Hay libros que cuentan historias. Pero a veces, también, hay libros que ayudan a cambiar historias. Es el caso de Operación Primicia, del periodista Ceferino Reato, una investigación exhaustiva sobre un hecho de los 70 que durante décadas estuvo casi en el olvido: el ataque de Montoneros al Regimiento de Infantería de Monte 29, que dejó 24 muertos: 10 soldados conscriptos, dos oficiales de mayor rango, todos formoseños y peronistas, y 12 guerrilleros.
Publicado en 2010, fue -como dice un cintillo que cruza su tapa- un trabajo que destapó el escándalo de las indemnizaciones a los guerrilleros, que durante los últimos meses del gobierno de Isabel Perón se alzaron contra el Ejército en una impresionante acción que terminó de provocar el golpe.
Al arrojar luz sobre los millonarios pagos a familiares de Montoneros, exhibió también el reclamo de los allegados de las otras víctimas: los jóvenes soldados que aquella tarde estaban en el cuartel, que en su mayoría eran pobres y no tenían un peso para volver a visitar a sus seres queridos, a los que jamás volvieron a ver. Sus viudas y familiares estuvieron durante casi 50 años reclamando una reparación acorde.
Fueron ninguneados por diferentes gobiernos, sin importar banderías políticas, y encontraron en la obra de Reato -que volvió a poner el caso en la agenda nacional- una razón más para seguir luchando por las indemnizaciones que finalmente el Senado aprobó el 26 de septiembre pasado por amplia mayoría, a pesar de las abstenciones y ausencias de la bancada kirchnerista, en la que solo el formoseño José Mayans votó a favor con un sentido discurso.
Ceferino Reato, un periodista que investiga a fondo los 70 y dice que este libro lo enemistó para siempre con los organismos de DD.HH.«Es un triunfo de los pobres», dice el periodista a Clarín, en una entrevista en la que repasa detalles inéditos del ataque que contó con el secuestro de un avión, un infiltrado, media hora de disparos, sangre y muerte, y un reclamo que siguió vivo a pesar de tantos años, fallecimientos y olvido. Su libro, de alguna forma, ayudó a cambiar esa historia.
─¿Qué fue la Operación Primicia?
─Operación Primicia fue el nombre que Montoneros, uno de los principales grupos guerrilleros de los 70, le dio a un ataque a un regimiento en Formosa. El 5 de octubre de 1975, un domingo a la hora de la siesta, en Formosa se duerme mucho la siesta, como en el norte, como en el interior. Tomaron desprevenido al regimiento. En aquel momento Formosa era un territorio mucho más periférico que ahora, entonces nadie pensaba que Montoneros podía atacar.
─¿Por qué nadie lo pensaba?
─Porque era una región muy alejada de los centros urbanos y además Montoneros tenía muy poca gente ahí en Formosa, entonces tuvo que llevar todos los pelotones desde otras provincias. Fue una operación espectacular porque incluyó el secuestro de un avión en pleno vuelo de Aerolíneas Argentinas, el más moderno, cuando salió de acá, de Aeroparque, y a la altura de Monte Caseros, en Corrientes, lo desvían al aeropuerto de Formosa que se llama “El Pucú”. Mientras, otro pelotón de Montoneros copaba el aeropuerto. ¿Para qué? Porque ellos decían que el problema era que no podían ir a Paraguay, porque estaba Stroessner, y solo había una ruta terrestre, entonces ahí los agarraban. Y se escaparon en un avión, para lo cual otro pelotón de Montoneros construyó una pista clandestina cerca de Rafaela. Además, la columna principal, unos 30 guerrilleros, atacaron el cuartel, en las afueras de la capital provincial.
─¿Por qué Montoneros decide atacar?
─En aquel momento, la presidenta Isabel Perón gobernaba, en el peronismo había una crisis importante, pero era un gobierno constitucional. Y Montoneros decide atacar y le pone el nombre Operación Primicia, que es un nombre muy periodístico, porque era la primera vez que Montoneros atacaba una unidad del Ejército. A diferencia de otros grupos, ellos mantuvieron siempre buena relación con sectores nacionalistas del Ejército, pero en ese momento deciden atacar porque la cúpula de Montoneros llega a la conclusión de que el golpe militar era inminente y que había que preparar un ejército propio, popular, nacional, para enfrentar al ejército oligárquico. También por eso se llamó Operación Primicia, porque es el debut de lo que ellos llamaron el “Ejército Montonero”, que era una formación que tenía sus propios uniformes, azules, como si fuera un ejército paralelo. Entonces, por eso le pone «Primicia». Siempre los periodistas tuvieron mucha importancia en la asesoría a la cúpula de Montoneros, que estaba encabezada por Mario Firmenich. Y tenía además un soldado infiltrado.
Así fue el secuestro del avión de Aerolíneas Argentinas para la «Operación primicia».Así fue el secuestro del avión de Aerolíneas Argentinas para la «Operación primicia».─¿Por eso Formosa? ¿Porque tenían un soldado infiltrado?
─Había un soldado santafesino de las clases altas de Santa Fe, Roberto Mayol, que también es un capítulo en sí mismo. Era un pibe de 21 años, en aquel momento el servicio militar era obligatorio, o sea, todos los chicos tenían que ir y hacer por lo menos un año de servicio. La mayoría de los muertos tienen 20 años, es decir que ya estaban por salir. Como era octubre, algunos habían salido ya, entonces como Mayol era montonero, pero además estaba haciendo la conscripción ahí, era su gran informante, y prácticamente abre la puerta del cuartel, pero se equivoca.
─¿Por qué?
─Es otro de los aspectos interesantes del ataque, porque él interpreta que los jóvenes formoseños no iban a combatir.
─Creía que iban a entregar las armas…
─ Sí, porque los formoseños, a diferencia de él, que era un santafesino de la elite de esa provincia, son apocados, callados. Eran pobres, del interior, y eso es importante porque los domingos, los días de feriado, el cuartel estaba prácticamente en manos de los soldados, había muy pocos oficiales y suboficiales. Y además, los que estaban de guardia eran los que no se habían podido ir a sus casas por varios motivos, los más pobres. Él, que había sido trasladado en abril del ’75, castigado de Rosario a Formosa, nunca interpreta eso, no interpreta el sentimiento de patria de los soldados y ocurre lo que Montoneros no podía prever, que es la defensa de los soldados. No entregaron las armas, sino que en algunos casos prefirieron morir.
─Montoneros no pudo anticiparse a eso.
─ Es que se da una cosa también, como una lucha de clases. Porque los atacantes eran jóvenes, peronistas, de clase media para arriba, del interior del país, de los centros urbanos, de Rosario, de Corrientes, de Resistencia, de Santa Fe, como Mayol. Eran peronistas que querían hacer una revolución socialista, para igualar y mejorar la vida de los pobres, pero en la práctica terminaron en una lucha con exponentes de los sectores populares a los que buscaban liberar. Entonces hay una lucha de clases bastante evidente. Lo cierto es que hay un combate que dura como 30 minutos, un montón de tiempo, mueren 24 jóvenes: 12 guerrilleros, 10 soldados, un subteniente de 21 años, primer rango en la Carrera Oficial, porteño, que recién comenzaba la carrera, y un sargento de unos 31 años. En el copamiento matan a un policía y después, cuando los sobrevivientes logran volver al aeropuerto y escaparse en el avión, el Ejército estaba conmocionado porque ya habían llegado los oficiales, salen a patrullar y matan a tres vecinos del cuartel que no tenían nada que ver.
─¿Los mata el Ejército pensando que eran Montoneros?
─Sí, sin ningún argumento. Yo lo analizo también. Uno de los tres muertos tenía 15 años y estaba vestido con la casaca del colegio secundario al que iba. O sea, mentes alocadas. Y otro porque fue un chico que justamente había sido conscripto ahí, que se asustó y salió corriendo y lo mataron. En total, 28 muertos. Todo eso conmocionó al país. Imaginate fue la comidilla de los diarios nacionales al día siguiente y toda esa semana. Además, eso detonó una serie de reacciones en el gobierno nacional.
─ ¿Cómo cuáles?
─Isabelita estaba de licencia enferma, el presidente era [Ítalo] Luder, senador santafesino, y ahí firman tres decretos importantes en la lucha contra las guerrillas, que prácticamente delegan la cuestión en las Fuerzas Armadas sin un control, porque el poder político estaba muy deteriorado.
Uno de los militantes de Montoneros que murió en los enfrentamientos del 5 de octubre de 1975. En el ataque fallecieron 12 guerrilleros, 10 conscriptos, un subteniente, un sargento y un policía.─Es decir que este ataque termina de construir ese relato para el Golpe o termina de convencer a los militares…
─Genera un montón de situaciones porque los militares casi le exigen a Luder que el peronismo desplace a la Presidenta y asuma él, que era un factor de maduración, Luder no quiere, entonces los militares ahí deciden hacer el golpe. Claro que ya estaba también siendo organizado desde varios meses antes, porque la situación era bastante catastrófica y todo deriva en el golpe del 24 de marzo del 76. Hasta un diario considerado de centroizquierda como La Opinión, saca el martes [después del ataque] una tapa donde el propio Timerman dice “El país está en guerra. La pregunta es si la Presidenta está en condiciones de liderar esa guerra”. Entonces, toda la prensa lo pedía, pero porque la gente lo pedía. Es un golpe distinto.
─¿Por qué distinto?
─Porque es un golpe preparado con nueve meses de anticipación, no es un golpe como el de Illia, donde sectores de la prensa jugaron a favor del golpe, acá no fue así. Era una cuestión que estaba en la mesa de los cafés, de todos lados. Ellos juegan y ahí Montoneros también contribuye al golpe, porque ellos pensaban que, bueno, el golpe era inevitable, si el golpe se daba, la represión iba a ser tal que la gente se va a poner del lado de ellos, porque iban a tener un ejército nacional, popular, iban a poder resistir y después hacer una contraofensiva, en fin…
Ceferino Reato dice que la idea de hacer Operación Primicia surgió a partir de la insistencia de sus editores que, tras el éxito que tuvo Operación Traviata, sobre el asesinato del líder de la CGT José Ignacio Rucci a manos de Montoneros, veían en los lectores un deseo de conocer más detalles sobre historias no contadas de los 70. Él tenía algunos datos sueltos del ataque al cuartel de Formosa y en una charla les contó sobre el secuestro del avión de Aerolíneas, un guerrillero infiltrado, la media hora de disparos sin césar, los muertos y la huida, y enseguida el libro estaba en producción.
«Operación primicia», la investigación de Ceferino Reato que sirvió para visibilizar el reclamo de los familiares de soldados caídos en el ataque de Montoneros.Pero revela que fue recién en su primer viaje a Formosa, que hizo un poco sin ganas, cuando realmente encontró la historia que quería contar. Fue cuando unos de los exsoldados que habían combatido ese día, que para muchos fue el momento más importante de sus vidas, soltó una frase medio fastidiado y sin darse cuenta.
«Los familiares de los guerrilleros muertos cobraron la indemnización todos y nosotros acá estamos todos pobres, como siempre», le dijo.
“Ahí yo me doy cuenta de eso que no sabía, busco acá y resulta que sí, que la mayoría de los familiares de guerrilleros ya habían cobrado una indemnización como si hubieran sido víctimas del terrorismo de Estado. Esa indemnización la aprobó el Congreso en el tiempo de Menem para las personas que habían sido víctimas de la dictadura y después fue extendida a las víctimas de la Triple A, pero nunca en estos casos de un ataque”, recuerda el periodista.
─Eso te impulsó a investigar más a fondo.
─Esa es la primera cuestión: cómo los guerrilleros fueron reconocidos de esa manera y sus familiares cobraron la indemnización y los familiares de los soldados muertos no había cobrado nada. Y además era un Estado democrático que había premiado a jóvenes que habían asaltado un cuartel, una unidad del Estado, en Democracia. Eso arma despelote, porque en 2010, el kirchnerismo era sólido, y de todas formas indigna mucho a la gente y empiezo a ver que no solo habían cobrado, sino que los jóvenes guerrilleros figuraban en el Parque de la Memoria como si hubieran sido víctimas. Hasta eran objeto de homenaje en sus ciudades, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral, Mayol estaba en una placa que había sido inaugurada dos años antes en una jornada por los derechos humanos que contó con un orador principal: Ricardo Lorenzetti. Esto ponía en jaque al relato.
Reato cuenta que en su investigación encontró que los Montoneros que habían muerto en la Operación Primicia también figuraban en los anexos de la reedición del Nunca Más, realizada durante el kirchnerismo, entre las víctimas del terrorismo de Estado. Haciendo cuentas, comparando actas, dice que fue entonces cuando escribió por primera vez que los desaparecidos no eran 30 mil. “Este libro me enemistó casi para siempre con los organismos de Derechos Humanos”, dice.
─¿Este libro vos decís que los organismos de Derechos Humanos lo tomaron como una ofensa?
─Sí, una ofensa total. Porque yo ponía en duda si era justo -para mí era injusto- indemnizar a estos chicos que murieron como si hubieran sido víctimas del terrorismo de Estado, y ellos decían que sí, porque en realidad fueron heridos pero ultimados después…
─Pero el contexto era un ataque a un cuartel.
─Era verdad, es un combate. Después decían ‘pero fueron enterrados todos en una fosa común’ y yo demostré viendo el expediente judicial, que todos los cuerpos de los guerrilleros fueron entregados a sus familias. Todos habían sido retirados, no había habido una fosa común, todas las autopsias dijeron que había muerto en combate. Y el expediente es muy interesante porque empieza con el ataque y termina con los pedidos de los subsecretarios de Derechos Humanos sucesivos de acreditación del fallecimiento de los chicos que después van a ser considerados víctima de terrorismo de Estado para que sus parientes cobren.
La votación del Senado y qué dijo Victoria Villarruel
Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación. El 26 de septiembre pasado, el Senado aprobó por 40 votos a favor, 12 abstenciones y ninguno en contra la reparación económica para los familiares de los que participaron en la defensa del Regimiento de Infantería de Monte N° 29, Coronel Ignacio Warnes. Hubo 20 ausentes, pero un clima de acuerdo en la Cámara Alta, donde al finalizar la votación, la vicepresidenta Victoria Villarruel pidió la palabra y se salió del protocolo.
«Solamente me tomo una digresión, dado este caso que muchos de ustedes conocen, que es profundamente cercano a mi labor. Quiero contarles, nada más, que eran diez soldados conscriptos de 20 años, un suboficial de 31 años, padre de dos hijos, un policía de la provincia de Formosa de 28 años, padre de dos hijos, y un oficial, un subteniente de 24 años, hijo de un militante peronista que perdió, a su vez, su carrera durante la Revolución Libertadora», relató.
«Estas trece personas no fueron nunca reconocidas a nivel nacional, por lo cual en estas gradas tendrían que estar sus familiares; pero luego de 49 años han muerto las viudas y solo restan sus hijos, que lo que tendrán hoy es el reconocimiento de la Cámara de Senadores», dijo, emocionada.
Y luego arremetió, sin mencionarlo, contra el kirchnerismo en redes. «Después de décadas de engaño e indiferencia, desde el Senado de la Nación recordamos a nuestros hermanos formoseños, asesinados y heridos por Montoneros en nombre de una revolución que nadie pidió», lanzó.
Durante gran parte de mi vida me dediqué a mantener viva la memoria de aquellos a los que desde el poder quisieron olvidar. Hoy después de décadas de engaño e indiferencia, desde el Senado de la Nación recordamos a nuestros hermanos formoseños, asesinados y heridos por Montoneros… pic.twitter.com/R9aRJ1VpyJ
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) September 26, 2024 ─Este libro, 49 años después del ataque, sentó una base para lo que aprobó el Senado, indemnizar a las familias de los soldados.
─ El Senado rescató un DNU de Mauricio Macri al final de su mandato y aprobó la indemnización, hoy en Formosa va a hacerse el anuncio formal. Es una cuestión vieja, pero es mejor tarde que nunca, aunque muchas de las madres de esos chicos ya se han muerto.
─¿Qué te decían ellas?
─Hay que entender que un hijo varón es muy importante en los lugares pobres. Entonces todos perdieron mucho con eso. La madre de Marcelino Torales, que era albañil… Estos chicos tenían una profesión, eran importantes, algunos sostén de familia.
─¿Por qué crees que casi 50 años después se puede conseguir esto después de un gobierno kirchnerista que de alguna manera lo negó? ¿Fue por Villarruel? ¿La llegada de Milei? ¿Macri en su momento?
─Yo creo que cambió el clima político. Cambió hace bastantes años para mí, yo creo que estaba si vos le preguntabas a la gente, le parecía justo darle la misma indemnización que les habías dado a los guerrilleros. Creo que esto cambió hace mucho tiempo. Pero los partidos que tendrían que haber representado el nuevo estado de opinión no se animaron a hacerlo, como el PRO. Macri se animó, pero solo al final de su mandato, cuando ya había perdido las PASO, como un giro para contener el voto de la derecha. El kirchnerismo no lo iba a hacer nunca, aunque es cierto que el peronismo era sensible al tema.
─¿Por qué decís que era sensible al tema?
─Porque Insfrán, el gobernador eterno de Formosa, siempre mantuvo el homenaje en la provincia, a pesar de que en las épocas doradas del kirchnerismo, ellos siempre presionaron para que lo bajara. Pero él mantuvo el 5 de octubre como el día del soldado formoseño, mantuvo toda esa tradición que era muy sentida. El peronismo se sintió cómodo, me parece, en la sesión, el propio Mayans, del bloque peronista, se mostró muy a favor. Esto ya estaba madurado, y obviamente con la llegada de Milei y Villarruel era algo cantado.
Reato cree que las indemnizaciones a los familiares de las víctimas del ataque montonero tardaron tantos años en llegar por un miedo que tienen los políticos dentro de la derecha de aparecer relacionados de alguna manera con la dictadura. “Esto no tiene nada que ver con la dictadura. Los soldados veteranos del 5 de octubre, que fueron heridos, no tienen nada que ver con el Golpe”, explica.
─Victoria Villarruel, cuando se aprobó esto en el Senado, hizo un breve discurso. Dijo que era una lucha con la que ella se sentía muy identificada y había peleado por las indemnizaciones.
─Ella se enfocó en este tipo de hechos, no en este particular, pero sí en otros similares. Siempre fue sensible a esto que pasa. También hay que decir que los soldados, los veteranos siempre han tratado de no ser utilizados por la política y mucho menos por sectores que reivindican el gobierno militar, han tenido mucho cuidado y eso también los distingue.
─Repudian la Dictadura.
─Siempre han mantenido esa cuestión de aclarar que ellos no tienen nada que ver con la Dictadura, ni nada parecido. El presidente del Centro de Veteranos, Ricardo Valdez, es radical, creo que es el único radical de todos, porque todos son más o menos peronistas. Entonces siempre han tenido esa conducta de tratar de que esta sea una expresión de consenso de Formosa.
La cúpula de Montoneros que ordenó el ataque de «Operación Primicia». ─¿Vos crees que Villarruel por ahí a partir de esta aprobación puede insistir en el pedido de indemnización a otro tipo de víctimas de la guerrilla?
─Creo que a partir de esto puede haber pedidos similares, pero no creo que sea Villarruel, creo que van a ser los que se sienten damnificados, parientes de soldados muertos en otros ataques, o en tiroteos, hay varios casos, supongo que eso va a dar lugar a las demandas. Veremos. Es una cuestión ya de la Justicia.
─Hoy, a casi 15 años de sacar este libro, cómo te sentís ahora que se aprobaron las indemnizaciones.
─Me siento satisfecho porque varias veces después he vuelto y le he dicho a la madre de uno de los soldados ‘Esto va a salir’. Yo pensaba que iba a salir antes, entonces como siempre preguntaba, yo decía “Esto va a salir. Va a salir claro”. Estoy más contento, es un triunfo de los pobres.