El magnate habló sobre su rol al frente de la red social durante una conferencia en Francia.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk desconcertó a inversores y accionistas y todavía muchos se preguntan cuáles fueron los motivos detrás de esta adquisición precipitada. Durante una conferencia en Paris, el millonario ensayó una explicación sobre el tema.
La red social, según comentó, estaba teniendo un “efecto corrosivo” en la sociedad civil que esperaba frenar. Y bromeó sobre el desembolso de 44.000 millones de dólares. “Si soy tan inteligente, ¿por qué pagué tanto por Twitter?”.
“Mi esperanza era cambiar eso y que fuera positivo para la civilización”, señaló como parte de la conferencia VivaTech que ha ofrecido frente a unas 4.000 concurrentes en la capital francesa.
Además, confirmó estar convencido de que la mayoría de los usuarios habituales de la red social consideran que su experiencia ha mejorado desde que fue adquirió por él.
Tampoco podía dejar pasar la ocasión sobre uno de sus temas predilectos: la inteligencia artificial. “Existe un gran peligro de que la súper inteligencia digital tenga consecuencias negativas”.
Y agregó que “si no tenemos cuidado con la creación de inteligencia artificial general, podríamos tener un resultado potencialmente catastrófico”.
El magnate anticipó que su empresa Neuralink Corp, especializada en neuro-tecnología y en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, realizará su primer implante en humanos a finales de este año.
El mes pasado recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para realizar ensayos clínicos en humanos. Al calificar el progreso de “lento”, Musk resaltó que el objetivo es restaurar el uso de todo el cuerpo de una persona que lo ha perdido.
Twitter: problemas por el alquiler de las oficinas
El procedimiento contra la compañía se aceleró cuando un juez del tribunal de distrito de Boulder otorgó a las fuerzas del orden 49 días para desalojar al inquilino moroso y devolver las suites al propietario y arrendador.
Pese a las advertencias, Elon Musk no ha pagado y tampoco ha dejado las instalaciones. Tampoco dio directivas a su escuadrón de juristas.
La convivencia en esa oficina ha sido tormentosa desde que Musk adquirió Twitter: 87 personas despedidas, 38 renuncias como protestas de los recortes de personal e impago de alquiler, que ahora podría terminar en desalojo.
El propietario de ese inmueble reclama 179.000 dólares por retrasos acumulados. No es la única deuda pendiente. Avalanche Commercial Cleaning, que se encargaba de los servicios de limpieza, afirma que Twitter le debe 93.504 dólares.
Twitter no solo tiene problemas en Boulder. También en su sede central de San Francisco. Según recogen documentos judiciales presentados ante el Tribunal Estatal, la compañía propiedad de Elon Musk debe un total de 136.260 dólares por impagos de alquiler.
SL