La Unión Tranviarios Automotor (UTA) analiza una medida de fuerza para el martes 29 de octubre, que podría ser un paro de colectivos o no cobrar boletos en todo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El conflicto salarial está empantanado y este lunes 28 vence la extensión de la conciliación obligatoria dictada hace un mes por el Gobierno. A fines de septiembre el gremio había decidido ir a un paro general por 48 horas debido a la falta de avances en sus paritarias.
Este jueves a las 15 habrá una reunión entre las empresas de colectivos, el sindicato y representantes de la Secretaría de Trabajo, en la que de antemano los participantes saben que hay muy pocas chances de llegar a un acuerdo.
Por eso, el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, evalúa ir a un paro general por 24 horas el próximo martes. Y se preocupa especialmente en que la medida de fuerza no sea leída como un paro contra el gobierno de Javier Milei, sino contra las empresas.
Debido a una vieja rivalidad, Fernández no quiere quedar pegado a los Moyano, Hugo y Pablo, que irán a un paro de transporte el miércoles 30 de octubre.
La disputa es económica: los 40.000 choferes afiliados a la UTA cobran desde julio un sueldo básico de $ 1.060.000 por mes y buscan un retroactivo a agosto con aumentos graduales para que en diciembre alcance los $ 1.322.000, un 24,7% en ese período.
El dinero tiene que salir de las tarifas que pagan los pasajeros o de los subsidios del Estado nacional. La suma de ambos rubros llega a $ 880 en septiembre y tuvo en 2024 apenas un incremento de 27% en lo que va del año.
La próxima semana habrá un encuentro entre los actores del sector y el Ministerio de Economía para evaluar la situación financiera y definir si habrá un aumento de las tarifas o subsidios a mediados de noviembre, que impactará en la inflación y las cuentas fiscales.
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