Estos son tiempos agridulces para Martin Scorsese. Cada vez que sale de su casa es reverenciado como uno de los directores más importantes que ha tenido el cine y además disfruta de la respuesta inequívoca de los críticos, que consideran a su última película, Los asesinos de la luna , como otra de sus obras maestras.
Sin embargo, cuando regresa a su departamento en el elegante Upper East Side en su nativa Nueva York, Martin Scorsese cuelga en el perchero la fama y los elogios para seguir lidiando con una compleja vida familiar junto a su quinta esposa, Helen Morris, con quien convive desde 1996.
Helen, el gran amor de su vida y la mujer que concretó el deseo de Scorsese de tener una tercera hija, Francesca, que ya cumplió los 23, lleva ya más de tres décadas batallando contra el Parkinson, por lo que tiene serios problemas de movilidad y requiere de una atención permanente.
Pero además Scorsese, que el 17 de noviembre cumplirá los 81, no se lleva para nada bien con una edad que lo limita físicamente y lo obliga a ser realista frente a sus ambiciosos planes para seguir dirigiendo.
En una larga entrevista con la edición estadounidense de la revista GQ, el gran maestro del cine admitió: “Tengo una edad en la que sé que puedo morir en cualquier momento. Por eso tengo que reducir todo a lo mínimo indispensable y no prestarle atención a las expectativas de la gente”, dijo, agregando que en esta etapa de su vida no hay espacio para la vida social.
“Mi casa requiere de mucha atención, y hay solo unas pocas personas que lo entienden y son lo suficientemente corteses como para participar. Antes solíamos tener grandes cenas y eventos, pero ahora hacemos mucho menos. Me paso la mayor parte del tiempo solo, y si me encuentro con gente, es solo por cuestiones de negocios”, confesó.
Llegar a viejo
Robert de Niro y Martin Scorsese, actor y director de «Los asesinos de la luna». Foto: AFP Scorsese cuenta que siempre se preguntó cómo sería llegar a viejo, aunque también es cierto que cumplir los 80 fue en otros momentos una meta lejana.
El asma le acosó desde que era niño, y su fascinación con el cine se remonta a aquel entonces, cuando su condición enfermiza le obligaba a pasarse en casa la mayor parte del tiempo acompañado de sus libros, y sus únicas salidas eran al cine del barrio pobre, repleto de inmigrantes italianos, en donde se escapaba por un rato de una realidad asfixiante.
Más tarde, una vida de excesos a finales de la década de los ’70 le obligó a visitar reiteradamente el hospital.
“Mientras filmaba el documental El último vals, Robbie Robertson se mudó a mi casa y lo pasamos muy bien. Yo quería ver cómo se generaba la magia de su música, y eso implicaba participar de un estilo de vida que tenía que ver con estar siempre de fiesta, y yo me descontrolé. Por suerte, sobreviví a ese momento”, contó.
Aún así, y aunque goza de buena salud, lidiar con las exigencias de un director estrella a su edad no siempre es fácil.
Mirar su propia película de un tirón, con sus 206 minutos de duración, implicó un esfuerzo inusual, aunque fue mucho más fácil que concluirla, ya que desde su concepción hasta su llegada a los cines demandó seis años de su vida, e incluyó un momento en que el guion tuvo que ser reescrito por completo, lo que llevó a Paramount Pictures a suspender la financiación.
Videso
La película de Martin Scorsese.
Pero lo más difícil para él es, tal como lo describe, “la experiencia de tener 80”.
Scorsese explica en la entrevista: “Mi familia se ha ido muriendo: mis padres y mi hermano se han marchado y tal vez me quedan un par de primos. Estamos hablando de una familia en la que mi madre tenía siete hermanos y mi padre ocho. Todos se han ido”, compartió en esa entrevista con amargura.
El tiempo es veloz
Más allá de su pesar, Scorsese sabe que no puede perder el tiempo. Su nombre figura como productor ejecutivo en infinidad de proyectos, incluyendo Maestro, que dirige y protagoniza Bradley Cooper.
Hace pocos días, se confirmó que su siguiente película también contará con Leonardo DiCaprio y se llamará The Wager: a Tale of Shipwreck, Mutiny and Murder (que se podría traducir como El Wager: una historia de naufragio, motín y asesinatos ).
Tal como relató a GQ, esta historia real sobre el naufragio del HMS Wager en las costas de Chile en 1741, que probablemente comience a filmarse dentro de un año, podría ser su último filme.
Martin Scorsese, entre Leonardo DiCaprio y Robert De Niro. Con el primero planea su próxima película. Foto: AFP “Tal vez pueda reunir la energía para hacer un par más, a lo mejor solo una, y eso será todo. Hasta allí habré llegado. Voy a seguir intentando hasta que me levanten del suelo. Uno continúa hasta que ya no puede más”, afirma quien le mencionó a la revista Time en un artículo de portada que sueña con adaptar la novela Home de Marilynne Robinson y que le gustaría hacer otra película sobre Jesús que no tendría una estructura tradicional.
Fuente: La Vanguardia