En menos de 24 horas, Axel Kicillof pasó de tener su fórmula resuelta, nuevamente, con Verónica Magario, a la explicación apurada sobre la inexistencia, por ahora, de la fórmula.
Hubo un aparente apresuramiento del gobernador, que alguien con ascendiente sobre sus actos se encargó de hacerle notar. ¿Por qué, entonces, el apremio de anunciar la candidatura de Magario, para después freezar la decisión?, inquieren los más prejuiciosos.
«Verónica y yo estamos trabajando. En principio la fórmula está cerrada», fue el anticipo del jueves. Había intentado certezas allí donde abunda incertidumbre. A diferencia de sus otros colegas gobernadores partidarios, Kicillof no reviste autonomía suficiente para imponer criterios dentro del oficialismo y en su propia comarca. Por eso, apenas despuntó la mañana de este viernes, se encargó de aclarar: “No hay fórmulas hasta que se confirmen dentro del FDT”.
En su momento, “se hará formalmente», agotó los fundamentos. «Acá no se trata de cuestiones individuales, deseos, aventuras. Hay que ver cuál es el armado y la propuesta para la sociedad, teniendo en cuenta muchos factores», insistió en declaraciones a El Destape. Para luego incursionar en lo que interesa: “Hay una necesidad de tener la mejor expresión posible de unidad y del proyecto que representamos», dijo el gobernador.
Todo sin contar que el embajador en Brasil, Daniel Scioli, resulta persistente en su idea de candidatearse a la presidencial en las PASO del 13 de agosto, y que la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa lo acompaña como postulante por Buenos Aires (el sillón de Axel).
Demasiado embrollo para anuncio definitivos como el de la fórmula uno-dos del jueves. El corsi e ricorsi de las últimas horas del gobernador remite a esas limitantes. Además, y la cuestión de fondo, es que Kicillof admite ser una pieza en el tablero comando de Cristina Kirchner. Así, asume la propia debilidad política para manejar sus tiempos y condiciones electorales.
En los últimos días, como parte de su alineamiento, que define como proyecto, el gobernador se comporta como soporte de las visitas al Conurbano del ministro de Interior de la Nación, De Pedro. “Estoy acompañando a Wado en sus actividades. Lo veo trabajando muchísimo”, confirma.
¿Cómo es el formato de esa participación?. Kicillof plantea que interviene activamente en un armado que represente, tanto en la Provincia como a nivel nacional, “cuál es el proyecto” del espacio que lidera la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Se va a hacer lo que convenga al conjunto”, cierra la argumentación.
De Pedro en Nación, Axel en Provincia, con Máximo Kichner en diputación al Congreso ¿y Massa en la senaduría?, colmaría la expectativa del gobernador. Al regreso de China, además de la renovación del swap por 19.000 millones de dólares, Massa y Máximo, habrán avanzado en una traza de acuerdos preliminares. Con anuencia de Cristina. A tiempo para sostener representatividades y preeminencias sobre el otro componente de cualquier negociación sin fisura. Los gobernadores peronistas. El 7 de junio se reúnen en la Ciudad Autónoma. No se sabe si intentarán secundar con alguno de los suyos a De Pedro. Mencionan por lo bajo a Juan Manzur, quien quedó fuera de competencia como vice en Tucumán o Claudia Ledesma Abdala, esposa del gobernador Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
La indefinición sostenida en el tiempo y hasta cerca del cierre de candidaturas PASO, también orientará la suspicacia si “no dejan correr la candidatura de Scioli”. La prescindencia no siempre es falta de poder.
Algo de esos nubarrones intuye De Pedro. «Lo más probable» es que el Frente de Todos tenga más de un candidato a presidente, acaba de declarar el ministro del Interior. La eventualidad correría de la pista a Massa, expectante, hasta hace poco, de una candidatura única, la suya, como síntesis del oficialismo, excluido el espacio que representa Alberto Fernández. El presidente encuentra conformidad con el tándem Scioli -Tolosa Paz.
El embajador asegura mantenerse en competencia. Enrique “Pepe” Albistur, ex secretario de Medios de Néstor Kirchner y esposo de Tolosa Paz, es el encargado de completar los avales para la aprobación de la candidatura de Scioli. El trámite en la Junta Electoral partidaria no parece ser una misión tranquila. Tampoco para un aspirante subsidiario como Agustín Rossi.
Del cedazo quedará una interna o unicato.