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Mick Jagger cumple 81 años: la eterna juventud del señor rock and roll

Mick Jagger, la gran estrella del rock, cumple 81 años este viernes 26 de julio, un festejo que lo encuentra en una nueva gira con los Rolling Stones y que revela a un artista de una vitalidad sorprendente, por no decir sobrehumana.

Mick Jagger encarna el arquetipo dionisíaco de la eterna juventud. Sus colegas generacionales rara vez pueden sostener giras como la que viene haciendo los Stones año tras año, ahora presentando las canciones de Hackney Diamonds, su disco de 2023 y hasta ahora -y sólo hasta ahora- el último de su vasta trayectoria.

A los ochenta y un años su voz aún tiene algo hipnótico, un delicioso timbre denso y esos saltos entre las notas altas y bajas produce una sensación extraña, una sensación que transmite emociones rápidamente.

Como para demostrar que la energía está intacta, además de la música todavía está en pie la futura boca con Melanie Hamrick, coreógrafa y ex bailarina del American Ballet Theatre.

Sería su tercer matrimonio para ella, después de unos 10 años en pareja con Melanie y un hijo en común, Deveraux Octavian Basil, que nació en diciembre de 2016 y es el octavo de Mick. que le lleva 43 años a su futura esposa. Aunque desde el año pasado se dice que se comprometieron, pero aún no se sabe nada de la ceremonia.

Compenetrado. Mick Jagger y su entrega para cantar rock and roll.Compenetrado. Mick Jagger y su entrega para cantar rock and roll.

El símbolo de una época

Jagger es la figura más atrayente de aquellos irrepetibles años ’60; pasó más de seis décadas sobre un escenario construyendo uno de los mitos más sólidos en la historia de la música. The Observer, de Londres, lo definió en 1968 como “el mejor intérprete de rock del mundo, erótico, mercurial, narcisista, destructivo y violento. Puede ser detestable, pero es imposible ignorarlo”.

Unos años antes, en 1964, cuando hicieron una audición-show en los estudios de la BBC de Londres, uno de los directivos se le acercó a Brian Jones y le dijo: “Son buenos, pero deberían cambiar al cantante”.

Jagger siempre sonó como un cantante negro, lo cual chocaba con lo que pretendían el establishment artístico de esa época. Cuando se le preguntaba por sus influencias decía con sinceridad: “Copié por completo a los cantantes negros”.

Nadie podía igualar la intensidad amenazante que Jagger aportaba a las canciones. Era pasión, autoridad y prepotencia frente a esos cantantes de voz dulce y ojos muy abiertos. ¿Cómo no iba a conquistar a su época? ¿Cómo se podía ignorar la llegada de un artista que arrasaba convenciones?

Mick Jagger y Melanie Hamrick, en París 2024, para los Juegos Olímpicos, en una gala de Louis Vuitton. Foto: Reuters/Stephanie LecocqMick Jagger y Melanie Hamrick, en París 2024, para los Juegos Olímpicos, en una gala de Louis Vuitton. Foto: Reuters/Stephanie Lecocq

El shock de David Bowie

Algo de esto relata David Bowie en un video de YouTube donde cuenta la sensación que le causó ver a los Rolling Stones por primera vez y, en especial a Mick Jagger. Fue en 1963, en el Brixton Odeon, con los Stones de teloneros de Little Richard.

“Quedé en shock al verlos, no había visto nada tan rebelde en mi vida; había un tipo entre la gente que le gritaba a Jagger que se corte el pelo y de pronto le responde: “¡¿Qué… y para lucir como vos?! Uuuh, mi Dios ¿este es el futuro de la música?, me pregunté” .

Los Rolling Stones, en una de sus primeras fotos, incluso con el pianista Ian Stewart, con unas maracas.Los Rolling Stones, en una de sus primeras fotos, incluso con el pianista Ian Stewart, con unas maracas.Jagger encarnó en sus comienzos esa necesidad de cambio social tanto a través de la música como de una rebeldía contra el establishment; aquel antihéroe edificó un personaje tan admirado como copiado, aunque por mucho que lo intentaron nadie se acercó a su original histrionismo.

De todos modos, tuvo la suficiente inteligencia para salir poco a poco de ese lugar y convertirse en un artista aceptado por todo el mundo. Es decir, de ser aquella pesadilla de toda madre a volverse un candidato ideal.

Reunió su naturaleza con esa necesidad de cambio. Se dio cuenta que el negocio no estaba en ser un continuador, sino que había que romper con ese papel de animadores que se les daba a los músicos pop. Siempre fue auténtico en su deseo de confrontar.

Mick Jagger en 1964, cuando los Rolling Stones se convertían en figuras.Mick Jagger en 1964, cuando los Rolling Stones se convertían en figuras.En cuanto los Stones ganaron un poco de espacio despachó a los maquilladores y tiró los uniformes; tocaban con ropa de calle y sin sonrisas complacientes. No quería agradar y, sin embargo, conquistó a millones de jóvenes. Fue el cantante, no la canción, el que protagonizó una revolución cultural en la música en los agitados años ’60.

Atravesó el lado salvaje del rock and roll casi sin perder el control de su vida, aunque vivió épocas de excesos, no atravesó internaciones, al menos conocidas, ni problemas con la ley, ni tampoco graves crisis sentimentales. Sólo el suicidio de su novia, la diseñadora de modas L’Wren Scott, de 49 años, en marzo de 2014, lo afectó al punto de suspender con los Stones la gira prevista por Oceanía.

Alejado de los excesos

Keith Richards, Brian Jones y Mick Jagger, en los primeros años de los Rolling Stones.Keith Richards, Brian Jones y Mick Jagger, en los primeros años de los Rolling Stones.Mick Jagger casi no bebe alcohol y si utiliza alguna sustancia es de manera absolutamente recreativa. No consume lácteos y la carne casi no la toca.

Se ocupa de las giras con especial cuidado, no sólo en la elección de las canciones, ya que en cada nuevo tour busca y rebusca en los centenares de composiciones grabadas alguna poco tocada en vivo; discute con Keith Richards qué temas mantener o quitar del repertorio siempre con la idea de sorprender a sus audiencias.

Mientras se toman su tiempo para ensayar, Mick hace un trabajo importante en lo físico. Nada queda en manos de la improvisación, pues son gente grande y a esta altura no le gustan mucho las sorpresas.

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El cantante de los Rolling Stones cantó y bailó durante un show en Chicago

Jagger contó que camina y corre entre 12 y 20 kilómetros durante un concierto. Antes de que la banda empiece a probar sonido ya está trabajando la voz y yendo un rato al gimnasio a mover la parte superior de su cuerpo.

Está al frente de una banda que hace conciertos de unos 80 minutos en promedio. Esta forma de cuidarse debió hacerla más rigurosa a partir de la cirugía cardíaca por la que debió atravesar en 2019.

Sea como sea, Jagger es un hombre saludable y sobre todo fuerte. Con un fuego sagrado que lo lleva a entregarse en cada concierto.

Mick Jagger es como el presidente del directorio de la empresa The Rolling Stones. No se le escapa ninguna decisión. Foto AFPMick Jagger es como el presidente del directorio de la empresa The Rolling Stones. No se le escapa ninguna decisión. Foto AFPPor ejemplo, en 2022 se contagió de Covid durante la gira y debieron suspender dos shows, pero estuvo listo para festejar con dos conciertos gratuitos en Hyde Park los sesenta años de la banda y volver a ese escenario en el que, en julio de 1969, presentaron al guitarrista Mick Taylor, reemplazante del irremplazable Brian Jones.

Fuego sagrado y una especial motivación, sobre todo, ya que sin ella no se explica la intensidad con la que interpreta en cada show emblemáticas composiciones como Street Fighting Man, el soul de Tumbling Dice o las indestructibles Jumpin’ Jack Flash y Satisfaction. Las sigue cantando con la misma convicción 50 años después. Todo un mérito.

A qué le teme

Quienes están en su entorno dicen en voz baja que el mayor temor de la estrella es quedarse sin aire para seguir con la rutina en el escenario. Sabe que sigue siendo el centro de atención en la escena, aunque repartida generosamente con Richards.

Otro aspecto que cuida el cantante es el descanso. “Si no duermes lo suficiente, te puede afectar el rendimiento de esa noche. Ahora, el día del concierto está organizado casi desde el momento en que te levantas. Tenemos una línea de tiempo casi militar. Sé lo que estoy haciendo en cada momento”, señaló el cantante.

Mick Jagger, en una gira de los Rolling Stones por los Estados Unidos, en 1997. Foto APMick Jagger, en una gira de los Rolling Stones por los Estados Unidos, en 1997. Foto AP Por lo general finge no saber nada sobre la organización del grupo, pero hoy sabemos que él dirige todo. “Además tiene abogados y contadores, pero Mick toma las decisiones. Es como el presidente del directorio Rolling Stones, se ofrecen sugerencias todo el tiempo y él puede tomarlas o dejarlas. Es el cerebro y las agallas del equipo y lo que decide funciona”, señaló una fuente cercana a la banda.

Hay en Jagger, pero también en Richards (80) y en Wood (77), un deseo de continuar en los escenarios juntos, que es lo más destacable y hasta hermoso de estos artistas. Saben que se están haciendo mayores y que no tienen mucho tiempo.

El año pasado se habló bastante de que era su última gira, la de los sesenta años de la banda, y más aún después de la muerte de Charlie Watts (1941-2021). Sin embargo, no terminó de sonar el último acorde de Jumpin’ Jack Flash en su último concierto que anunciaron un nuevo disco, con canciones originales.

Mick Jagger y Charlie Watts, amigos por 60 años. Foto EFEMick Jagger y Charlie Watts, amigos por 60 años. Foto EFE“Seguiremos componiendo y tocando”, afirmó Mick, en cuanto terminó la gira que recordó a su querido Charlie Watts.

Tras admitir que su fallecimiento fue un momento devastador dijo: “Él era el corazón de la banda. Una personalidad estable, una persona fiable, nada divo, nadie quiere tener a un divo detrás de la batería. Tenía un humor muy seco. Lo sigo extrañando…»

«Amábamos el deporte (Watts era del Tottenham mientras que Jagger es de Chelsea, equipos londinenses de histórica rivalidad). Charlie fue mi amigo durante 60 años. Es extraño estar sin él, pero sé que quería que continuásemos”.

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El líder de The Rolling Stones, mientras tocaban «Miss You», decidió cambiarle la letra a la canción y tirarle un guiño al público argentino que se encontraba en primera fila alentando.

Ese afecto era recíproco. Charlie Watts, en 2008, dijo: «Mick Jagger es la persona menos egoísta. Hará siempre lo correcto para la banda. No es cabeza dura y, si lo fue, pasó por eso hace treinta años».

En algunos tracks de Hackney Diamonds aparece Charlie Watts mientras que en otro está el baterista Steve Jordan. Del álbum participan Paul Mc McCartney, Ringo Starr, Stevie Wonder y Lady Gaga. ¡Cartón lleno!

Visitas a la Argentina

Los Rolling Stones vinieron cuatro veces a la Argentina. La primera vez fue en 1995, cuando tocaron cinco noches entre el 9 y 16 de febrero en el estadio de River, en el marco del Voodoo Lounge Tour.

Mick Jagger en el recital de los Rolling Stones en River, en 1995. Foto Archivo ClarínMick Jagger en el recital de los Rolling Stones en River, en 1995. Foto Archivo ClarínLa segunda fue en 1988, y tocaron entre el 29 de marzo y el cinco de abril, de nuevo cinco veces en River. Claro que la sorpresa fue tener de telonero a Bob Dylan, con quien compartieron una antológica versión de Like a Rolling Stone.

La tercera fue en 2006, otra vez en River, pero sólo por dos fechas: 21 y 23 de febrero. La del 23, recordada por una lluvia intensa. Y fue su despedida del estadio de River Plate.

Es que la cuarta fue en el Estadio Único de La Plata, con tres conciertos el 7, 10 y 16 de febrero de 2016. Allí Jagger contó que Charlie Watts había ido a la Costanera y se había comido un choripán con chimichurri.

Sus comienzos

Michael Philip Jagger nació en Dartford, Kent, el 26 de julio de 1943. Hijo de un profesor de educación física y una ama de casa, Mick se interesó por la música desde niño. “Siempre canté; yo era de esos chicos a los que les gustaba cantar. Cantaba en el coro del colegio y me encantaba escuchar a los cantantes en la radio o en las películas».

Conoció a Keith Richards en septiembre de 1949, en la primaria del Wentworth, en Dartford y se reencontraron años después, en julio de 1960, en el andén del tren que hace Dartford-Londres. Jagger llevaba unos discos de Little Richard y Buddy Holly y Keith se acercó y salvo unos años en los ochenta, ya no se separaron.

En 1961, con Keith y Brian Jones se mudó a un departamento en Edith Grove, en Chelsea, Londres, mientras con una beca obtenida por sus buenas calificaciones en la secundaria, estudiaba en Negocios, en la London School of Economics, además de cantante, quería ser periodista o quizás, político. Sin embargo, ese mismo año, decidió que su camino era la música.

Mick Jagger, en su casa de Southwest Londres, en 2002. Foto APMick Jagger, en su casa de Southwest Londres, en 2002. Foto APDurante una entrevista con Howard Stern, Jagger admitió que una de las decisiones más difíciles que tuvo que encarar fue decirles a sus padres que dejaba la universidad para ser cantante de rock.

“No fue tan simple; en aquellos días ser cantante de rock no era una carrera. Por lo general, uno dejaba la escuela y después volvía. Era todo bastante precario. Disfruté participar de ese entorno académico, aunque era muy extrovertido para ese mundo. Había estado desde los quince años en bandas de rock. Mis padres, como todos en esa época, no pensaron que fuera algo serio”.

A partir de esta decisión comenzó su carrera musical esencialmente con los Stones. “La banda es mi vida, en todo momento está presente; no importa lo que sucediese, vivo para la banda”, admitió en una lejana entrevista televisiva.

Jerry Hall y Mick Jagger, ella fue su segunda esposa, entre 1990 y 1999.Jerry Hall y Mick Jagger, ella fue su segunda esposa, entre 1990 y 1999.Pero también tuvo una vida afectiva y con mucha actividad. Se casó con la nicaragüense Bianca Pérez Mora-Macias (1971-1978) y con la modelo Jerry Hall (1990-1999).

Tuvo ocho hijos Karis 53), Jade (52), Elizabeth (40), James (37), Georgia (31), Gabriel (26), Lucas (24) y Deveraux (6), de cinco parejas diferentes que le dieron cinco nietos y hasta una bisnieta, hija de Assisi, nieta de Jade, que nació en mayo de 2014 y es mayor que su último hijo, Devearuax. Un árbol genealógico de extrañas ramificaciones, pero quizás algo natural para un Rolling Stone.

En la actualidad, uno de sus pasatiempos es viajar y pasear por diferentes ciudades sin ser reconocido.

Mick Jagger, de incógnito, en Italia. Disfruta subir fotos en lugares en que no lo reconocen.Mick Jagger, de incógnito, en Italia. Disfruta subir fotos en lugares en que no lo reconocen.En sus redes sociales sube fotos por lo general vestido casual, con gorra de béisbol, sentado en un pub o en un parque, con una cerveza en la mano, sonriendo en medio de la gente que no lo reconoce y que le permite disfrutar de ese anonimato. Una vivencia poco común para esta estrella asediada por sesenta años. Hoy, ya no lo reconocen tan fácilmente y lo disfruta.

Sus discos solistas y sus películas

Dos aspectos en la carrera de Mick Jagger fueron sus cuatro discos como solista y su trabajo como actor. En ninguna de estas actividades consiguió destacarse especialmente.

Todo el talento como cantante, letrista y líder de banda siempre se apoyó en la ayuda inestimable de Keith Richards; su guitarra, la entonación rítmica de los temas, los silencios y esos mortales riffs fueron el territorio en el que Jagger creció como artista.

Dupla imbatible. Mick Jagger y Keith Richards. Al cantante todo le cuesta más sin el guitarrista. Foto APDupla imbatible. Mick Jagger y Keith Richards. Al cantante todo le cuesta más sin el guitarrista. Foto AP Sus cuatro álbumes solistas mostraron una búsqueda excesiva hacia una música pop comercial, digerible y sin otro potencial que la figura del cantante. Reemplazó energía por estridencia en sus composiciones que parecían precipitarse en cada estribillo.

She’s A Boss (1985) y Primitive Cool (1987) grabados durante la separación de los Stones y Wandering Spirit (1993) y Goddess in The Doorway (2001), al parecer grabados por contrato, dejaron en evidencia que su fuerte es con la banda. El balance de estos álbumes deja en claro que la fuerza puesta por el cantante no puede ser igualada en otros proyectos.

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