Grandes jugadores globales como McCain, Lamb Weston y Simplot ya están en el país. La calidad de la papa en el sudeste bonaerense con productores de punta es uno de los principales atractivos. ¿Cómo se decidió una inversión de US$ 250 millones?
En su segundo viaje a la Argentina y cuando iba de Buenos Aires a Mar del Plata en el jet privado, Tom Werner se enteró que la compañía que dirige debía levantar sus operaciones en Rusia. Werner, CEO global del gigante Lamb Weston con el 28% del mercado mundial de las papas fritas congeladas, no se despegaba del celular dando instrucciones.
Rusia acababa de invadir Ucrania y en ese vuelo se respiraba urgencia. Ignacio Noel, su socio argentino, se dio cuenta entonces que hay otros problemas en el mundo que relativizan nuestros ciclones económicos.
Aterrizaron y Werner se deslumbró por la calidad de la papa en Balcarce en el que fue el broche final para una inversión de US$ 250 millones para la que será la planta más moderna en su tipo para las papas fritas congeladas, puré en escamas y fécula de papa.
Compañías familiares
No es el único. Otro tanto le pasa a la también estadounidense Simplot, una compañía familiar que avanzó hasta comprarle el 100% a Fabio Calcaterra, primo hermano de Mauricio Macri, con planta y tierras en Mendoza y salida a Chile para las exportaciones.
La canadiense McCain está desde hace décadas en Balcarce. Esta compañía, que no cotiza en Bolsa y que desde 1957 se encuentra en manos de la misma familia, es la indiscutida número uno del negocio en el planeta con el 30% de participación. La noticia es que está desplazando sus principales inversiones a Brasil.
Incursionó en las papas con la compra en 2013 de la holandesa Farm Frites con fábrica en Munro.
La conquista de Brasil
Noel la relanzó y conquistó el 10% del mercado brasileño hasta darse cuenta de la necesidad de un socio internacional. Y de esa manera trajo a Lamb Western con un valor de mercado de US$ 15.000 millones. Ampliaron Munro y decidieron levantar la fábrica en Mar del Plata. Conserva el 10% de esa sociedad.
Cuenta que el parque industrial de Mar del Plata fue otra sorpresa. Allí sobresale la planta de Havanna, la de los helados Lucciano’s, de Daniel y Christian Otero, padre e hijo que abrieron en 2011 y están en EE.UU. y Europa, la de Pepsi con Lays con el monopolio de la papa sin congelar, la de café Cabrales y la de Gauchita el emprendimiento también en papa de la familia Cabrales.
Como todos ellos, Lamb Weston planea salir del puerto de Mar del Plata al mundo.
De Hernández se dice que puede sacar pecho por tratarse de un caso modélico en un cultivo como la papa que requiere unos US$ 10.000 dólares de inversión por hectárea. Con galpones computarizados, cosechadoras automáticas y un establecimiento en la línea de la descarbonización.
Por cierto el proceso de inversión no estuvo exento de incertidumbre y en una Argentina de excepciones y no de reglas.
Noel despeja dudas a Clarín: “Comencé con el gobierno de Cristina, seguí con Macri y luego con Alberto Fernández. Todos me ayudaron, no hubo trabas y nadie me pidió nada. Al ser una inversión de US$ 250 millones podrá girar dividendos. Es la primera que lo consigue”.