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Morgan Freeman sigue haciendo historia como la voz de los documentales… y se mete con la prehistoria

La voz intensa y majestuosa de Morgan Freeman ha dado vida a varios documentales a lo largo de los años, sobre religión, refugiados judíos e incluso pingüinos. El de ahora tiene un alcance y un tema dignos de un hombre conocido popularmente como la voz de Dios: toda la historia de la vida en la Tierra.

La vida en nuestro planeta, una serie de ocho capítulos que se estrenó el miércoles en Netflix, lleva a los espectadores a través de miles de millones de años, empezando en los albores del tiempo. Comenzando con organismos unicelulares en un caldo primordial y pasando por la era de los dinosaurios y el desarrollo de la civilización humana, la serie traza el ascenso y la caída de innumerables especies.

Como explica Freeman, de 86 años, el programa describe las «grandes batallas por la supervivencia y las dinastías que se apoderarían del mundo».

Producida por Silverback Films en asociación con Amblin Television de Steven Spielberg, la serie se basa en efectos visuales para recrear criaturas prehistóricas con gran realismo, como mamuts lanudos, un dinosaurio de cuatro alas llamado Anchiornis y, por supuesto, el Tiranosaurio Rex.

Los efectos visuales constituyen entre el 30% y el 40% de cada episodio; el resto consiste en secuencias rodadas en 45 países, entre ellos Ecuador, Costa de Marfil, Marruecos y el Reino Unido.

«La vida en nuestro planeta» consta de ocho episodios, ya disponibles en Netflix.A pesar del título de la serie, esta saga planetaria se centra con frecuencia en la muerte. En una escena tras otra, los depredadores acechan a sus presas: un reptil volador se abalanza sobre una tortuga marina desprevenida, un cocodrilo observa a un ñu y un calamar se lanza sobre un langostino, cacerías cargadas de suspenso por la voz profunda de Freeman.

«El langostino nunca lo vio venir», dice, mientras el calamar disfruta de su comida.

La muerte también les llega a especies enteras, en tanto la narración de la serie se ve interrumpida por cinco extinciones masivas que, en conjunto, acaban con millones de criaturas. Cada acontecimiento destruye un grupo de animales y allana el camino a otro, pasando de los invertebrados a los dinosaurios y finalmente a los mamíferos.

Una voz autorizada

Freeman es un actor codiciado por las productoras a la hora de elegir un narrador de documentales.Freeman es un actor codiciado por las productoras a la hora de elegir un narrador de documentales.Freeman, ganador de un Oscar, espera que los espectadores se queden el tiempo suficiente para ver el final de la serie, cuando se describe la ascensión de los humanos, la única especie capaz de provocar su propia extinción.

«Se dijo que Dios creó los cielos y la Tierra y puso al hombre al mando», dijo Freeman en una entrevista este mes. «Es un gran error si Dios realmente hizo eso, porque en sólo unos pocos millones de años casi hemos creado otro acontecimiento del nivel de la extinción».

En una entrevista telefónica desde su casa de Mississippi, Freeman habló sobre las raíces de su inconfundible estilo vocal, su admiración por David Attenborough y sus temores sobre el futuro de nuestro planeta.

A continuación, extractos editados de la conversación.

Uno de los puntos más fuertes de esta producción es el uso de efectos especiales, impactantes.Uno de los puntos más fuertes de esta producción es el uso de efectos especiales, impactantes.-¿Cómo decidió sumarse a este proyecto?

-Bueno, el planeta en sí y su historia me interesan. Me considero «planetista», porque me preocupa sobre todo lo que ocurre en la Tierra.

-¿Cuándo empezó a preocuparse?

-No sé cuándo. Es algo que a uno le va surgiendo poco a poco, viendo cómo van las cosas. Todos conocemos los cambios del clima. Es algo humano. Ningún animal lo está causando. Lo estamos causando nosotros. Y está ocurriendo; podemos verlo ahora.

-Me da curiosidad saber cuál es su rutina cuando narra. ¿Cuál es su proceso?

-En este caso había un guión. Había un micrófono de estudio. Algunos episodios requieren muchas tomas. Porque si uno lee un párrafo y se le escapa una o dos palabras tiene que volver atrás y arreglarlo. Particularmente en este programa, hay muchas criaturas que tienen nombres que son un poco enloquecedores. Grabé en Mobile, Alabama. También vivo en la costa de Alabama, así que, si tengo trabajo mientras estoy allí, voy a un estudio que frecuento en Mobile.

-¿Cuántas horas por día pasaba en el estudio?

-Si no recuerdo mal, estuve allí más de dos días. Quizá de dos a tres horas por día.

-Cuando piensa en los documentales anteriores que ha narrado, ¿cuál le llama más la atención?

-Hice La marcha de los pingüinos, que fue increíble. Aprendí mucho sobre cómo viven y se relacionan los pingüinos.

-Una de las cosas que me interesó de esta serie es que va al principio de los tiempos y recrea esas criaturas utilizando efectos visuales.

-Ay, Dios, sí. Cuando uno narra, en realidad transita un proceso de aprendizaje. Este tipo de documentales me parece muy interesante. Parte del placer de hacerlos es aprender todo eso. Uno lo absorbe y se le queda adentro.

«Al parecer se me da bastante bien», reconoce Freeman sobre su don para narrar hechos de la historia (y prehistoria).-¿En qué se diferencia narrar de actuar?

-Cuando uno narra, lo importante es tratar de ser claro y no hablar en un tono monótono. Supongo que es un truco, un don o algo así. Al parecer, se me da bastante bien. Soy un gran admirador de David Attenborough (un científico británico, uno de los divulgadores naturalistas más conocidos de la televisión). Tiene un don para transmitir la información.

-A usted, entre otras cosas, se lo conoce por su voz inconfundible. ¿Cómo la desarrolló?

-Cuando estudiaba en el Community College de Los Ángeles, asistía a clases de arte teatral, que incluían desarrollo de la voz. Tuve un profesor muy bueno. Ése fue el comienzo.

-¿Cómo es su día a día?

-Me levanto. Dos o tres veces por semana voy al gimnasio, hago ejercicio, hago estiramientos, juego al golf todos los días, si el tiempo lo permite. La vida tiene una rutina: café, rompecabezas y esas cosas con mi mujer, y jugar al golf por la tarde.

-¿Qué espera que se lleve la gente de esta serie?

-Lo tenaz que es la vida. Si conseguimos transmitir suficiente información a tiempo, probablemente las cosas cambien, pero no para muchos de nosotros. El planeta en sí es lo que está vivo. Y no hace falta que estemos aquí.

Traducción: Elisa Carnelli

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