jefe del bloque de diputados la tirria contra el mandatario bonaerense, que en los últimos días expuso la tensión en el interior del kirchnerismo con su silencio ante el operativo clamor y luego ante la carta con la que la ex presidenta se metió en la disputa por la conducción del PJ. Del lado de Quintela condicionaron las negociaciones a incluir a Kicillof en el esquema de un posible acuerdo.
En otro paso del desafío del riojano, que por el momento sostiene su candidatura a suceder a Alberto Fernández, este miércoles fue a Avellaneda y se mostró con Jorge Ferraresi, el intendente que más abiertamente salió a confrontar con La Cámpora. Ya había estado el martes en Berazategui, con el anfitrión Juan José Mussi y Andrés Watson, de Florencio Varela. Los tres jefes comunales se alinearon con Kicillof en la puja por el peso en las decisiones y la lapicera electoral en la etapa que viene.
Antes de recibir a Quintela, Ferraresi volvió a contrastar su gestión con la de Mayra Mendoza en una recorrida por el barrio Azul, en el límite entre Avellaneda y Quilmes. “Es el lugar más desigual del mundo”, apuntó para señalar la urbanización en su municipio, con un jardín maternal y una ex fábrica abandonada convertida en un polideportivo, y el asentamiento vulnerable del lado del otro distrito.
Máximo Kirchner y Germán Martínez, jefe de bloque de Unión por la Patria, en la sesión en la que la oposición no pudo rechazar el veto de Javier Milei al financiamiento universitario. Foto: Emmanuel Fernández.Ante el movimiento de Cristina Kirchner para avanzar sobre la estructura partidaria nacional -sumado a que Máximo seguirá al frente el PJ bonaerense hasta fines de 2025-, ese grupo de intendentes comenzó a dejar correr a modo de advertencia que no se subordinarán a la estrategia del Instituto Patria y armarán listas aparte en el principal distrito del país, en principio para los cargos provinciales.
Incluso lo plantearon no para competir en las PASO, en caso de que no sean eliminadas, sino como un espacio aparte. Es decir, un quiebre del peronismo para las legislativas de 2025. “Los últimos procesos de unidad fueron sometimiento. Ya me cansé de sacarme fotos con compañeros que pagan sueldos miserables, me cansé también de dialéctica sin ningún futuro«, cuestionó Ferraresi, y completó: «Estado presente es lo que se hace en Avellaneda, el que hace Quintela en La Rioja, el que que hace Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Nos merecemos un debate interno”.
La implementación del sistema de boleta única de papel envalentona a los intendentes para fogonear la posibilidad de competir sin quedar condicionados al arrastre de una eventual candidatura de Cristina: “Ahora eso se terminó, se arma de abajo para arriba”.
En el Instituto Patria reconocieron el riesgo de quiebre. “Puede haber una pelea como nunca hubo en el peronismo, a nivel seccional. No es la muerte, al contrario: es una discusión que clarifica”, aceptó el desafío un dirigente de vínculo directo con la ex presidenta.
Kicillof hizo silencio sobre el PJ, con el argumento de que nadie le avisó del operativo con el que se candidateó Cristina Kirchner. Cerca del gobernador tomaron distancia de la advertencia de ruptura para las legislativas del año próximo. “No nos incluye a nosotros esa línea. Estamos a disposición para construir en unidad un partido de oposición”, insistieron.
Mientras corren los días hacia el cierre de listas -el sábado 19-, avanzan los preparativos para la liturgia del 17 de octubre. Kicillof encabezará un acto en Berisso, el llamado kilómetro cero del peronismo. En La Plata adelantaron que invitarán a todos los sectores. “Hasta ahora no nos llegó”, replicaron en el Instituto Patria. Dependerá de si para esa altura asoma un acuerdo. Cristina podría armar una actividad menos concurrida.