Con resignación, el jefe de Gobierno reunió a sus dirigentes más cercanos después de la derrota ante Patricia Bullrich.
14/08/2023 20:07
Clarín.com Política Actualizado al 14/08/2023 20:07
En el día después de la sonora derrota de Horacio Rodríguez Larreta se acumularon los señalamientos al diseño de la campaña, desde el posicionamiento para algunos considerado zigzagueante hasta no “sintonizar” con lo que estaba sucediendo en buena parte de la sociedad.
Aunque en definitiva primó la resignación de que el jefe de Gobierno expuso la propuesta en la que creía y no prendió en el electorado. La mayoría silenciosa invocada para mantener las expectativas no existía o se inclinó por otras opciones.
Confirmado el triunfo de Patricia Bullrich por 1.350.000 votos, Rodríguez Larreta pasó por el escenario de Parque Norte a levantarle la mano a su rival, prometió unidad en la campaña hacia las generales y se fue a cenar a Mirasol con su círculo de dirigentes más cercanos, entre los que estaban María Eugenia Vidal, Eduardo Macchiavelli, Felipe Miguel y su hermano Augusto. También su pareja Milagros Maylín, más familiares y algunos amigos.
Rodríguez Larreta habló poco. “Golpeado, pero entero”, lo describieron los presentes, que intentaban que la charla no volviera sobre los resultados de la primaria mientras comían el asado con ensalada. Hubo comentarios sobre la economía, trazaron un panorama complicado para el lunes y el tránsito hacia octubre. También algún chiste, sobre el tiempo que tendrá para tomarse vacaciones o ir al cine, como para intentar levantar el clima.
Al día siguiente el análisis no varió, más allá de algunos planteos sobre los volantazos en el posicionamiento, el discurso enfocado más en su rival que en Sergio Massa o la “confusión” que generó la propuesta de avanzar en un acuerdo con el gobernador peronista Juan Schiaretti.
“Uno ofrece una determinada idea, después ganás o perdés de acuerdo al contexto de representación. Hoy la gente quería a algún antisistema y alguien más firme como Patricia. No se puede forzar algo que no sos”, insistió uno de los integrantes de la mesa chica.
Hubo pases de factura a Mauricio Macri, que celebró en Parque Norte los triunfos de Bullrich y de su primo Jorge en la Ciudad, y a la vez el resultado de Milei. “Todos tenemos que ser autocríticos, sobre lo que nos toca a cada uno. El también tendría que analizar por qué carajo caímos tanto en la cantidad de votos”, le dedicó uno de los dirigentes.
Rodríguez Larreta se tomó el lunes como “día de reflexión” y este martes retomará las reuniones. Ya avisó que procurará dejar ordenada la transición en la Ciudad, un modo de refugiarse en la gestión, y participará en la campaña en caso de recomponer con Bullrich y si la candidata se lo pide, aunque en su entorno dudan.
“Tiene que integrarse, no podemos perder un solo voto”, descontó uno de los comensales en el restaurante de La Recova. “Hay que ver qué rol le quiere dar Patricia y si él tiene ganas de asumirlo”, abrió el suspenso otro miembro de su equipo.