«El déficit cero no se negocia de ninguna manera. Es decir, me van a tener que sacar muerto, de la Rosada, para lograr quebrar el déficit fiscal». La advertencia que hizo Javier Milei el jueves en La Rural ya fue internalizada por el equipo económico. Y, por estas horas, se preparan para un nuevo round en torno a la Ley Bases para revertir el rechazo en el Senado a la suba del impuesto a las Ganancias y la rebaja en Bienes Personales.
Las iniciativas forman parte del paquete fiscal con el que el ministro de Economía, Luis Caputo, busca ampliar en casi 1 punto del PBI la recaudación. Según sus cálculos, la reducción del piso en Ganancias a sueldos de $ 1,8 millones brutos en trabajadores solteros y $ 2,2 millones en asalariados con dos hijos aporta 0,4% del PBI, mientras Bienes Personales, junto a otras medidas, suma 0,5% del PBI, mediante un régimen para adelantar el pago de cinco años.
En ese marco, desde Economía señalan que el debate parlamentario «aún no terminó» y apuestan a una revancha en Diputados, a donde los dos proyectos modificados volverán a ser tratados. Esperan que los cambios sean rechazados y ratifiquen las versiones de origen. Como Ganancias y Bienes Personales fueron volteados en Senado por 37 a 35 por mayoría simple, el oficialismo con mayoría simple en Diputados «insiste en su texto y es ley», afirman.
Caputo necesita los recursos para cumplir con una de las promesas que hizo la semana pasada, cuando se comprometió a reducir el impuesto PAIS del 17,5 al 7,5% una vez que sean aprobadas las reformas en el Congreso. La medida forma parte del acuerdo con el Fondo Monetario y es una señal clave para iniciar la salida del cepo, pero cerca del ministro reconocen que el vaciamiento del paquete fiscal «impide» tocar ese gravamen por su impacto en las cuentas.
La aprobación de la Ley Bases y parte del paquete fiscal en el Senado despertó entusiasmo en los bancos de Wall Street, donde celebraron la «primera victoria política» de Javier Milei en medio de la represión policial a las protestas. El JP Morgan señaló en un informe que se «suavizó» el régimen de grandes inversiones (RIGI) y las privatizaciones, al reducirse el listado, pero advirtió que el «principal revés» fue el rechazo en Ganancias y Bienes Personales.
Según el banco de Estados Unidos, los dos cambios representaban una recaudación adicional del 0,5% del PBI, mientras que la moratoria y el blanqueo de capitales suman otro 0,2% del PBI. Para los tributaristas, la regularización de activos ya no tendría el mismo atractivo sin la reforma en Bienes Personales. Es que, si bien el punto rechazado crea un régimen para adelantar pagos, también prevé una rebaja en las alícuotas para reforzar el blanqueo.
En ese contexto, el equipo de Caputo insiste en que el déficit cero es «innegociable». Todavía no hacen hipótesis sobre que ocurriría si Diputados no logra reinstalar el corazón del paquete fiscal. Y si fracasan, recién entonces verán de dónde salen los recursos, mientras los analistas ya evalúan alternativas. «Puede aumentar algo de impuesto a los combustibles que aún no ajustaron y el impuesto al tabaco también va a sumar», dijo Santiago Bulat, director de Invecq.
Según el Ieral, la caída de ambas reformas genera una pérdida de recaudación durante 2024 por entre 0,23% y 0,75% del PBI. «Por tratarse de impuestos que se coparticipan a provincias, el costo para las provincias por menores transferencias automáticas sería entre 0,13% y 0,44% del PIB, mientras que la pérdida para el Sector Público Nacional (SPN) sería de entre 0,10% y 0,31% del PIB», estimó Marcelo Cappello, economista del instituto.