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Ganancias: para tributaristas la medida es oportuna, pero con ribetes electorales


Sube el piso salarial a $ 700.000 en agosto para quedar exento del tributo. Además, se elevan las escalas y más de un millón de empleados de mayores ingresos pagarán menos.

A 10 días de Las Paso y en un intento más por aflojar la tensión que la inflación genera en los bolsillos de la gente, el Gobierno decidió este miércoles subir a $ 700.000, el piso del impuesto a las Ganancias para empleados en relación de dependencia. El nuevo alivio fiscal comenzará a regir a partir de este mes. A la  iniciativa se suma también el incremento en un 35% en las escalas, retroactivo a enero.

La medida confirma así el anticipo que dio el miércoles Clarín. Para los tributaristas, aunque es una actualización que se hace cada cuatro meses, el apuro y el timming responden a la contienda electoral.

«Es una medida oportuna y con ribetes electoralistas de acuerdo a la coyuntura», señaló el tributarista Marcelo Rodríguez, de RM Consultores. Y al respecto agregó: «Esto se anuncia a una semana y media de Las Paso- y encima lo hace el principal candidato oficialista (por el ministro de Economía Sergio Massa)«.

Para Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, «es una medida claramente electoral», pero «es bienvenida ya que resulta necesario para adecuar el impuesto a las ganancias a la situación inflacionaria local».

De todos modos, Domínguez fue un poco más allá y sumó que esto «no debería ser la única ya que es necesario modificar la actualización y que sea trimestral por la variación del IPC, de todas las deducciones y escala del impuesto».

Para el tributarista Mariano Ghirardotti, el «alto componente político» lo pone el incremento en los valores de la tabla con los que se calcula el impuesto (es decir, las escalas), retroactivo a enero, con devolución del excedente a partir de agosto. Sin embargo, reconoce que es «una medida justa porque implica un beneficio para todos los empleados que han sufrido retenciones del impuesto».

De esta forma, el 90% de los trabajadores seguirá sin pagar el impuesto a las Ganancias y el 10% restante de mayores y altos ingresos pagará menos con el agregado de que será retroactivo a enero de este año. Lo pagado de más en estos meses –que se calcula en promedio, unos $ 100.000- se devolverá en 2 cuotas con el pago de los sueldos de agosto y septiembre.

Desde el punto de vista estricto de la medida, para los tributaristas, el de las escalas es un punto complejo. «El tema es que por Decreto no se pueden cambiar las escaladas del impuesto a las ganancias», explicó Domínguez.

Como es la AFIP la encargada de reglamentar el régimen de retención, «el Gobierno deberá instruirla a modificar la forma de cálculo de las retenciones que deben realizar los empleadores, contemplando un aumento de las escalas del 35%, incluso si no surge de la ley del impuesto a las ganancias», señaló.

Para Rodríguez, «esto raya la inconstitucionalidad», aunque aclaró que no cree que «nadie lo vaya a plantear» porque genera un beneficio a todos los contribuyentes.

“El Poder Ejecutivo no puede dictar decretos de necesidad u urgencia en materia tributaria conforme establece el artículo 99, inciso 3 de la Constitución Nacional. En consecuencia, no puede dar un alivio fiscal”, sumó Domínguez.

Con el ojo puesto en la inflación

Ganarle o empardar a la inflación es el punto clave para los especialistas en asuntos contables. «El ultimo ajuste del monto habia sido en mayo, en aquella oportunidad, se había establecido en $ 506.230, al llevarlo a $ 700.875 el incremento es cercano a un 40%, lo cual excede la inflación registrada en estos últimos tres meses», advirtió Ghirarddotti.

Es claramente un beneficio para el trabajador, porque «lo que ayudaría a palear el incremento de precios que surgirá luego de gravar con el impuesto PAIS a las empresas importadoras y cuyo efecto pleno se verá sobre fines de agosto», señaló.

«Subir el piso de ganancias sin duda ayuda, porque mantiene el mínimo no imponible definido, acorde a los niveles de inflación que esta sufriendo el país», dijo el tributarista Guillermo Pérez, quien también aclaró que «luego hay un tramo subsiguiente entre $ 700.000 y $ 808.000 que paga una escala reducida; ello es para atemperar el impacto del impuesto». En «Caso contrario habría una gran inequidad entre un sueldo de $ 700.000 que no pagaría nada versus uno por ejemplo de $ 800.000 que pagaría rápidamente el 35%», explicó.

Por último, comentó: «De todos modos el sistema elegido, si bien ayuda, no deja de ser un enorme parche que afecta la equidad del sistema tributario. La solución es actualizar a valores muy superiores los tramos de la escala para personas físicas, así como los montos de mínimos no imponibles, cargas de familia y deducciones especiales y generales permitidas». «El impuesto a las ganancias ha perdido su principal virtud que es el de ser un impuesto progresivo», concluyó.

SN

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