Las redes sociales han revolucionado la forma en que la gente comparte sus experiencias diarias. Muchos muestran fotos de sus actividades cotidianas, además de los acontecimientos que consideran relevantes.
Desde la ya tradicional Facebook hasta la más reciente Threads, una de las plataformas más populares es Snapchat, que llevó la narración visual a un nuevo nivel a través de sus Historias, que no duran más de un minuto y que casi siempre resultan agradables.
Las Historias permiten compartir momentos efímeros con sus seguidores y crear una experiencia única de consumo de contenido. Pero solo algunos pueden verlas.
Snapchat, conocida inicialmente por sus mensajes que desaparecen, introdujo las Historias en 2013 y, así, marcó un cambio significativo en la forma en que las personas comparten su día a día ya que la función permite a los usuarios crear narrativas visuales que duran 24 horas.
Una de las características de las Historias, en Snapchat, es la capacidad de personalizar cada momento compartido. Para ello, la plataforma ofrece filtros creativos, “pegatinas” y texto, entre varias herramientas diseñadas para expresarse.
Las Historias, además de ser una manera de compartir, fomentan la interacción social, porque los espectadores pueden participar en las Historias a través de mensajes directos, respuestas con fotos y emojis. Esta interactividad redefinió la conexión entre usuarios y creó una experiencia más participativa.
Al igual que en otras redes sociales, Snapchat permite controlar la configuración de privacidad. Foto: DENIS CHARLET / AFP.Desde su introducción, las Historias en Snapchat han evolucionado continuamente, porque ya no se limitan a imágenes estáticas, sino que, ahora, incluyen videos, música y colaboraciones entre usuarios. Las actualizaciones más recientes la convirtieron en una herramienta de expresión multimedia.
A medida que la plataforma ha crecido, también lo ha hecho la complejidad de ver y gestionar las Historias. Por eso, los usuarios deben organizar sus suscripciones y mejorar las configuraciones de preferencias de visualización. Las Historias en Snapchat no solo han transformado la forma en que compartimos momentos, sino que también han dejado una marca indeleble en la cultura digital.
Al igual que en otras redes sociales, Snapchat permite controlar la configuración de privacidad. Para ello hay que ir a Privacidad y tocar el botón del engranaje para abrir Configuración. Luego, hay que ir hacia abajo hasta Controles de privacidad y elegir una opción. Entre ellas figura Quién puede ver mi historia. Allí, pulsar en Personalizar para impedir que algunos contactos vean una Historia. Si el perfil es público, ir al mismo para ajustar la configuración de privacidad de Mi Historia.
Los espectadores pueden participar en las Historias de Snapchat a través de mensajes directos, respuestas con fotos y emojis. Foto: Shutterstock.En este punto cabe preguntarse si alguien puede ver una Historia sin que lo sepa su autor. Entre todos los consejos que andan por allí, recurrir al Modo Avión del móvil parece el más adecuado.
Para abrir Snapchat e iniciar sesión en la cuenta. En la página de inicio, pulsar en la función Historias, sin tocar ninguna historia en particular porque, al hacerlo, el usuario será notificado. El siguiente paso consiste en cargar todas las Historias de los usuarios de la red para verlas sin conexión a internet. Una vez cargadas todas las Historias, cerrar Snapchat y poner el móvil en Modo Avión.
Volver a abrir Snapchat e ir hasta Historias. De esta manera, el usuario podrá ver las Historias en su feed sin que el autor lo sepa. Eso sí, habrá que mantener el Modo Avión durante 24 horas desde que el usuario subió la Historia porque la aplicación notifica sobre las vistas realizadas durante ese período.