La Guardia Civil ha desmantelado sendas granjas de criptomonedas en Aguilar de la Frontera y en Puente Genil que fueron detectadas por el enganche que sus propietarios habían realizado a la red eléctrica. Estas granjas -o minas- de monedas virtuales no son más que una red de ordenadores conectados entre sí con una elevada potencia de cálculo. Gracias a ello, realizan complejas operaciones para resolver puzzles matemáticos de los que dependen las criptomonedas para su funcionamiento. Como premio, reciben a cambio pequeñas cantidades de la divisa. Puestos en cadena, estos ordenadores son capaces de generar de forma casi automática grandes cantidades de dinero.
La minería de criptomonedas no es en sí un delito, y de hecho en esta operación de la Guardia Civil nadie ha sido detenido por este concepto. Ahora bien, los ordenadores requieren una gran cantidad de energía para refrigerar los equipos, dado el uso intensivo que se realiza de sus componentes. Y es ahí donde los delincuentes quieren ahorrar costes, mediante enganches ilegales a la red eléctrica que pueden llegar a defraudar millones de euros en la factura.
Por lo general, las investigaciones sobre el fraude en fluido eléctrico terminan llevando a plantaciones interiores de marihuana, que también requieren mucha energía para las lámparas, la ventilación y la refrigeración. En este caso los agentes de la Guardia Civil se llevaron una sorpresa al registrar una nave en Aguilar de la Frontera y una vivienda en Puente Genil, ambos espacios con la luz enganchada. En ellos había sendas granjas de criptomonedas.
Desde abril
La operación comenzó el pasado mes de abril, cuando la Guardia Civil registró una nave industrial en Aguilar. Allí encontraron una mina de criptomonedas que había sido desmantelada poco antes. De ella se sabe que estaba dispuesta para albergar al menos 30 ordenadores de procesamiento de datos, para lo que disponía de un complejo sistema de refrigeración.
Días después los agentes prosiguieron con una investigación que les llevó hasta un piso deshabitado en el casco urbano de Puente Genil. La vivienda desprendía una gran cantidad de calor, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, y el enganche estaba localizado en el cuarto de contadores comunitario. Con el permiso judicial correspondiente, los agentes registraron la vivienda, en la que encontraron una granja de criptomonedas mucho más pequeña que la anterior, con cuatro equipos informáticos, pero igual de compleja en cuanto a la red de mantenimiento.
Por todo ello, se procedió a la investigación de tres personas de 41, 31 y de 24 años, vecinas de Aguilar de la Frontera y de Málaga, como presuntas autoras de un delito de defraudación de fluido eléctrico para el minado de criptomonedas.